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La edad es solo un número, y en el cine esta idea se enfatiza aún más. Sin embargo, el edadismo, la discriminación por edad, sigue ... siendo un problema en muchos ámbitos, incluida la industria audiovisual, especialmente para los directores. Para observar este fenómeno, basta con echar un vistazo al Festival de Cine de Málaga y comprobar cómo, en esta XXVIII edición, se han presentado 13 óperas primas, la cifra más alta de su historia. Ante esta realidad, el auditorio del Museo Thyssen acogió una mesa redonda bajo el título 'Cumplir años no debería estar penalizado en el cine', en la que se abordó esta cuestión desde distintas perspectivas, especialmente la financiación.
El evento reunió a varios expertos del sector con el objetivo de concienciar sobre esta problemática, que afecta de manera más intensa a los directores que superan la barrera psicológica de los 55 años. Entre los participantes se encontraba Fernando Colomo, que a sus 79 años y con una trayectoria destacada en el cine, compartió su experiencia personal. También estuvieron presentes Daniela Fejerman, directora y guionista argentina galardonada con la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga en 2005; Alfonso Albacete, director murciano nominado en dos ocasiones al Goya y guionista junto a Lucía Etxebarría y Ángeles González-Sinde; y Pilar Pérez Solano, directora y presidenta de la Asociación de Directores de España desde 2023. La moderación estuvo a cargo de Javier Tolentino, guionista, escritor y crítico de cine.
La primera intervención fue de Pilar Pérez Solano, presidenta de Acción, la Asociación de Directores y Directoras de España. De manera concisa pero contundente, explicó el motivo de la mesa redonda: «Son muchos los directores mayores de 55 años que nos han manifestado su preocupación por la situación en la que se encuentran», afirmó. Además, Pérez Solano centró el debate en la financiación y los criterios de valoración en el acceso a las ayudas. Desde la asociación que preside, sostiene que estos criterios no deberían enfocarse únicamente en festivales o circuitos específicos, sino en la trayectoria completa del cineasta. Si bien considera importante la incorporación de nuevos talentos, insiste en que se deben mantener las carreras de los cineastas mayores de 55 años y garantizar su acceso a la financiación: «La palabra 'experiencia' debe ser un argumento a favor, no una dificultad», recalcó.
Por su parte, Fernando Colomo puso sobre la mesa el problema del nuevo «sistema de puntos», que, según él, presenta «muchos agujeros». Explicó que este sistema asigna una puntuación en función de los méritos recientes de los cineastas, pero solo tiene en cuenta los últimos cuatro años de trayectoria. «No voy a dar nombres, pero hay productores muy importantes que actualmente no tienen puntos», señaló. Colomo se vio directamente afectado por esta normativa, ya que su productora quebró hace unos años, lo que implica que su experiencia y logros anteriores no cuentan en la asignación de ayudas. «Hay que encontrar un sistema que no discrimine por edad y que no penalice el riesgo ni el fracaso», concluyó.
Fernando Colomo
Director
Sus palabras fueron recibidas con una gran ovación, tras lo cual intervino Daniela Fejerman, quien ahondó en la definición del edadismo. Explicó que el término comenzó a utilizarse en los años 60 por un gerontólogo que lo empleó para describir la discriminación, prejuicios y estereotipos hacia las personas mayores. Sin embargo, no fue hasta hace dos años cuando la RAE lo incorporó oficialmente. Fejerman aprovechó su turno de palabra para proponer a Acción la realización de un estudio con datos concretos sobre la presencia de directores y directoras mayores de 55 años en la industria audiovisual española, incluyendo tanto subvenciones como participación en proyectos cinematográficos. «Creo que sería importante acudir a las administraciones públicas con cifras en la mano», subrayó.
Finalmente, Alfonso Albacete destacó ejemplos de cineastas internacionales que lograron grandes éxitos en edades avanzadas. Mencionó a David Lean, quien con 62 años rodó 'La hija de Ryan'; Billy Wilder, que con 68 dirigió 'Primera Plana' y, cuatro años después, 'Fedora'; y Steven Spielberg, quien con 76 años llevó al cine 'The Fabelmans' y actualmente, con casi 80, trabaja en un nuevo proyecto. «Hay tantas historias en las personas más veteranas que merecen ser contadas... No hacerlo sería matar al cine», afirmó. Cerró su intervención con una frase enérgica y apasionada: «¡Resucitemos el cine!».
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