
Su mirada imponente queda atrás en cuanto su amabilidad toma posición en la mesa. Olivia Baglivi disfruta ahora de un sueño de niña: ser actriz, pase lo que pase.
Publicidad
–¿Cuándo se dio cuenta de que quería ser actriz?
–Era sumamente pequeña, mi padre era actor también y mi casa siempre ha estado impregnada de literatura, disfraces y juegos. A los 12 años me apunté a un curso de teatro.
–¿Cree que vale la pena el mundo de la interpretación?
–Sí, aunque es complicado, esta profesión es una de las más inestables para encontrar una rutina y el motor para seguir. Pero cuando sucede merecen la pena las horas de rodaje, la promoción y los ensayos, es muy gratificante.
–¿Cuándo se tienen vacaciones?
–Depende, porque yo empalmé un proyecto con otro, pero el año pasado tuve cinco meses de parón, es relativo. Lo interesante es encontrar dónde poner tu energía cuando no estás trabajando: cursos, ver cine, teatro...
–El primer día de alfombra roja arrebató las miradas con sus labios azules, ¿cuál es la clave para ser atrevida?
–Para atreverte tienes que encontrar tu esencia, yo no tuve que hacer un esfuerzo por ponerme los labios azules. Me divierte, me estimula y me da confianza. Aunque busques un ‘look’ increíble, si no lo defiendes porque no es tu energía, no vale para nada. Hay que arriesgar para encontrar el universo propio, las capas de fuera hablan de lo que hay dentro.
Publicidad
–¿Algún sueño pendiente?
–En este momento estoy viviendo mi sueño, está pasando todo lo que quería que pasase.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.