Gracias, gracias y gracias. Sin duda, la palabra que más se escucha en una entrega de premios de cualquier tipo. En este caso las Biznagas del Festival de Málaga eran las que introducían ese gracias que resonaba en las paredes del Teatro Cervantes. ... Era la gala de clausura de la vigésimo cuarta edición del festival malagueño, la edición de las vacunas, la edición de la búsqueda de la inmunidad. Al fin y al cabo, un gracias al cine como cura.
Málaga se había vestido de gala para la ocasión. Segunda vez en los 24 años de vida del Festival de Málaga que a los mejores vestidos, trajes, brillos y estilismos especiales para la ocasión les acompañan las mascarillas. Pero aún así el cine sobrevive ante un patio de butacas que, con distancia de seguridad, abrazaba a todos los profesionales del mundo cinematográfico con fuertes aplausos a cada instante.
El guía en esta gala de clausura fue Santiago Segura, una de las figuras de la comedia española que aterrizó en el escenario del Cervantes vestido de traje blanco y asegurando que había llegado al «único sitio donde puedo decir que estoy 'perita». No podían fallar sobre el escenario para tomar la batuta de la ceremonia Noemí Ruiz y Celia Bermejo para poner el toque perfecto en la gala, que rápidamente empezó con las entregas de premios.
Pasaron por las tablas del escenario actores, actrices, directores, directoras, productores y productoras... Un sinfín de profesionales dedicados a la gran pantalla entre premiados y los encargados de recibir las Biznagas. Belén López, Itziar Castro, Iván Sánchez, Daniela Santiago, Cristina Castaño, María Casado o Antonio Banderas, entre otros, dieron paso para subir al escenario y alzar las Biznagas para dedicar y agradecer. Sí, agradecer, porque todo los discursos comenzaban con esa palabra: gracias.
Películas rodadas en plena pandemia ponían sobre la mesa el valor de un cine que sigue apostando, que sigue creyendo y que sigue luchando porque el sector salga adelante. Y, además, mostrando los problemas de la sociedad y tratándolos en la pantalla que a tantas personas llega, ese gran método para llegar a una concienciación masiva. 'El ventre del mar', que fue la película triunfante de la edición, es un ejemplo de ello. Su director, Agustí Villaronga, en una de las tantas veces que subió a las tablas del Cervantes, ponía en valor ese instrumento del cine: «Lo que me conmovió fue la manera de tratar y la poesía con la que se trataba un tema tan trágico como los naufragios. Debemos tener más humanidad y ponernos en situación de los otros», concluía en su discurso el director de 'El ventre del mar'.
Melodías desde las raíces
Algún que otro momento emotivo acompañó a la gala. Y, como en cada ceremonia, el toque musical no podía faltar sobre el escenario. Las primeras notas de la gala de clausura las puso el cantautor chileno Manuel García, que con conexión virtual a través de la gran pantalla proyectada en el Cervantes, dejó un momento melódico tranquilo y pausado en la gala junto a su guitarra. Con eso mismo bromeaba Santiago Segura: «Os he visto que os salíais de la silla y todo», decía al público.
En esta celebración de la cultura, los momentos reivindicativos siguieron tomando la palabra, como con la actriz Itziar Castro, que en su intervención arrancó un emotivo aplauso en homenaje a todas esas víctimas por violencia de género, que estos días ha estado tan presente en las noticias. «El machismo nos está matando», puntualizaba la actriz emocionada.
Después de varios 'gracias' gritados al unísono por el público, el momento final de la gala se acercaba. El presidente de honor del Festival de Málaga, Antonio Banderas, ponía el broche de oro a la gala de clausura entregando la Biznaga de Oro a la mejor película española: 'El ventre del mar'. Y, además, introdujo en clave malagueña el último espectáculo de la noche: «Vamos a terminar la gala con sobredosis de Málaga», introducía el actor. La panda de verdiales de los Baños del Carmen aparecía por el final de la sala para subir a las tablas y dejar la huella malagueña con las voces de Diana Navarro y Rodrigo Cuevas. Y, para terminar, como dijo José Mota: «Cuando acabe la gala tenéis la opción de ir a tomaros unos espetos en la playa o ver la peli 'García y García'. Vosotros sabréis», bromeaba.
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