Derroche de glamour frente al mar: los mejores looks del 'photocall' inaugural

'The show must go on'. Aquella declaración de intenciones que abanderó Queen a principios de los 90 bien podría ser la banda sonora de esta edición. Por mucho que el Covid se empeñe en seguir poniendo trabas, Málaga vuelve a acoger la gran fiesta del cine en español. La pandemia escribe por segundo año consecutivo el guión de este certamen, sujeto de nuevo al corsé de aforos, protocolos y medidas sanitarias. Pero el show tiene que continuar. Sin alfombra roja. Sin el calor del público malagueño a las puertas del Teatro Cervantes, pero con las mismas ganas de sacar músculo y reivindicar que el séptimo arte patrio tiene mucho que decir. Y de festejar. Con la moda también como gran protagonista.

Así quedó patente este jueves en los jardines del Gran Hotel Miramar. Unas 60 personas estaban citadas en este privilegiado escenario junto al mar. Pasadas las 18.00 horas -y bajo un sol de justicia-comenzó el desfile por el photocall instalado en este complejo de gran lujo. La antesala a la inauguración de la que será la edición más larga (y van 24) de la historia del certamen malagueño.

Ante los flashes, looks muy dispares. Propuestas brillantes defendidas con sobresaliente y grandes desaciertos de esos que arrancan un arg. Y es que colarse en el codiciado listado de 'mejor vestidas' no es tarea fácil. Se trata de un palmarés que requiere de buen gusto, olfato y un equipo de buenos asesores y estilistas. Cada pieza cuenta en este examen, que muchas actrices lograron superar con nota.

Entre ellas las presentadoras de la gala, Toni Acosta y Silvia Abril, que fueron las encargadas de romper el hielo. Llegaron con el mejor complemento que existe: una gran sonrisa. Y conquistaron con dos sofisticadas propuestas bien escogidas. Acosta de rosa bebé, con un diseño asimétrico de Pedro del Hierro con estudiadas aberturas -eso que en moda llaman ahora 'cut out'- y Abril con un elegante vestido negro de escote bardot con pedrería firmado por la firma de alta costura valenciana Isabel Sanchis. Su silueta de sirena con caída en cola -que la propia Acosta se encargó de colocar en su sitio adecuado para el posado- era un claro guiño a los años dorados del viejo Hollywood. Ambas impecables.

El blanco, el negro, el azul marino y el rosa fueron los reyes de la paleta en una tarde en la que las pailletes y los acabados metalizados también se impusieron. Y es que tras meses duros de confinamientos y cierres perimetrales había ganas de sacar a pasear el 'brilli brilli'. Goya Toledo se apuntó a este tendencia con un espectacular top con maxi lazada rematando un escote corazón y mini falda de Isabel Marant con falda de volantes. La actriz sustituyó los clásicos pendientes por un earcuff de la colección de Alta Joyería Messika by Kate Moss con el que marcó la diferencia. Anna Castillo fue otra de las que recurrió a los destellos.En su caso con un dos piezas cuajado de micro pailletes obra de Missoni con el que deslumbró. También lo hizo Andrea Duro. La actriz se enfundó un falso mono negro de Andrew GN compuesto por una blusa negra de mangas farol en crepé italiano y unos pantalones de estilo palazzo. Su cuello bobo cuajado de aplicaciones a juego con el cinturón coronaron un estilismo rompedor.

Desafiando a la mala suerte, de amarillo, hizo el paseíllo Blanca Romero. Muy original con un traje de chaqueta crop -a la cintura- con botones joya y pantalón a juego en clave 'total look' firmado por la marca asturiana Apparentia. No pasó desapercibida, como tampoco lo hicieron algunas de las actrices con looks más atrevidos, entre las que destacaron Stephanie Cayo -con un Zuhair Murad lencero semi transparente que dejaba a la vista parte de su exhuberante silueta-, María Hervás -con un mini vestido de tul rosa tipo corsé de Victor von Schwarz que llevó con unas botas mosqueteras de vinilo rojo- o la actriz canaria Michelle Calvó, de las más sexys de la cita con un vestido negro minimal con escotazo de espalda de Dsquared2.

La anécdota del día la firmó María Castro. La actriz explicço que «no tenía tiempo de ir de showroom en showroom». Y tomó una sabia decisión: ser práctica. ¿Solución? Abrir el armario y desempolvar el que fue su segundo vestido de novia. Ese que llevó -cola remangada mediante- durante aquel «porté de Dirty Dancing» en septiembre de 2018. Ayer, casi tres años después, Castro posó en el photocall con el mismo traje. Un diseño romántico en blanco roto que la actriz confesó que le hacía especial ilusión reciclar, por el significado emocional.

Entre los invitados malagueños (entre los que no faltaron habituales como Fran Perea, Canco Rodríguez o Noemí Ruiz), acaparó miradas el escritor Javier Castillo -que no dudó en sacar su móvil para inmortalizar el paso por la alfombra de su mujer, la reconocida influencer y experta en moda Verónica Diaz, perfecta con un modelazo morado de Elisabetta Franchi. Elena Martínez, por su parte, barrió para casa y optó por un diseño de seda en azul noche con pedrería en el escote de la firma malagueña Sonia Peña. También de una marca local -Mann Ceremonia- se dejó ver el director malagueño Ezekiel Montes, con un original traje azul con estampado pashley con el que logró el pase a los mejores vestidos en el capítulo masculino.

En peluquería y maquillaje este segundo photocall de la 'era Covid' será recordado por la naturalidad. Las coletas, los recogidos altos y las melenas sueltas han sido los peinados estrella. Unas lisas sin más, otras con ondas al agua o efecto mojado para darle un poco más de glamour al resultado. La sencillez se ha impuesto. Con alguna excepción. A destacar las incrustaciones de pedrería en la coleta de la actriz María Hervás, una de las protagonistas de 'El Cover', la ópera prima de Secun de la Rosa encargada de dar el pistoletazo de salida a este Festival de Málaga. Por delante, once días para dar cabida a toda la programación prevista con la moda como estrella invitada en un escaparate 'de cine'.