Los Javis: «Justo hoy es el punto final a una etapa»

Habían estado hablando con Juan Antonio Vigar y con los que asistieron al encuentro en el Teatro Cervantes. Pero justo después de eso, Los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo) subían a la tercera planta para hablar más en profundidad con SUR en su visita al festival como Premio Málaga Talent. Se sentaban en la mesa y se dieron cuenta de que en el ordenador estaban las fotos del photocall en el que habían posado un ratito antes: «Mira, en esta salimos muy sonrientes», comentaban al verlas. Era un día especial para Los Javis y no solo por la emoción de llevarse la Biznaga a casa, sino porque iba a marcar un antes y un después en el presente de su trabajo: «Hoy es el punto final a una etapa, justo hoy. Pensamos que tenemos que parar en este instante, nos vamos a ir en abril a una casa perdida a escribir y a estar tranquilos, porque sino podemos petar», confiesan.

Todo empezó en con el musical 'La Llamada' y la serie 'Paquita Salas' y el camino se consolidó con 'Veneno' y con la última 'Cardo'. Ahora están «preparando la segunda de 'Cardo', de 'Veneno y están escribiendo otro proyecto como creadores», asegura Ambrossi. Por eso es quizá la desconexión necesaria en esa «casa perdida» de la que hablan estos productores de 'Suma content'. Así que, como dicen ellos mismos, este fin de semana en Málaga será el punto final a una etapa.

Otra de las cosas que hicieron nada más sentarse en la tercera planta del Cervantes para charlar fue echarse las manos a la cabeza al hacer cuentas de cuánto tiempo hacía desde que pisaron su primer Festival de Málaga, allá por 2006. Ya había recordado anécdotas como la de Ambrossi: «Cuando entré en la alfombra roja me dijo uno de los de seguridad: 'Oiga, no. Esto es para los actores'», comentaba entre risas con Juan Antonio Vigar y Javier Calvo unos minutos antes en el escenario del Cervantes. También el otro Javi recordaba anécdotas divertidas de aquella primera vez: «Me tuvieron que arreglar el botón de la camisa justo antes de salir».

Pero luego, en la conversación más íntima, al escuchar 'bueno y Málaga...'. Ambrossi señala rápido a su compañero de vida y trabajo: «Eso a él, le flipa Málaga». Y Javier Calvo no lo duda: «Málaga es que es una de mis ciudades favoritas, se come como en ningún sitio: esos espetitos, el gazpachito... Es que es mi sueño». Hablando de sueños, aunque hayan llegado alto en la gran pantalla y parezca que Los Javis tienen lo que quieren, siempre hay algo con lo que «se sueña». «Es poder hacer realmente lo que quiero, tener más medios, tiempo, libertad, sin ningún tipo de condicionantes. Que ahora tenemos libertad, pero nos condiciona mucho el tiempo y el dinero. Sobre todo el tiempo», aclara Calvo.

En 'el sueño' de Ambrossi tiene mucho que ver el concepto de ver cine para aprender. «Me gustaría mirar atrás y ver que lo que hemos hecho ha sido útil para la sociedad, hacer cosas comprometidas con el mundo», puntualiza Ambrossi. Algo parecido reflexionaba en la charla Javier Calvo tras el comentario de una de las chicas del público: «Yo siempre he querido ser actriz pero se me hace muy difícil entrar en el mundo, supongo que porque estoy gorda. No sé si podéis darme algún consejo», les decía la joven desde el patio de butacas. Le contestaba Calvo: «Somos creadores 'no normativos' y eso es lo que nos ha llevado a estar aquí. Considero muy triste que las actrices cada vez se parezcan más entre ellas... Yo quiero cuerpos diversos, dientes distintos, actrices más gordas, menos gordas... Eres un tesoro, porque se necesita que en la pantalla aparezcan personas de todo tipo para que en casa lo veáis reflejado y sepáis que tenéis un hueco», profundizaba.

Ser compañeros de vida y trabajo hace que les una mucho más que a cualquier otra pareja. Tienen su rutina marcada y cada día, al levantarse, van directos a la oficina para no perder la constancia ni el ritmo de trabajo. «Trabajamos tanto que si no fuésemos pareja sería muy difícil de entender», señalaba Javier Calvo. «Y es que lo más revolucionario que hay es hacer las cosas bien y acabarlas. No nos va a parar nada», advierte Ambrossi.

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