Morganna Love, actriz, cantante y 'artivista' trans mexicana. Marilú Báez
Festival de Málaga

Morganna Love: «El promedio de vida de una mujer trans en México es de 35 años»

La actriz y 'artivista' trans presenta la película 'Lluvia', donde interpreta a una trabajadora sexual que tiene que enfrentarse a situaciones del pasado

Víctor Rojas

Viernes, 8 de marzo 2024, 23:31

Con su vestido colorido que evoca a México, Morganna Love se mueve de entrevista en entrevista por el Hotel AC Málaga Palacio con motivo de la presentación de su última película, 'Lluvia', la ópera prima del director Rodrigo García Saiz. La actriz va yendo de ... una mesa a otra para atender a distintos periodistas. Pasadas las 12.00 horas, llega al sofá donde le toca hablar con SUR, mientras su jefe de comunicación le indica que este periódico ha tenido especial interés en conversar con ella. La actriz, cantante y activista trans se encuentra en el 27 Festival de Málaga para presentar esta película, donde es la protagonista de una de las seis historias de la misma. Su papel, el de Florencia, es una trabajadora sexual que tiene que enfrentarse a situaciones del pasado. Además, la artista cuenta la realidad de las personas trans en México, desde el punto de vista del 'artivismo', el activismo hecho desde el arte .

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–¿Le gusta la lluvia?

–La lluvia me encanta cuando hace calor. Cuando no hace calor, es incómoda y duele.

–¿Qué le evoca?

–Cuando duele, creo que es el pasado. El pasado me evoca. La nostalgia, la melancolía, esos momentos donde la lluvia humana, las lágrimas, caen.

–¿Qué tiene Morganna de Florencia y qué tiene Florencia de Morganna?

–El personaje tiene mucho de mí. Cuando me lo propuso Rodrigo yo estaba pasando por un duelo, supongo que ese duelo nunca se quita, de tres amigas mías que fueron asesinadas. Mujeres trans y trabajadoras sexuales. Sublimó todo ese dolor que había vivido y se quedó plasmado en 'Lluvia'. Creo que por eso es tan potente este personaje. ¿Y qué tengo yo? Ese pasado que, a veces, nos hace ser crueles con los demás para poder sobrevivir. Y finalmente llega la lluvia y lo limpia y podemos ser un poco redimidos.

–No es el primer proyecto suyo que traspasa las fronteras de México, pero este también lo ha hecho. ¿Qué supone?

–Estoy muy orgullosa porque no es un trabajo mío. O sea, si, pero es un trabajo en equipo. Todo el cine es un trabajo en equipo y estoy bien orgullosa de que podamos haber hecho ' 'Made in Bangkok' o '10 Songs for Charity' y, ahora, 'Lluvia'. Estoy bien orgullosa de la gente con la que he trabajado.

–Es un personaje que se enfrenta a situaciones del pasado, ¿es algo que le ha pasado?

–Sí, me pasa todo el tiempo. Afortunadamente, no es tan confrontativo como en el caso de Florencia, pero esas situaciones creo que nos pasan como seres humanos. Son vivencias a las que nos tenemos que enfrentar para seguir evolucionando y creciendo.

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–La película se basa en eso, en situaciones cotidianas.

–SÍ, son cosas que pasan en todos lados, a mucha gente y, a lo mejor, muy incómodamente no queremos voltear hacia ese lado.

–Comentaba en una entrevista que las personas trans en México tienen una media de vida de 35 años.

–Es así. Es el promedio de vida de una mujer trans en nuestro país, ya sea por descuidos en el sistema de salud, ya sea por transfobia, que son la mayoría de los casos. Somos desafortunadamente el segundo país en América Latina en más asesinatos a mujeres trans. Es una realidad dolorosa que estamos tratando de cambiar. A mí me toca hablarlo a través del arte y me siento con una responsabilidad, pero también creo que ahora lo puedo disfrutar más, hacer este trabajo, visibilizar a mis pares trans y, al mismo tiempo, hacer arte.

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–La etiqueta es importante para identificarnos, pero ha sabido despojarse de ella e interpretar papeles más allá del de una mujer trans.

–Sí, de acuerdo. Totalmente acertadísimo tu comentario. A la hora de visibilizar, a la hora de hacer 'artivismo', es importantísimo. Lo que no se nombra no existe y desde mi perspectiva siempre ha sido muy importante visibilizar y sensibilizar en este tema. Somos seres humanos actuando, hacemos arte y eso es lo valioso. No importa quiénes somos, de dónde venimos, que tenemos entre las piernas y creo que eso es lo importante, lo que tenemos en el corazón y en la cabeza.

–¿Ha sufrido mucha discriminación hasta llegar a este momento actual de éxito?

–Sí, sobre todo cuando era estudiante. Sufrí muchísimo bullying, muchos ataques verbales, físicos, sexuales y eso también me marcó. Pero también me hizo fuerte para lo que estoy viviendo ahora, preparada y sabiendo que todo mejora.

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–¿Considera que por ser trans le ha costado llegar más adonde está ahora mismo que a otras personas?

–He pasado situaciones donde me han discriminado a la hora de pedir trabajo, por ejemplo. Hasta ahora que me dedico totalmente a hacer arte: canto, actúo. Es donde se me ha sabido valorar, me he preparado mucho y nadie me ha podido decir que no.

–¿El mundo del arte es más abierto y tolerante que otros sectores?

–Al menos en el sector donde me desenvuelvo. He tenido compañeras que dicen que no, que el mundo del arte también es muy cerrado. Depende mucho de la gente con la que uno se relacione y donde escoges estar. Para mí, el arte es mucho más abierto.

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–Hoy es el Día Internacional de la Mujer y hay un sector del feminismo que excluye a las personas trans, ¿qué piensa de ello?

–Me voy a meter en camisa de once varas. La frase es muy corta: en el momento en el que negamos derechos a otras personas, estamos ejerciendo la misma violencia que el patriarcado nos ha ejercido a las mujeres durante toda la vida. No es válida esa discriminación.

–No sé si está al tanto de la situación de las personas trans en España.

–Hay una evolución, una inspiración para otros países como México. En su momento lo tuvo Argentina y, desafortunadamente, España y Argentina han tenido ahora grupos muy radicales que están intentando echar hacia atrás esos derechos que hemos ganado con tanto trabajo. Y las minorías somos finalmente quienes sufrimos los estragos de la ignorancia, porque no es otra cosa más que ignorancia sobre nuestras situaciones y prejuicios. Entonces, ojalá, podamos volver a retomar esos derechos y la ley quede. No estamos pidiendo cosas extraordinarias, no estamos pidiendo privilegios, estamos pidiendo vivir vidas dignas, tener los mismos derechos que todas las personas y sentirnos seguras.

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–¿Cuáles son los principales retos que tiene México con las personas trans?

–Hay muchísimos. Ciudad de México es un bastión de derechos humanos, pero no así el resto del país. Hay muchos estados donde no puedes cambiar legalmente de nombre, por lo tanto no tienen acceso a trabajos dignos; donde las personas trans no tienen acceso a la salud. Entonces hace falta muchísimo trabajo. Leyes a nivel federal, a nivel de todo el país, que garanticen estos derechos humanos indispensables. Vida digna, seguridad, salud. El marco jurídico también. Entonces sí hace falta mucho todavía.

–Es una persona que ha usado su altavoz público para luchar por los derechos de las personas trans, ¿le ha pasado factura?

–En redes sociales. Afortunadamente me desenvuelvo en un ámbito un poco más seguro, que es el arte. Eso me ha protegido un poco de que me pasen cosas como a mis amigas, pero en redes sociales, sí. Cuando vino el nombramiento de la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas, atacaron con todo: diputados, gente de la política me atacó con todo, pero no me preocupo por mí ya, yo me logré hacerme un caparazón bastante fuerte, pero sí es preocupante y me enoja mucho porque hay muchísimas generaciones nuevas que todavía no tienen listo este caparazón, que todavía no saben cómo defenderse ante los ataques de gente transfóbica e ignorante. Entonces vamos a seguir trabajando, pero afortunadamente ellos están ahí en sus vidas, yo estoy viviendo la mía como siempre quise vivirla y que ladren todo lo que quieran.

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–¿En México hay más personas trans visibles o eres de las pocas que tiene ese papel?

–Ahora, afortunadamente, somos más personas que, poco a poco, se están haciendo visibles. Sobre todo las nuevas generaciones, que no se están quedando calladas. Las generaciones de mujeres trans que han venido detrás de mí han tenido lo más duro, lo más difícil, lo más doloroso. Pero estamos caminando ahora en las infancias trans, cuyos papás y mamás están queriendo, cuidando, apoyando y sacando la casta para que esas personitas tengan la vida digna que se merecen.

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