Málaga galardona la «sencillez» que engrandece a Blanca Portillo

De manos de su cinematográfica alma gemela, Asier Etxeandía, que hincó sus rodillas para entregarle la distinción, una nerviosa Blanca Portillo sonreía y lloraba a la vez. «Soy una curranta que cree que la cultura y el arte debe tener un eco en quien lo recibe. Debo hacer algo para mejorar un poquito el mundo», aseveró. No tenía ningún discurso preparado, apenas unas notas en el móvil con el que no tuvo reparo en subirse a las tablas del Teatro Cervantes.

Portillo se reconoció como una afortunada. «He tenido la suerte de que les apeteciera a personas muy especiales que estuviese en proyectos muy especiales. La profesión, y los años también, hacen que una tenga un olfato especial», reconoció la actriz con cierto sentido del humor. Para la actriz, la implicación en su profesión significa «dedicarte por entero a la sociedad en la que vives». Así, en una noche tan especial, Blanca Portillo se sentía «más malagueña que nunca». Afirmación que levantó una gran ovación entre los presentes.

Algo en lo que muchos coinciden es en la cercanía que transmite Blanca Portillo en las distancias cortas. Algo que vuelve a hacer de su sencillez algo extraordinario. La actriz estuvo acompañada en una noche muy especial de las directoras de cine Gracia Querejeta y Paula Ortíz, además de su amigo Asier Etxeandía.

«Sólo con los papeles chiquititos que interpretabas hace años ya te admiraba», comentaba Gracia Querejeta ante un Teatro Cervantes que no paraba de mirar a Blanca Portillo que, inquieta, reía con las palabras que le iban dedicando. «Me hizo como directora uno de los días más memorables de mi carrera. Gracias por tu papel en 'Invisibles'», dijo Querejeta mirando a los ojos de Portillo. Por su parte, Paula Ortíz, se mostró pletórica por poder «celebrar a Blanca Portillo». «Yo estaba herida y literalmente me curó. Ella tiene magia y le he visto hacer cosas que nunca le he visto a nadie», confirmó Ortíz.

Con el teatro en pie y abrazada a sus amigos se despidió Blanca Portillo. Una actriz que se presentó en la alfombra roja ante sus admiradores con un vestido negro, pero que quiso dejar su faceta profesional en la puerta para sentarse siendo Blanca Portillo, la mujer con la que ella misma convive día y noche. Una mujer que lejos de poner distancia entre sus iguales, consigue unir y crear ese ambiente mágico que hace que la realidad supere la ficción en sus trabajos cinematográficos. Así es la extraordinaria sencillez de Blanca Portillo.