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Solo las casas importantes son reconocidas por sus nombres. Y esta lo fue. Los poetas no iban a la casa de Vicente Aleixandre, iban a ... Velintonia, una residencia señorial en el número 3 de la antigua calle Wellingtonia -que él castellanizó- en el madrileño barrio de Chamberí. Desde 1986, cuando falleció Conchita Aleixandre, dos años después de que lo hiciera su famoso hermano, nadie vive allí. Pero hubo un tiempo en el que en ese lugar sucedió todo.
Allí leyó Lorca por primera vez sus 'Sonetos del amor oscuro', fue el refugio de un joven Miguel Hernández y una visita obligada para Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Emilio Prados, Jorge Guillén, Manuel Altolaguirre…. El «templo» de la Generación del 27, lo llaman. Allí, tumbado en la cama, Vicente Aleixandre escribió todos los versos que le valdrían el Premio Nobel de literatura en 1977. Entre ellos, por supuesto, los de 'Ciudad del paraíso' en los que recordaba la Málaga de su infancia. Y, ya en su madurez, en ese salón ahora vacío recibía a diario a una gran cantidad de jóvenes poetas inquietos, nombres como Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Jaime Siles, Javier Lostalé, Rosa María Pereda, Marcos Ricardo Barnatán y Antonio Colinas para los que fue su mentor. Cuarenta años después, ellos, los testigos de aquello, regresan a Velintonia, literal y metafóricamente.
Dos documentales de estreno en el Festival de Málaga rescatan la voz del poeta y ponen en valor la importancia de esa casa hoy abandonada, en ruinas y en disputa entre los herederos. Un conflicto que mantiene en punto muerto la compra de la vivienda para convertirla en un centro cultural, un proyecto peleado por la Asociación de Amigos que lleva su nombre durante años y por el que han mostrado interés tanto la Comunidad de Madrid como el Gobierno.
'Velintonia 3', dirigida por Javier Vila y coproducida por Surnames Narradores Transmedia y la malagueña MLK Producciones (José Antonio Hergueta), abre por primera vez en décadas las puertas del hogar de Aleixandre a sus amigos y a jóvenes escritores para reconstruir desde allí mismo, desde su salita y su jardín, la singular historia de este espacio (20 de marzo, 17.30 horas. Auditorio Museo Picasso. Documentales Pases Especiales). 'Vicente Aleixandre, el poeta del corazón', de Rafael Alcázar con la participación de RTVE, recorre de forma minuciosa su biografía con imágenes de archivo y con la memoria de sus amigos (19 de marzo, 19.00 horas. Auditorio Museo Picasso. Documentales Pases Especiales). En ambos casos está muy presente su poesía, recitada por voces conocidas, y su testimonio directo.
Rodada en localizaciones de Madrid, Miraflores de la Sierra, Málaga y Sevilla, 'Velintonia 3' es una «historia pendiente, necesaria y urgente», señalan sus impulsores. De la mano de Alejandro Sanz, uno de los mayores expertos en su figura y presidente de la Asociación de Amigos, entramos en la casa donde todavía se aprecia la marca del reloj de pared que colgaba de la entrada, el espacio que ocupaba el sofá donde recibía a las visitas y el hueco donde estaba el piano que solía tocar Lorca. En ese lugar, dialogan poetas y amigos del Nobel, mezclando sus vivencias personales con referencias a su obra. Antonio de la Torre, Ana Fernández, Mona Martínez y Manolo Solo ponen voz al propio Aleixandre, y textos de Lorca, Neruda, Miguel Hernández o Carmen Conde sobre su colega y sobre la propia Velintonia.
Construida en 1927, Vicente Aleixandre vivió casi medio siglo entre esas paredes, salvo los años de la guerra -que destruyeron buena parte de su biblioteca, quemada por los milicianos para calentarse- y los meses de veraneo en Miraflores de la Sierra. Por lo demás, siempre estaba allí, la enfermedad renal que padecía desde joven le obligaba al reposo y a una vida tranquila. Y por ese mismo motivo no se exilió, como hicieron la gran mayoría de sus compañeros de generación. Con Lorca asesinado, Miguel Hernández en prisión, Prados, Cernuda y Alberti en el exilió, Vicente Aleixandre vivió unos años en una enorme soledad. Pero lo que más le dolía, como él mismo expresa, es el «repudio público» que se hizo de su nombre: no podía publicar, ni tan siquiera se le podía mencionar.
'Sombra del paraíso', publicado en 1944, marcó el cambio. Por algún motivo, la censura esa vez no tachó su nombre y salió a la luz su obra cumbre, donde bautizó a Málaga con el célebre título de 'Ciudad del paraíso'. «Si en Sevilla nací a la luz, en Málaga nací a la conciencia de la vida. Allí aprendí a leer, que es otra forma de nacer», dice en una entrevista. A partir de entonces, se convirtió en el mentor de una nueva generación de poetas que buscaba su consejo, su orientación o simplemente su conversación.
Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena, Antonio Carvajal, Alejandro Duque Amusco, Javier Lostalé, Jaime Siles, María Victoria Atencia y Francisco Morales, entre otros, le recuerdan en 'Vicente Aleixandre, el poeta del corazón', dirigida por Rafael Alcázar, realizador durante años en TVE y director de cine de ficción que perdió la visión hace ya cinco años. También aquí se describe Velintonia como «el lugar de peregrinación» de los jóvenes poetas, un reducto de libertad durante el franquismo. Incluso alentó a mujeres poetas, algo inusual en la época: el piso de arriba lo tenía alquilado Carmen Conde, primera académica de la RAE e impulsora de la Academia de Brujas, un colectivo mujeres artistas. «Me ha hecho escribir, me ha hecho vivir, he sentido con él una alegría especial por su forma de tratarme y por cómo veía que trataba a los demás, tan grande y tan sencillo, tan cariñoso», indica también María Victoria Atencia, que le conoció cuando apenas tenía 20 años.
Todos destacan su virtuosismo poético, su capacidad para hablar del amor en todas sus vertientes, pero igual de unánime son los elogios a su calidad humana, a su enorme fidelidad hacia los suyos. Durante años, por ejemplo, ayudó económicamente a Josefina Manresa tras la muerte de su gran amigo Miguel Hernández. «Además de un gran poeta, era una gran persona», coinciden.
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