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cristina pinto
Sábado, 22 de agosto 2020, 01:01
Mucho antes de aquella noche del sábado 16 de noviembre de 2019, la cabeza de Dani García ya estaba tramando su adiós a la alta cocina. Incluso antes de conseguir la tercera estrella Michelin en noviembre de 2018. Y hoy, la despedida más importante del chef marbellí ... llega en forma de documental a las pantallas del Cine Albéniz dentro de la sección 'Cinema Cocina' del Festival de Málaga: 'La última cena'.
La vida, los objetivos personales y el ritmo del día a día. Muchos factores fueron los que hicieron que Dani García Restaurante realizase su último servicio tres estrellas esa noche del año pasado. «Estuve mucho tiempo antes meditando esa decisión. Llegó un momento en el que me aburrí del mundo de la alta cocina. Pensé que cuando consiguiese la tercera estrella, me marcharía», reconoce el cocinero. Y así fue, apenas un año después de conseguir la máxima categoría, cerró una etapa de más de 25 años.
Nunca es suficiente cuando se habla de sentimientos. Y esa última cena fue apasionante para el chef. «Ha sido la noche más importante de mi vida, no voy a tener una noche como esa», confiesa. El Cine Albéniz será testigo de veintidós minutos repletos de emoción, aunque tan solo sea un pedacito de esa cena tan especial. «Es difícil resumir tanta carga sentimental en ese tiempo, pero es muy bonito ver cómo las imágenes transmiten los sentimientos que había allí», explica Dani García. Alrededor de ochenta invitados entre familia y amigos le acompañaban en su gran noche. Compañeros como Joan Roca, Ángel León, Paco Morales, Ricard Camarena, Josean Alija, Quique Dacosta, José Carlos García o Dani Carnero fueron sólo algunos de la gran lista de comensales. Pero dos asistentes eran los más especiales: su madre y Ferran Adrià. «Son dos personas fundamentales en mi vida», apunta el marbellí.
Su despedida en los fogones de Dani García Restaurante estuvo llena de detalles, entre ellos, el menú con el que el cocinero fue despidiéndose durante el último año. Denominado 'Madre', los platos formaban parte de un recorrido por las elaboraciones más importantes que había preparado durante toda su carrera profesional. «Es el significado de madre en muchos sentidos: familia, Marbella, Andalucía y platos típicos de la tierra como el gazpacho o el gazpachuelo. Significaba todo un año al completo», puntualiza.
Dani García explica los sentimientos de ese día en tres momentos. «A pesar de todo tengo tendencia a emocionarme. Fue muy especial el último 'breafing' con el equipo, también el hablar un poco en la presentación a mis compañeros y familia y cuando sacamos el último plato. Me dio pena no poder expresarme como me hubiera gustado, pero fue el momento», admite.
La decisión de abandonar la alta cocina no fue respetada por todos de primeras. A pesar de que algunos lo sabían con antelación, el mundo culinario no podía creer que Dani García iba a dejar el firmamento gastronómico. «Había gente con la que hablaba y era como el que escucha llover, no se lo creían. El día que se lo dije a mi madre y no me entendió, fue muy duro. Ya con el tiempo todos fueron comprendiendo el porqué», recuerda.
En lo que se refiere a su equipo, el chef entiende que muchos de ellos quisieran seguir en el restaurante de tres estrellas: «Les pedí perdón porque sabía que para algunos era un sueño estar allí. Pero les aseguré que lo que venía era mucho mejor, que lo que teníamos que hacer era pasarlo bien, cocinar y llenar un hueco que en la gastronomía estaba vacío», justifica. Al terminar ese día, la mente de Dani García no le dejaba dormir. Tumbado en la cama se le venían a la cabeza todas las imágenes de esa noche y la sensación de que había llegado al objetivo que había soñado durante años. Entre suspiros relata el momento: «Te cuesta dormir por todo lo que ha pasado, pero sentía mucha paz conmigo mismo, había sido fiel a lo que llevaba años intentando cumplir».
El rey marbellí de los fogones no temía nada porque tenía su proyecto de futuro muy claro. «Es como cuando estás seguro de que te quieres casar con esa persona y no sabes explicar el porqué, solo sabes que lo tienes muy claro. Eso sentía yo», aclara el chef. En el sitio de Dani García Restaurante llegó en junio Leña, con el que las intenciones del Grupo Dani quedaron claras. «Prefiero cocinar para cien mil personas al año en un entorno casual como un BiBo que en un restaurante de alta cocina donde vengan diez mil al año», asegura.
Creando conceptos, diversificando la gastronomía y reflexionando sobre su cocina es como Dani García se siente cómodo y optimista con lo que viene: «Ahora me siento libre. Hay que creer en el destino, hay que creer en lo que estamos construyendo, en tu equipo y, sobre todo, en ti mismo». A pesar de que la hostelería no esté pasando una buena racha por el Covid-19, el chef asegura que «todo va mejor de lo que hubiera soñado». «Tengo la sensación de que estamos en el sitio donde deberíamos estar en 2022, es un gran momento», añade. En lo personal, su vida ha dado un giro de 360 grados: «Llevaba 25 años llegando a las dos de la madrugada a mi casa. Ahora tengo tiempo para disfrutar de mi familia y pensar», cuenta feliz.
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