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Víctor Rojas
Domingo, 3 de marzo 2024, 00:33
La vida de Daniel Tornero dio un giro inesperado, unos terribles sucesos cambiaron las relaciones interpersonales de su casa. Sobre todo, las paterno filiales. En 2018, el abuelo de Tornero, director de 'Saturno', fue detenido por abuso de menores e intento de secuestro. Ningún familiar ... sabía nada, fue un absoluto shock y un jarro de agua fría que provocó la ruptura de relaciones con el abuelo por parte de la mayoría de la familia. En este documental, que se presenta en la sección oficial del 27 Festival de Málaga, se pone el foco en los sentimientos de cada miembro, pero, sobre todo, se fija en cómo ha influido el abuelo en el comportamiento del padre de Tornero. «Los ecos de mi abuelo son un elemento fundamental para hablar sobre las relaciones paterno filiales en la película», explica el director en una entrevista con SUR.
Tras conocer esta dura noticia, la familia de Tornero entró en un proceso de asimilación durante el que surgieron diversas emociones. Es en ese proceso cuando el director descubre que la figura del padre tiene mucho peso dentro de su familia, que tiene una «estructura muy patriarcal». Un enfoque que no estaba planteado de manera inicial, pero que encontró conforme avanzaban en su propia búsqueda. «Surge de ese impulso personal por retratar esa realidad familiar. Creo que el tema de la familia determina mucho cómo nos relacionamos con nosotros mismos y también con el resto de personas», comenta.
En este sentido, 'Saturno' también refleja el proceso personal del padre de Tornero, quien se sitúa en el limbo de dos emociones contradictorias: la de odiar a su padre por lo que ha hecho y la de no odiarlo por el hecho de ser su padre. Además, también encarna el papel de esa generación que separa a los abuelos de los nietos. Un viaje de sentimientos en los que cuesta asumir que, debido a la figura paterna ausente con la que ha crecido, él también ha tenido fallos como padre. Además, el nombre del documental está relacionado con ello. A pesar de que el abuso de menores sobrevuele todas las conversaciones, el tema de la paternidad es el eje central de la película. «En ese sentido la mitología, haciendo un paralelismo entre el mito del padre y el mito de Saturno, se manifestó como una revelación también a la hora de ponerle nombre».
Tornero se reencontró con su abuelo unos años después de enterarse de los delitos que había cometido, meses antes de que entrara en prisión. Y tras haber cortado la relación nieto abuelo, dio un paso más en su viaje personal, en el que el director fue avanzando progresivamente. «La película de algún modo también se convierte en un punto de encuentro entre entre los dos y es ahí cuando sigo transformándome». Un viaje nada fácil en el que tuvo en enfrentarse a la relación familiar, al rechazo por el abuso a menores y su papel como director de un documental.
El director en ningún momento buscó sonsacar a su abuelo, ni extraerle información que no quisiera contar. “Nuestro modelo de trabajo siempre fue desde el cuidado”, cuenta Tornero. Algo que su abuelo sabía y que, probablemente, sea uno de los motivos por los que accedió a grabar, aunque también puede ser por intentar volver a acercarse a su familia a través de su nieto. A pesar de ello, actualmente no tienen relación, se encuentra en la cárcel y alejado de la familia. Además, durante el documental el abuelo no reconoce su culpabilidad e incluso acusa a las niñas.
Una familia que, cada uno individualmente y todos en conjunto, vivió su propio proceso de afrontar esta realidad. Y que han dejado que Tornero los haga protagonistas de su propia historia. “Lo interesante es cuando hay espacio y eso es lo que al menos lo que yo intentaba proporcionar”. Una de las personas que más claro lo tenía era la abuela. En el documental deja claro que no le importa nada lo que le pase desde el momento que se entera de esos hechos. “Ella no sospechaba nada, se enteró a la vez que el resto de la familia”.
El director destaca la generosidad de su familia al dejarse grabar de una manera tan natural, espontánea y sincera. “Las líneas ética que marcamos fueron, por un lado, respetar la intimidad y la privacidad de las personas que aparecen. Por el otro, trazar siempre una línea horizontal”, explica. Para respetarlas, Tornero reunió a su familia para que vieran ‘Saturno’ antes del estreno. Su abuelo también tuvo la oportunidad de visionarlo.
Una historia sincera, dura y emocional con personajes reales y situaciones cotidianas que Tornero refleja a la perfección en su ópera prima, que da pistas de la apuesta por la originalidad, la verdad y el compromiso que tiene el director con el cine, la sociedad y los espectadores.
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