El Festival de Málaga planta cara al machismo

Cualquier festival de cine español, como históricamente le ha ocurrido a Málaga, será desequilibrado por naturaleza en una industria donde las mujeres apenas representan un treinta por ciento, según los últimos datos de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, que por cierto ha presentado su informe anual durante esta semana, pero esta edición parecen haberse alineado los astros (y la organización, no nos engañemos) para plantar cara al machismo en la edición más igualitaria de las que se recuerdan. Judith Colell, directora de '15 horas', lleva la violencia machista a la sección oficial bajo el convencimiento de que «tenemos que seguir hablando de esta lacra hasta que no haya ninguna mujer muerta, ni una». Pero la mirada feminista se ensancha hasta el mundo rural, escenario de 'Destello bravío', la cinta donde Ainhoa Rodríguez convierte a un grupo de mujeres de pueblo en actrices: una se deja mensajes en la grabadora por si pierde la memoria, otra sufre un matrimonio anodino en una casa llena de santos y vírgenes... Como una revelación, una de ellas vaticina: «Va a pasar un destello bravo, bravío, y todo va a cambiar».

Pero hay más: tras el triunfo de Pilar Palomero en 2020 con 'Las niñas', cuyo eco llegó hasta los Goya, y las buenas críticas cosechadas por 'La boda de Rosa', de Icíar Bollaín, las mujeres copan esta edición. Han hecho falta más de veinte años para que medio centenar de directoras participen en el Festival. Siete de ellas optan a la Biznaga de Oro en la sección oficial: además de Carol Rodríguez, Judith Colell y Ainhoa Rodríguez, emergen los nombres de Claudia Pinto ('Las consecuencias'), la malagueña Macarena Astorga ('La casa del caracol') Júlia de Paz Solvas ('Ama') y Djin Sganzerla ('Mulher oceano'), que también aspiran al premio principal. 'Ama' y 'Destello bravío' desprenden de hecho olor a premio desde sus estrenos.

Fuera de concurso podrá verse 'García y García', la comedia que ha unido por primera vez a Pepe Viyuela y José Mota y que está dirigida por la cineasta vasca Ana Murugarren. También bajo la firma de una mujer en la dirección de varios de sus capítulos y protagonizada por Maribel Verdú, el certamen ha acogido el adelanto de la serie 'Ana Tramel. El juego', que cuenta con Gracia Querejeta, una vieja conocida en Málaga, donde ya presentó '15 años y un día', con la que ganó, y 'Héctor'. En la sección de cortos, la actriz Verónica Echegui ha debutado en la dirección con 'Tótem Loba'. También la ganadora de 2017, Carla Simón, realizadora de la emocionante 'Verano 1993', ha vuelto al festival para presentar el documental 'Correspondencia' junto a Dominga Sotomayor.

En tres de las últimas cuatro ediciones, en cualquier caso, una mujer ha levantado el mayor galardón de este certamen, la Biznaga de Oro a mejor película. Algo está cambiando. Y Málaga podrá decir, dentro de muchos años, que formó parte de la revolución.