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Martes, 18 de agosto 2015
El competitivo. Sí es ése al que la carretera se le queda corta, que echa las luces a quien va delante aunque ya vaya al límite de la velocidad apropiada para una vía. El 'competitivo' es el que necesita ir por delante de todos y se enfada si alguien se interpone en su camino.
El sabelotodo. ¿Lo reconoces? Es aquel que piensa que está rodeado por "perfectos incompetentes y se contenta con gritar con condescendencia a los demás conductores". Nadie conduce mejor que él, por supuesto.
El evasivo. Es aquel que trata a los conductores que cometen infracciones de forma impersonal. Les da igual lo que les ocurra y los considera simplemente un peligro.
El profesor. Esta personalidad pertenece conductor que necesita asegurarse de que los demás saben en qué se han equivocado y espera que se reconozcan sus esfuerzos por enseñar a los demás
El fugitivo. Ah, ¿pero existen los demás? El conductor fugitivo es el que escucha música o habla por teléfono para aislarse. "Los fugitivos se entretienen con las relaciones sociales que han escogido para no tener que relacionarse con los demás conductores", asegura el estudio.
El filósofo. Es un espíritu tranquilo: acepta las faltas de los demás de buen grado e intenta darles una explicación racional"
El justiciero. Es aquel conductor que disfruta castigando a los demás cuando cree que han hecho algo mal. Ojito si te lo encuentras
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