Las fechas de estreno en salas o en plataformas cancela algunas de las películas y series anunciadas, mientras otras están retrasando sus fechas y podrán ir al festival.

El Festival de Málaga juega la prórroga en la crisis del coronavirus

El certamen trata de reponerse del golpe de la cancelación con su retraso a mediados de junio. La sección oficial pierde las series y algunas películas, aunque conserva los esperados títulos de Bollaín y Trueba

Domingo, 15 de marzo 2020, 00:59

No es la primera vez que la realidad supera a la ficción en el Festival de Málaga Cine en Español. Hace justo una década, la crisis económica llegaba a la alfombra roja del certamen, que a partir de 2010 recortó una jornada para adaptarse al drama que había ido recortando su menguante presupuesto. Dos años después, la reducción de ingresos y la deuda acumulada dejó al certamen al borde de la desaparición. Una situación límite de la que salió en 2014 al recuperar esa jornada que había perdido años atrás y cierta autoestima por la normalización de sus cuentas. La muestra ha vivido situaciones difíciles, pero jamás se habían enfrentado a una cancelación como la que ha provocado esta semana la pandemia del coronavirus Covid-19. Un revés para el festival que está intentando minimizar los efectos negativos para su programación y su economía pidiendo una prórroga que le permita transformar la suspensión en un aplazamiento. La idea es celebrarlo justo antes del verano, un escenario en el que previsiblemente la crisis sanitaria estaría controlada. Aunque sería un certamen diferente y sin algunas de las grandes figuras y películas que, como se ha reconocido unánimemente, formaban la mejor cartelera de su historia. Estos son los retos de la pospuesta 23 edición.

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La nueva fecha

Tal día como hoy, domingo 15, el mexicano Gael García Bernal estaría recibiendo el Premio Málaga SUR y Achero Mañas presentando su regreso a la dirección tras casi una década, 'Un mundo normal'. Y así una película tras otra y un homenaje tras otro hasta conocer la Biznaga de Oro el próximo sábado 21. Ese era el guion hasta que la crisis del coronavirus puso en jaque esta semana a toda la sociedad. Pero pese a perder alguna pieza del tablero de su sección oficial, el Festival de Málaga ha eludido el mate de la jugada con su aplazamiento para mediados de junio, según avanzó a SUR la concejala de Cultura, Noelia Losada, que señaló que esta fecha supera el plazo de 8/12 semanas previsibles para el control de la pandemia.

El certamen malagueño reclama al Ministerio de Cultura un tercio de lo que aporta al de Festival de San Sebastián, unos 300.00 euros

De esta forma, el Festival de Málaga plantea una edición más reducida que la original (planificada del 13 al 22 de marzo) y tiene previsto volver a montar su alfombra roja en el Cervantes la semana del 15 y 21 de junio, justo después del concierto en el teatro de El Arrebato (13 de junio) y antes de la celebración de la actuación de Pascual González (23 y 24) y la gala de los premios Max (lunes 29).

¿Qué películas pueden venir?

De las 25 películas de la sección oficial, tanto dentro como fuera de concurso, el certamen perdería, en este momento, alrededor de un tercio. Las primeras producciones en caerse han sido las series, a las que el certamen ha abierto un hueco en su programación desde hace un par de ediciones. Tanto la comedia 'Vamos Juan', creada por Diego San José, y la esperada producción de Movistar 'La línea invisible', de Mariano Barroso y con Antonio de la Torre, mantienen sus fechas de estreno a finales de marzo y en abril, respectivamente, por lo que se caerían del programa de Málaga. Por su parte, la producción de Netflix 'Valeria' y la serie de Joaquín Oristrell para TVE, 'HIT', no tienen aún fecha de emisión, pero probablemente se estrenarán antes de junio.

En el capítulo de películas, la cinta inaugural prevista, el 'thriller' 'Ofrenda a la tormenta', ha atrasado al 12 de junio su estreno, aunque todo apunta a que quedará fuera del certamen. En abril se mantiene en cartelera una de las grandes bazas de la sección oficial, 'Historias lamentables', por lo que la cinta de Javier Fesser también se perdería la cita, salvo que se decida su retraso por los acontecimientos, como confirman a SUR desde la productora. Para mayo también están fijadas las cintas de Achero Mañas, 'Un mundo normal'; David Ilundain, 'Uno para todos', y el fuengiroleño Álvaro Díaz Lorenzo, 'La lista de los deseos', por lo que si no aplazan su estreno, se perderán el festival.

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Estas producciones serían las bajas del certamen que, por contra, conserva pesos pesados, como Iciar Bollaín, con 'La boda de Rosa, y David Trueba, con 'A este lado del mundo', y un par de títulos de nuevos talentos, como 'Las niñas', de Pilar Palomero, y 'Orígenes Secretos', de David Galán Galindo. El cine iberoamericano también se podrá conservar casi al completo. Así, una de las pocas cintas con fecha de estreno en marzo, 'Chicuarotes', dirigida por el actor y homenajeado esta edición Gael García Bernal, también ha atrasado su estreno en nuestro país.

La necesaria financiación

La cancelación in extremis del Festival de Málaga ha sido un varapalo para un «trabajo desarrollado durante todo un año por un gran equipo», afirma el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar. Además del golpe a la cinefilia, ha supuesto un quebranto económico para un certamen cuyos ingresos vienen en un 30% de patrocinios. A ello se une una infrafinanciación por parte del Ministerio de Cultura, que desde hace años solo pone 100.000 euros de los 3,2 millones del presupuesto actual. Una cifra ínfima si se compara con el otro gran festival que se celebra en España, Donosti, al que el Gobierno central aporta 1,1 millones. «Si San Sebastián tiene el triple de presupuesto que Málaga, lo razonable es que recibiéramos una aportación proporcional» del ministerio, reclama Vigar, que pide subir a unos 300.000 euros la inversión estatal. Una financiación justa, pero aún más necesaria en la coyuntura por la que está pasando este festival «estratégico» para el cine español.

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Juan Antonio Vigar, junto al cartel con la 'M' de Málaga de la 23 edición del Festival. Félix Palacios

Juan Antonio Vigar: «Mi ilusión es que el NeoAlbéniz entre en servicio en la 25 edición»

Además de una edición aplazada y por organizar de nuevo, el Festival de Málaga tiene por delante otros dos retos fundamentales para los próximos meses y años: la construcción del NeoAlbéniz y la fusión con el Teatro Cervantes. «Mi ilusión es que el nuevo cine pudiera entrar en servicio en la 25 edición», señala a SUR el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, que explica que para este año están presupuestados los «trabajos de indagación arqueológica» en el solar que ocupan ahora mismo dos naves –una de ellas en estado de ruina– en la Plaza Jesús el Rico.

El responsable del certamen explica que la finalización del proyecto está «ajustada por los plazos administrativos» –todavía más con los retrasos que está provocando la crisis del coronavirus–, pero hace hincapié en el apoyo e interés de la concejala de Cultura, Noelia Losada, en la tramitación de esta nueva instalación por el triple beneficio que proporcionará este futuro espacio: sus salas de exhibición darán más opciones de estrenos a la colapsada cartelera del Albéniz, urbanísticamente supone recuperar una zona degradada y abrir al peatón la calle sin salida Pozo del Rey, y aportará una sede fija para el Festival de Málaga en el NeoAlbéniz, donde además se dispondrían de dependencias para productoras interesadas en rodar en Málaga.

Otro de los temas que el director del Festival de Málaga y gerente del Teatro Cervantes tiene sobre la mesa es la fusión en una sola empresa de las dos sociedades municipales que él mismo dirige. «Será una integración basada en criterios objetivos de rentabilidad para optimizar los recursos humanos y las estructuras de gestión para ser más funcionales, eficientes y coherentes», afirma Vigar, que deja «claro» que esta operación no originará despidos ni «pérdida de derechos para sus trabajadores porque el personal de las dos empresas es su principal activo». La unión de las dos mercantiles tendrá que estar culminada antes del 30 de junio, un plazo que paradójicamente va a coincidir con la celebración del Festival de Málaga tras el aplazamiento de la 23 edición por el coronavirus.

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