Miguel Ángel Silvestre: «Málaga me recuerda a mi padre»

Miguel Ángel Silvestre pisa de nuevo Málaga con una mezcla de emoción y expectación. No solo regresa a un festival que, según confiesa, le trae recuerdos personales de su padre, sino que lo hace con una serie que lo ha llevado al límite. «Este festival me ha traído muchos recuerdos. Lo viví con mi padre. Me he acordado de ellos cuando he llegado. La misma habitación de hotel. Ha sido especial», afirmaba el actor con la mano en el corazón. La serie Weiss & Morales', que presenta en el festival junto con su coprotagonista, Katia Fellin, es un thriller que desafía las reglas del género, sumergiendo al espectador en un juego de lealtades rotas y verdades incómodas.

Pero, ¿qué hace que una serie policial se convierta en algo más que un simple thriller? Para Silvestre, la respuesta está en la profundidad de sus personajes, en la trama y en la variedad de escenarios que se muestran de las Islas Canarias. La serie, que destaca por su ambición narrativa y visual, tiene un formato poco común en España: cuatro capítulos de 85 minutos cada uno, más cercano al modelo europeo de 'telepelículas' con un cierre propio, que a la estructura tradicional de series nacionales. «Cada capítulo era un mundo», explica el equipo sobre una historia que cambia de escenario y tono en cada episodio. Además, 'Weiss & Morales' es la primera coproducción entre Alemania y España en este género, un reto que ha obligado a encontrar un equilibrio narrativo que funcione para ambos públicos.

Silvestre, que ha trabajado en producciones internacionales, asegura que este thriller lo llevó a explorar nuevas facetas de la interpretación. «Es un proyecto muy intenso, con giros que te dejan sin aliento. Además, está el plus del idioma que, en mi caso no fue problema porque estaba en casa, pero fuera de ella, pero para Katia fue la primera vez interpretando en español», afirma. Su personaje, Raúl, se mueve en la delgada línea entre la justicia y la corrupción, atrapado en un juego de lealtades. Pero, cuando el deber y la moral entran en conflicto, ¿hasta dónde puede llegar alguien antes de perderse a sí mismo?

Pero más allá de la pantalla, la calidez de Málaga ha dejado su huella que acompaña al actor en sus proyectos. «Comiendo un helado y paseando por Málaga, iba con un amigo diciendo: 'Ostras, es que Málaga es muy bonita. Málaga es especial y la llevo en el corazón», contó entre risas. Sin embargo, lo que más le impacta es la calidez de su gente. «Creo que la gente se lleva la palma en Málaga», concluyó en la alfombra roja del festival.