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Foto de familia de los galardonados este miércoles en la gala de Málaga Cinema.

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Foto de familia de los galardonados este miércoles en la gala de Málaga Cinema. Ñito Salas

La inmunidad de rebaño del cine malagueño

Homenaje ·

La industria local reivindica su valor y escenifica su unión frente la adversidad de la crisis en la concurrida gala Málaga Cinema celebrada en el Teatro Cervantes

Miércoles, 9 de junio 2021, 23:28

Suenan los acordes de una suite de homenaje a Antón García Abril a cargo de Alberto de Paz y se despejan las pocas dudas que quedaban sobre la carga de emotividad que prometía la cita. Porque ya en sus primeros compases –literales, musicales y sentimentales– la gala de Málaga Cinema tiraba de sentimiento de pertenencia al recordar al compositor de tantas bandas sonoras y tan vinculado a Málaga, fallecido el pasado 17 de marzo.

Un guiño inaugural confirmado a lo largo de toda la ceremonia, planteada casi al modo de una celebración de esa suerte de inmunidad de rebaño que el cine malagueño sigue encontrado en el festival, convertido ahora más que nunca en escaparate, pero también en refugio, en palestra pero también en cierta terapia de grupo. Y esa función la cumple como casi nadie la gala Málaga Cinema dentro de la parrilla festivalera.

Para empezar, el poder de convocatoria de Málaga Cinema está muy por encima de la media de muchas galas de hipotético mayor postín. Porque esta es la noche –bueno, la tarde noche– en la que el cine hecho en y desde Málaga se rinde homenaje a sí mismo con el festival como excusa y catalizador. El encuentro en el Cervantes sirve cada año para que la industria audiovisual local reconozca la labor de los suyos y en esta ocasión ese homenaje venía con el aplauso añadido a la resistencia en medio de la extraordinaria incertidumbre que la crisis sanitaria deja en el sector desde hace más de un año.

Fran Perea como mejor actor, Mara Guil como mejor actriz, el equipo de Málaga Film Office (que no tomó la palabra) por su labor en las últimas dos décadas en la promoción de la ciudad como destino de rodajes, la guionista Marina Parés en el apartado dedicado a los oficios del cine y el premio a la trayectoria profesional para Manuel Bandera. Ese era el palmarés, el pretexto para reivindicar la valía de un sector y unas profesiones siempre en el alambre.

Pero esta era una ocasión para celebrar y a fe que lo hicieron con ganas –vítores y silbidos incluidos– algunos de los que vieron sus nombres proyectados en la pantalla del Cervantes como seleccionados en las ayudas a la producción de proyectos malagueños. El corte lo han marcado los cineastas Isaki Lacuesta y Xavi Puebla, así que la euforia estaba más que justificada.

Los elegidos han sido Juanjo Rueda, Rocío Sepúlveda, Eduardo Hirschfeld y Kevin Castellano, Pedro Sara Vila, Álex Esteve, Pablo Barce, Laura Río, Amanda Gutiérrez del Castillo, Pedro Ortega Ibáñez, Juan Torrijos y Kiko Prada. Apunten esos nombres, volverán a leerlos dentro de no mucho en estas y otras páginas.

La hora de Málaga

«Esta es la hora de Málaga, más o menos sobre las siete y media», abría el maestro de ceremonias, Domi del Postigo, conductor de la gala planteada para reconocer «el talento fabricado en Málaga». Los organizadores estuvieron a punto de mantener hasta el final la sorpresa a Fran Perea, pero el actor, músico y gestor cultural se enteró un poco antes de su premio como mejor intérprete.

Perea agradeció al festival la concesión del premio: «Dentro de todo el talentazo que hay en la ciudad es difícil acceder a uno». Acto seguido, el actor apostilló: «Esta es una profesión muy bonita, pero también muy ingrata. Si haces pan y haces pan bien, es probable que te vuelvan a llamar de la panadería donde lo hayas hecho para volver al día siguiente. En esta profesión no es así«.

Recordó Perea que la interpretación exige «empezar de cero cada vez» y compartió el valor concedido a su Biznaga: «Esto mantiene mi pasión viva y la necesito para hacer lo que hago».

Con la emoción asomando por el rabillo del ojo, Mara Guil recibía su Biznaga como mejor actriz. Tras sus papeles en 'La lista de los deseos' (2020), 'El intercambio' (2017) o 'Chicas' (2009), la intérprete acaba de presentar también en el festival la película 'Alegría', ópera prima de Violeta Salama. «Quiero dar las gracias a todas las personas que han confiado en mí», ofrecía la intérprete, que reivindicó la importancia de «todos los equipos técnicos de las películas» a la hora de poner en pie un proyecto.

Unos «oficios del cine» que en Málaga Cinema tenían su propio premio en el talento luminoso de Marina Parés. Después de recibir este mismo año el Goya al mejor guión adaptado por el texto de 'Ane', Parés se subía a las tablas del Cervantes para agradecer el reconocimiento «como guionista, mujer y montadora» en «un año tan complicado pero tan bonito» para la joven escritora malagueña. 

Y de esta tierra partió Manuel Bandera cuando tenía 21 años para ir en busca de su carrera en el Madrid de los primeros años 80. Y en ese camino ha estado a las órdenes de Jaime Chávarri ('Las cosas del querer', 1989), Pedro Almodóvar ('Kika', 1993), Bigas Luna ('Bámbola', 1996) y Carlos Saura ('Pajarico', 1997). «Más de 30 años dando el callo por todo el mundo y llevando a Málaga por bandera, siempre«, como enarbolaba Bandera.

«Gracias por hacerme sentí que mereció la pena», compartía el actor al recordar su marcha: «En aquella época Málaga se nos quedaba chica, ahora ya no es así. Ahora Málaga es muy grande». La hacen grande gente como la que anoche recibió estas Biznagas.

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