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Víctor Rojas
Martes, 5 de marzo 2024, 00:24
Hollywood es sinónimo de la industria cinematográfica estadounidense, un lugar que entremezcla turistas dispuestos a fotografiar cada rincón de este distrito de Los Ángeles con la creación de películas y el nacimiento de las grandes estrellas del cine del panorama internacional actual. Un lugar que, ... en un momento de la historia, salió de Estados Unidos para viajar hasta España, donde se creó un Hollywood paralelo que no gustó a los magnates del cine norteamericano. Un nuevo Hollywood asociado a un nombre: Samuel Bronston, el productor creó este nuevo universo del cine en Las Rozas de Madrid, con grandes decorados y una producción mucho más rápida y barata que la ya existente al otro lado del charco. Un proyecto que fue posible gracias a la picardía que el cineasta demostró durante su amplia carrera, así como a su cercana relación con el régimen franquista a través de la figura de Carrero Blanco, brazo político de Franco y principal timonel del Gobierno. La esencia de la epopeya de este gran hombre del cine se cuenta en 'Samuel: Hollywood vs Hollywood', el documental que se estrena en el 27 Festival de Málaga bajo la dirección del periodista Juan Antonio Tirado y el cineasta José Cabanach, quienes han unido la labor periodística de la investigación con los conocimientos sobre los rodajes propios de los largometrajes para devolver a Bronston a la gran pantalla.
Un documental que se estrena cuando se cumplen dos efemérides: el 30 aniversario de la muerte de Samuel Bronston (Izmail, Ucrania, 1908 - Sacramento, Estados Unidos, 1994) y el 60 aniversario de las últimas películas que hace en España: 'La caída del Imperio Romano' y 'El fabuloso mundo del circo', ambas estrenadas en 1964. Sin embargo, la hazaña del productor en España comenzó a finales de la década de los 50 de la mano del almirante Chester William Nimitz, comandante en jefe estadounidense de las Fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial y amigo de Carrero Blanco. Este comandante lo puso en contacto con el empresario Pierre S. du Pont, quien tenía un dinero retenido en el país. «Ruedan 'El capitán Jones con ese dinero y con los beneficios que le deja el régimen de Franco», cuenta Tirado. Un régimen que estaba a favor de que actores internacionales estuvieran en el país y aparecieran en la prensa de todo el mundo.
Este sólo es el comienzo de una historia que fue a más. Bronston adquirió en los setenta los Estudios Chamartín, convertidos en Estudios Bronston, aunque su mayor compra fue unos terrenos en Las Rozas para construir los sets de '55 días en Pekín', dirigida por Nicholas Ray y con actores como Charlton Heston, Ava Gardner, y 'La Caída del Imperio Romano', con Anthony Mann a los mandos y con la actuación de Stephen Boyd y Sophia Loren. Estos se convirtieron en los sets de rodaje más grandes de la historia del cine, acreditado por el libro Guinness de los Récords. «Fueron tan colosales que se convirtieron en un personaje añadido, más protagonistas que los propios directores o actores, que eran figuras mundiales», pone en contexto el codirector. Hasta tal punto llegó que figuras de la primera línea del cine viajaban hasta estos estudios para visitarlos. «En Los Ángeles no fueron capaces de construir algo similar, no tenían ni espacio ni dinero», afirma el periodista.
Algo que levantó recelo en Hollywood, que no perdonó, entre otras cosas, que Bronston tardara la mitad del tiempo que ellos invertían en producir una película. «Las dos últimas películas del productor no tuvieron éxito en taquilla y eso fue una excusa para que no le continuaran la financiación desde Estados Unidos, por lo que no pudo volver a rodar», apunta el periodista. En este documental se refleja la subida y la caída del cineasta a través de importantes testimonios familiares como el de su hija Andrea Bronston, de personas que trabajaron con él durante su época en España y de periodistas del momento como Manuel Castillo Casermeiro, quien fuera el primer redactor jefe de Deportes de SUR. Además, Castillo vivió esta época gloriosa del cine, cuando se codeó con las principales estrellas de Hollywood y publicó el libro 'Hollywood en Madrid, 1958-1968'. «A través de su reporterismo pudo acceder a todas las estrellas que pasaron por las películas de Bronston», asegura Tirado, quien no dudó en contar con él cuando encontró el mencionado libro. «Llegó a hacer cierta amistad con algunos de ellos como Charlton Heston, Claudia Cardinale y Sophia Loren, a quienes pudo entrevistar cuando trabajaba en Sábado Gráfico», cuenta el codirector.
Sin embargo, todo no fueron luces en la vida del productor, quien huyó en los años 20 de un país en guerra, desde el que llegó a París y ya dio el saltó a Holanda, Inglaterra y Estados Unidos, donde consiguió el éxito. Aunque años más tarde, en el 64, se arruinó y fue declarado culpable de perjurio por los fiscales federales. Finalmente, tras años de juicios, el Tribunal Supremo anuló la condena.
Una vida llena de luces y sombras, que se quedó con un gran proyecto pendiente: una película sobre Isabel la Católica. «Lo intentó hasta en tres ocasiones», explica Tirado. Aunque el alzheimer, entre otras circunstancias, impidió que este trabajo llegara a la gran pantalla, esa que a la que tanto dio y que, ahora, le devuelve con 'Samuel: Hollywood vs Hollywood'.
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