27 Festival de Málaga: 'Nos vemos en otra vida' cuenta el inicio del 11-M para «sanar» la herida

Los cineastas Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo estrenan 'Nos vemos en otra vida' el próximo 6 de marzo en Disney+. Una serie de seis capítulos basados en el libro del periodista Manuel Jabois, 'Nos vemos en esta vida o en la otra', en base a la entrevista que le concedió Gabriel Montoya Vidal, mayor conocido como 'Baby' y primer arrestado por el 11-M.

En aquel entonces Gabriel Montoya tan solo tenía dieciséis años cuando conoció a Emilio Trashorras, con el cual participaría en el traslado de los explosivos usados en el atentado. Y su testimonio terminó siendo clave en el macro juicio que tuvo lugar en 2007.

«Al leer el libro nos pareció increíble poder contar la historia desde la visión del primer condenado que, además, era menor» expresa Alberto Sánchez-Cabezudo. Para ello tuvieron que documentarse y encontrar la manera de visibilizar una historia que causó tanto dolor, pero que «tan necesaria es de contar para poder sanar».

¿Cómo es posible que el primer condenado por el 11-M fuese un chico de 16 años de un barrio de Avilés? Esta pregunta fue la primera que Alberto y Jorge Sánchez-Cabezudo –además de todos los que siguieron este suceso- se hicieron. «Solamente el querer entender y responder a esa pregunta motiva a cualquier periodista o creador a contar lo sucedido», razonan.

«Estuvimos un año pensando cómo abordar este tema tan complicado», declara Jorge Sánchez-Cabezudo ante la ecuación que tenían delante. Estos hermanos realizan crónicas criminales combinadas con un drama social, aunque nunca se habían encontrado frente a las víctimas, sobre todo cuando tienen nombre y apellido. «Hablamos con los afectados, leímos todos los sumarios y teníamos vídeos del juicio», explica a la vez que afirma que las declaraciones de la serie son tal cual a la de los propios testigos.

Gabriel Montoya fue un testigo presencial, había llevado a los yihadistas y sabía de la existencia de la dinamita, podía contar de primera mano cómo se elaboró el plan sin ni siquiera él saber su fin. Los hermanos Sánchez-Cabezudo decidieron narrarlo desde la naturalidad y realidad del asunto en ojos del propio 'Baby'.

«También cogíamos una cierta distancia del personaje», cuenta Alberto Sánchez-Cabezudo por la necesidad de crear un personaje, aunque este fuese representativo. No obstante, los directores y también productores de Kubik Films no valoraron la idea de recrear nada parecido a un ataque ni al sufrimiento que conllevó, pero, sí necesitaban confrontar a los personajes con lo que habían hecho.

La serie refleja a la perfección el entorno asturiano, e incluso, la realidad de 2004. «Hemos grabado un poco en Avilés y fuimos a Mina Conchita a la misma hora y el mismo día de febrero que fueron los yihadistas y nos impactó muchísimo», revela Jorge Sánchez-Cabezudo. Sin embargo, tras 20 años, estos lugares no tienen la misma esencia y buscaron otros decorados naturales como Gijón para grabar.

En la producción de esta serie la cámara tiene un gran peso: «Cuando es pequeño y todavía no conoce lo que lleva, vamos con él, pero en el momento en el que lo va sabiendo, la cámara se distancia», mencionan. Más tarde, aparece la figura estática del periodista que pregunta lo que todos querían saber.

'Nos vemos en otra vida' aporta al cine, según sus productores, «una memoria histórica sobre uno de los hechos más trágicos de nuestra democracia en estos últimos 50 años que ha quedado olvidada». «Fijar un relato y contar lo que sucedió es una forma de poder curar esta herida social», exterioriza Alberto Sánchez-Cabezudo.

«No queríamos recrearnos en nada, pero tuvimos mucha suerte porque la realidad en sí ya era sorprendente», explican ante el giro de la trama donde el 'chaval' que hay sentado en un banco termina siendo cómplice del mayor atentado europeo.

«Para que fuese natural, los chicos de barrio tenían que ser chicos de barrio, no queríamos actores muy famosos», así que, determinaron realizar un 'street casting' en Asturias. «Al terminar la audición Lucía de producción pasó delante de un McDonald y vio saliendo a un chico con mohicano, rapado por los lados y una melena larga», manifiesta Alberto Sánchez-Cabezudo. Lo grabaron y descubrieron que «tenía algo magnético» para hacer el papel protagonista de Gabriel Montoya, de modo que, en dos meses convirtieron a Roberto Gutiérrez en un actor novel.

«Roberto es un fuera de serie, él viaja por primera vez a Madrid y entra en nuestra oficina sin saber muy bien a qué viene», cuentan los directores sobre como el chico de diecinueve años los había buscado en internet y desconfiaba de lo que le estaban ofreciendo. «Trabajamos con la coach María Cantuel, que le hizo un training de interpretación brutal en dos meses», comenta Jorge Sánchez-Cabezudo.

En esta selección de reparto, también podemos encontrar a Quim Ávila como Gabriel Montoya Vidal de adulto, Pol López como Emilio Trashorras, Tamara Casellas como la madre de Baby y Mourad Ouani como «El Chino».