Eduard Fernández, el actor del momento que salta por primera vez a la dirección

De hecho, Eduard Fernández no es solo el actor del momento, sino una de las personas del mundo del cine de las que más se ha hablado en los últimos tiempos. Viene de ganar su cuarto Goya por 'Marco' en una carrera de premios en la que ha arrasado sin medida. Pero es que también podría haber sido galardonado por 'El 47', en la que lleva todo el peso de la película, una de las más populares de todo el año pasado.

Por si esto no fuera poco, el actor fue el invitado central del programa de Jordi Évole justo un día después de ganar el Goya; en una entrevista en la que habló largo y tendido sobre su vida y sobre sus adicciones por primera vez de una manera muy honesta y transparente. Y en mitad todo ello, el corto. «Ha sidototalmente fruto de la casualidad, lo que pasa es que a veces la casualidad da la apariencia de que esté todo programado y este año lo parece», cuenta a SUR el intérprete, que reconoce que uno nunca sabe qué película va a gustar. «'El 47' ha sido una película muy popular, que ha visto mucha gente, que ha llegado mucho. Y 'Marco' es una película con un personaje inacabable, creo que es el personaje más complicado y la mejor que he hecho. Y rodé un corto como director que se estrena ahora. Al final las casualidades a veces tienen incluso sentido, ¿no?», se pregunta.

Tal y como él mismo explica, el corto parte de una imagen que tenía hace por lo menos 40 años en la cabeza. La imagen de un hombre que huía «por aquí», dice señalando su frente, avanzando una imagen literal del metraje del corto. «Y luego fui construyendo lo anterior, que tiene que ver con la enfermedad mental o con la adicción, que yo sé de qué va y que ahora se sabe tras mi entrevista con Jordi Évole», recalca.

Momentos «chungos»

Eduard Fernández quería contar algo que cree que no se cuenta mucho, que es lo que ocurre con las soledades «de todos», con esos momentos «chungos» que tiene uno en casa, encerrado, solo y que no contamos a nadie. «Todos hemos tenido esos días o esas temporadas de estar muy mal. Quería afrontar eso y compartirlo con todos, ver cómo un hombre huye de sí mismo por un desierto hasta aprender a mirarse a un espejo», explica.

Tras esta experiencia, la pregunta lógica para alguien tan influyente en el mundo del cine es si esto es una cuestión irrepetible o bien el camino a seguir. «No sé, me gustaría contar una historia más larga algún día, pero lo más difícil en el cine es el guión. Hasta que no tenga uno, no puedo saber si lo haré o no. Yo siempre he hecho las cosas muy a mi manera, por eso dirigir algo escrito por otro no me provoca ningún interés porque no soy director», replica. Aun sí, en esa dualidad entre guionista y director no se ve más en un papel que en otro. «Me veo en los dos, pero tengo que parirlo para que sea a mi manera».

Precisamente, y sobre todo si uno conoce el contenido de lo que dijo con Évole, la relación entre su vida y al menos una parte del argumento del corto, tienen varias similitudes. ¿Por qué hacer público todo esto ahora? «Y, ¿por qué no? Porque si alguien ha hecho un proceso y ha hecho un proceso bonito y que está bien, ¿por qué no compartirlo? La adicción es una enfermedad que da mucha vergüenza. Se tiene como que es algo de un tarado, como un fiestero. Pero hay que hablarlo y afrontarlo», sentencia.