Uno de los momentos del programa, emitido anoche en Cuatro

El ataque de locura de María José Campanario

La mujer del torero se convierte en protagonista de una divertida cámara oculta en una cervecería madrileña, donde llegó a darse hasta cabezazos contra las paredes

PPLL

Viernes, 23 de mayo 2014, 15:25

Chilló, simuló un gran enfado, bailó y hasta se dio cabezazos contra las paredes. María José Campanario fue anoche la gran protagonista del segundo programa de 'Ciento y la madre', el nuevo espacio de humor de Patricia Conde en Cuatro. La mujer de Jesulín de Ubrique sorprendió con una divertida interpretación en una de las cervecerías más concurridas de Madrid, convertida en escenario de su cámara oculta. Una vez dentro, Campanario se puso a las órdenes de Conde, quien desde el plató y a través de un pinganillo fue dándole instrucciones para que simulara un ataque de locura en toda regla. La mujer del torero estalló presa de los nervios gritando que sus amigos la habían dejado tirada.

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Además, para hacerlo más creíble, no tuvo reparos en darse cabezazos contra la pared ante unos comensales atónitos que no daban crédito ante el extraño comportamiento de la esposa del popular diestro. Campanario, en todo momento muy en su papel y sin vergüenza alguna, llegó a machacar aceitunas con la boca para ofrecérselas a continuación a un grupo de jóvenes, imitar al malagueño Chiquito de la Calzada, alardear de ser VIP o hasta sacarse mocos de la nariz.

Lolita incita a robar ropa y Lomana se hace pasar por charcutera

Y no fue la única. Lolita también fue cómplice de una disparatada broma en la que hacía un supuesto casting a varias personas para ser su 'personal shopper'. La cantante terminó poniendo nerviosas a sus víctimas cuando las incitaba a robar ropa a una amiga suya. Otra que sorprendió anoche fue Carmen Lomana ejerciendo de charcutera y vendiendo fiambre a grito limpio. La reina del glamour se convirtió en una dependiente muy atípica insistiendo a todos los clientes que pese a su parecido físico, ella no era la verdadera Lomana.

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