Pilar Miró, durante el rodaje de la cinta. Sur. Archivo

Pilar Miró, doblemente juzgada «por ser mujer» con 'El crimen de Cuenca'

Una de tres, una detrás ·

Víctor Matellano presenta 'Regresa El Cepa' en el Festival de Málaga, un documental que revive el secuestro de la película de la directora pionera

isabel bellido

Miércoles, 20 de marzo 2019, 00:56

«Lo que a ella le pase o no le pase es lo que le va a pasar o no pasar a la mujer española en la democracia creciente o menguante». En 1980, Francisco Umbral relacionaba en 'El País' la situación judicial de Pilar Miró ... y 'El crimen de Cuenca' (1979) con el devenir de la mujer y su circunstancia en España. Siendo de las poquísimas directoras de cine de la época, Pilar Miró era a la vez todas las mujeres de España y todas ellas fueron Pilar Miró durante el proceso que tuvo secuestrado su segundo largometraje –con el primero, 'La petición' (1976) tuvo que vérselas con la censura–: en plena Transición y con las estructuras de poder franquistas «hábiles», la decisión del juez estuvo condicionada «por el hecho de ser mujer» y por «sus ideas políticas y su carácter progresista». Lo afirma Víctor Matellano, director de 'Regresa El Cepa', el documental que quiere reivindicar «los valores cinematográficos de 'El crimen de Cuenca', la libertad de expresión y la valentía de una mujer, que es Pilar Miró».

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Gracias al fenómeno social que generó su secuestro, el Congreso aprobó el proyecto para que se modificara el Código de Justicia Militar y en agosto de 1981 desaparece el permiso de exhibición de películas

Uno de los objetivos del documental es recordar la historia: la cinta fue secuestrada por la autoridad militar –cuando aún tenía esa potestad–, instruyendo una causa contra su directora por un posible delito de injurias y calumnias a la Guardia Civil. La película versa sobre un famoso suceso acaecido entre 1910 y 1913 en Osa de la Vega (Cuenca) en el que dos hombres inocentes se declararon a sí mismos culpables de un asesinato que no habían cometido tras haber sufrido crueles torturas por la Guardia Civil demostradas judicialmente. El equipo de la película creyó que 1979 –cuatro años después de la muerte de Franco– era un buen año para llevar a cabo el proyecto, pero lo cierto es que la apertura no era tal y el clima recordaba al de la época del delito: «en el mismo momento estaba pasando a tiempo real en la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol o en el País Vasco, que venían las denuncias todos los días», cuenta Matellano. «Que venga una mujer a decirnos eso es un elemento muy potente»; una mujer, por cierto acompañada de otras: la guionista Lola Salvador –que figuró como Salvador Maldonado–, la jefa de producción Marisol Carnicero o Paquita Núñez en maquillaje y peluquería.

Gonzalo Miró, hijo de la directora, cree que debería tener más reconocimiento, «precisamente porque hay muchos temas que trata la película que son vigentes»

De alguna manera, 'El crimen de Cuenca' empujó la Transición

Y es que antes, mucho antes del #MeToo, Pilar Miró ya denunció que había sufrido acoso en una entrevista con Jesús Hermida en TVE: «Había una cosa que me desanimaba mucho y era muy simple: que los señores quisieran ligar conmigo permanentemente (…) Era muy incómodo, porque llevaba consigo a una serie de malinterpretaciones o de gente que pasaba a no hablarte directamente o a hacerte la guerra, evidentemente».

Gracias a la película y al fenómeno social que generó su secuestro, el Congreso aprobó el proyecto para que se modificara el Código de Justicia Militar y en agosto de 1981 desaparece el permiso de exhibición de películas. De alguna manera, 'El crimen de Cuenca' empujó la Transición. ¿Tiene hoy el reconocimiento necesario? Según Guillermo Montesinos (esto es, El Cepa), «el documental cierra el círculo, porque cuando se rodó la película nadie sabía lo que había pasado» y ahora, igualmente, podemos pecar de crédulos: podemos preguntarnos «¿pero eso pasó en el año 79? ¿pero eso es posible?». «Eso la gente no lo sabe, entonces creo que el documental es un acierto en el sentido de que reivindica la película, a Pilar Miró y el hecho: qué es lo que pasó y qué es lo que puede pasar», explica.

Gonzalo Miró, hijo de la directora, cree que debería tener más reconocimiento, «precisamente porque hay muchos temas que trata la película que son vigentes», apunta. «A mí me da la sensación de que desde que se hizo 'El crimen' se ha avanzado en muchos aspectos, pero creo que aún hay muchas cosas que superar. El hecho de que la película estuviera secuestrada durante dos años una vez Franco ya había fallecido es una consecuencia de que en este país el dictador murió en la cama. Yo creo que eso evitó que se limpiasen ciertas estancias de la sociedad y eso nos lleva a que actualmente sea un auténtico drama sacar a Franco del Valle de los Caídos», continúa. Regresa El Cepa en buen momento.

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Víctor Matellano, Guillermo Montesinos y Gonzalo Miró. Félix Palacios

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