Una movilidad de cine durante el festival

Se hable con quien se hable estos días en la capital, las referencias al festival de cine son constantes. Y, sin duda, los diferentes servicios de movilidad que operan en Málaga se benefician del trasiego de profesionales y espectadores que llegan hasta la ciudad. Miguel, que es también el presidente de la Asociación Unificada de Autónomos del Taxi, confiesa que el festival es sinónimo de más trabajo por la cantidad de personas que suelen acudir a él.

Aunque ellos no se encargan directamente del traslado de los actores hasta la alfombra roja (de eso se ocupan desde hace años los coches oficiales contratados por la propia organización), apunta que desde que comenzó la gran semana del cine en Málaga Unitaxi han recibido más de 400 peticiones de servicio vinculadas al cine. «No es como la feria, pero sí que notamos más trabajo», asegura.

Como se podría intuir, las paradas que mejor funcionan durante esta semana son las ubicadas en pleno Centro Histórico, fundamentalmente la habilitada al final de la calle Molina Lario (junto a la entrada del hotel AC Málaga Palacio, que es el oficial del festival) y la que hay en la plaza de la Marina. «El festival mueve a mucha gente y hay un poco más de demanda que en otras semanas del año», insiste. «En todos estos años he llevado a muchos trabajadores, maquilladores y personal de la organización», añade.

Jesús Báez, otro de los profesionales que siempre están al servicio del festival y su ciudad, también refiere un aumento de trabajo durante la semana del cine. «Siempre da movimiento porque hay mucha gente que viene para trabajar o para cubrirlo», señala. Aunque los actores principales no suelen utilizar este medio de transporte, recuerda un año que tuvo el privilegio de llegar a la actriz Kira Miró u otra ocasión en la que tuvieron que llevar a todo el equipo de una película de Paco León hasta el Balneario, donde se celebraba una fiesta privada por la noche –aunque no puede dar muchos datos sobre ellos porque su regla número uno en el taxi es la prudencia–. «Una película trae a mucha gente para los estrenos, hay muchos actos paralelos y fiestas en diferentes puntos de la ciudad; no hay que olvidar que los hoteles están llenos», razona.

Una de las habituales de la parada de Molina Lario es Alicia Cárdenas, una taxista que lleva ocho años en el sector y que fijó casi desde el primer momento ese lugar como su espacio habitual de trabajo. Asegura que durante esta semana suelen tener algo más de trabajo y, sobre todo, «estar más entretenidos» por todo el movimiento que tiene la zona –aunque a veces el exceso de curiosos les dificulte la forma de trabajar–.

Se acuerda especialmente del trato que tienen algunos actores con ellos, que incluso se acercan a saludarlos. Es el caso del malagueño Pepón Nieto, que se hizo varias fotos con ellos hace algunos años, o de los protagonistas de Campeonex, que este mismo año se han parado a saludarlos tras comprobar el corrillo que se había formado hablando sobre ellos. «Tuvieron un gran detalle con nosotros al ver que estábamos ahí trabajando».

Como ocurre con el sector del taxi, los servicios de VTC también constatan un aumento de visitantes a la ciudad y, por ende, de trabajo para ellos durante esta semana. Tirando de las estadísticas cerradas del año pasado, desde la empresa Uber reseñan un crecimiento del 12 por ciento en el número de viajes respecto a la semana anterior al festival. Añaden que durante esos días «se registraron grandes picos de viajes desde y hasta la plaza del Teatro y la plaza de la Merced».

Sobre los viajeros que tuvieron durante la pasada semana del cine reseñan que los usuarios desde Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Suecia y Polonia fueron los internacionales que más utilizaron la aplicación para moverse por Málaga. Eso sin contar con los nacionales que acudían a la alfombra roja o a cualquier otro destino. Sin duda, un festival que traspasa fronteras.