La discoteca Liceo lleva más de diez años de acuerdo para hacer fiestas del festival y despliega la alfombra roja en su puerta. C. Pinto
El impacto del festival

Las discotecas, el coworking del Festival de Málaga

Las discotecas se convierten en el punto de encuentro de muchas productoras que eligen los locales del Centro para celebrar sus fiestas privadas o se unen al resto de malagueños para pasar la noche en la capital

Domingo, 3 de marzo 2024, 00:29

Por el día, entrevistas, ruedas de prensa y proyecciones. Pero por la noche también hay vida en el Festival de Málaga. Desde hace años se habla de las fiestas privadas de este certamen con las celebridades más reconocidas en lugares fuera del circuito del Centro ... de la ciudad, pero en las últimas ediciones son muchos los equipos de películas y series que se quedan en los locales de los alrededores del Teatro Cervantes, AC Málaga Palacio y otros puntos fuertes del festival. A los ya habituales turistas o paisanos que salen en la noche malagueña se unen los guionistas, operadores de cámara, técnicos, actores y directores de cine que buscan un lugar donde pasar un buen rato de desconexión. Aunque también supone un momento en el que conocerse más a fondo y plantear posibles proyectos futuros, de ahí a que muchos reconozcan a las discotecas malagueñas como un momento más de coworking del Festival de Málaga.

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Eso lo saben bien en Liceo, el palacete de la marcha en calle Beatas, que lleva más de diez años con un acuerdo para ser parte del 'Oficial VIP Party' del certamen. Esta discoteca, que en su horario habitual tiene la apertura sólo fines de semana, durante el Festival de Málaga sí que tiene fiesta durante todos los días. «Tenemos ya algunos eventos cerrados con productoras y con la sección de Mafiz: desde cesiones del espacio, celebraciones 100% privadas, otras de acreditados del festival o sólo algunas zonas acotadas del local», especifica Coco San Emeterio, uno de los socios de Liceo. «Apoyamos la industria del cine y nos sentimos parte del festival cada año porque aquí, a parte del beneficio económico, lo mejor es que somos el lugar donde se generan muchos negocios y contratos, es un momento en el que se conocen y comparten sinergias», añade el copropietario de la discoteca Liceo.

Desde el Soho, Sala Antojo ofrece cada día música en directo, uno de los grandes atractivos para los que la visitan. Sur

En Copenhague, pub indie del Centro, no son colaboradores oficiales pero sí que saben lo que es recibir a productores del Festival de Málaga. El año pasado hicieron una fiesta privada durante una tarde aunque luego abrieron al público habitual por la noche, por eso esta edición se espera que pueda haber alguna colaboración también. «Estamos justo en el lateral del Teatro Cervantes y tenemos un tipo de música que reclaman mucho los que vienen al festival», cuenta Fernando Salcedo, uno de los socios de Copenhague y de Antojo, discoteca en el Soho que este año vive su primer Festival de Málaga. «En la anterior edición aún no habíamos abierto la sala, por ahora hemos tenido algunas peticiones y estamos negociando», admite el empresario.

Fiestas de última hora

Igual pasa en salas como Theatro o Gold, donde otros años se han hecho fiestas privadas o simplemente espacios VIP reservados para las promotoras. «De normal no nos afecta mucho porque normalmente el festival organiza sus propias fiestas, tanto la de bienvenida como la clausura en espacios privados que no están abiertos al público. Ahí no nos beneficia nada. Pero sí que es verdad que casi todos los años suele caer alguna fiesta de última hora cuando llegan las galas de premios y quieren un espacio para celebrar ellos», detalla Juan Rambla, propietario de estas discotecas del centro y presidente de Andalucía de Noche.

Algunas fiestas cerradas ya hay en Tennessee, tal y como desvela a SUR uno de sus socios, Ángel Estacio: «Ya tenemos algunos eventos para por la tarde con actores y directores, otros años también lo hemos hecho así. Todo lo que sea alrededor del Centro siempre nos beneficia, incluso la Copa del Rey de baloncesto que se celebró hace unas semanas también hizo que tuviésemos más público. El crecimiento de Málaga es el nuestro», confirma el propietario. Así es como el Festival de Málaga tiene vida de día, pero con el ocio nocturno se confirma que la noche es parte de él.

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