David Trueba regresa al Festival de Málaga con 'El buen hombre', un retrato sobre la separación y la pareja

«Cuando me hablaron del concepto de hombre bueno me hizo gracia y me interesó muchísimo porque pensé que esa persona proyectaría su propia biografía sobre la pareja como aquí le pasa al personaje de Jorge Sanz», ha explicado Trueba en la presentación del filme, en el que el veterano actor da vida a ese consejero 'amateur' que se resiste a interpretar el papel de juez de esta pareja, a los que curiosamente dan vida dos actores también apellidados Sanz, Macarena y Vito. Y ninguno son familia. Estos dos últimos dan vida a la pareja que se respeta y son «sensibles, pero que son como los pájaros que chocan contra el cristal, ellos se han chocado contra el cristal de la pareja y salen atolondrados de la relación», ha apuntado el cineasta de ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ y recientemente nominado al Goya por el ‘biopic’ sobre el humorista Eugenio ‘Saben Aquell’.

Trueba, prácticamente de un cine marcado por los sentimientos y las emociones, aboga por el uso de estas alternativas y soluciones que ofrecen los tiempos siempre que se pueda, frente a las vías de las demandas, los abogados y las vistas orales. «Estos elementos son mejores que acudir a un tribunal que tiene diez minutos para sentenciar el futuro de una pareja y sus hijos», ha afirmado el director y candidato hace unas semanas al Goya por 'Saben Aquell', sacando su también acreditado perfil crítico.

En este sentido, 'El hombre bueno' también reflexiona sobre el desgaste de la pareja y la capacidad de superar las crisis. «A nuestra generación se la han planteado las relaciones como conquista y abandono, principio y final, pero me pregunto si no deberíamos aprender de lo que tiene bueno el pasado y si lo interesante del desgaste de una pareja es superarlo porque se sube a una cota superior», ha comentado utilizando un símil ciclista. Por eso ha dicho que, eliminada de la ecuación hoy día el sometimiento del hombre a la mujer y teniendo la herramienta del divorcio, «encuentro tanta gente infeliz que deberían ser más felices que sus abuelos y bisabuelos ya que tienen más libertad, pero la frustración es mayor».

No obstante, Trueba deja todas esas posibilidades sobre la mesa y lejos de aportar lecciones, retrata situaciones sin fórmulas mágicas. «En la película no hay buenos ni malos, sino cada uno con sus anhelos, contradicciones y su intención de querer hacerlo lo mejor posible», ha comentado Macarena Sanz, una de las revelaciones de la película en el papel de esa mujer que siente que su historia de amor de pareja ha fracaso y lo mejor es dejarse ayudar por un tercero para cerrar esa relación sin hacerse daño.

La réplica se la da Vito Sanz que ha contado que precisamente se estaba separando de su pareja cuando el cineasta lo llamó para ofrecerle el papel. «Me dijo que estaba haciendo el Camino de Santiago en bici y le dije: 'Pues sí que estás mal'», han contado entre risas el propio director, a lo que el propio intérprete ya reincidente en el cine de Trueba ha añadido que la película le «dio energía y lo salvó un poco».

Trueba también ha mostrado un excelente entendimiento con el tercer actor protagonista, con el que rodó la serie '¡Qué fue de Jorge Sanz!' y con el que quería volver a trabajar ya que cuando era joven estaba en las portadas de todas sus compañeras de clase. «Es uno de los actores más generosos que he conocido porque hace sentir bien a los demás», ha dicho el realizador, por lo que el papel de 'hombre bueno' de este trío le venía de perlas, aunque no suelen ser los personajes que interpreta.

Una declaración de amista a la que ha correspondido el propio Jorge Sanz al proclamar: «Esta es la faceta que me gusta de David, su capacidad para hacer una película con una buena historia, oficio, ganas y poquito más». «Aunque si me metes en tus películas con presupuesto también estaré encantando», ha apostillado con humor y retranca el actor, que se baña varias veces desnudo en el mar de Mallorca en el que se ambienta la película e incluso hace un salto al agua desde unos cuatro metros de altura y de cabeza.

«Soy como Tom Cruise que hace sus escenas de acción; ya quería verlo yo ahí tirándose en pelotas», exclamó Jorge Sanz, que añadió que en una escena también salvó a otra persona que se estaba ahogando. Sin duda, un héroe de película y real.

‘El hombre bueno’ todavía carece de distribución y, aunque ha confesado que no es de los que se frustra por esas situaciones, ve «que algo va mal en el cine español y hay mucho que se puede mejorar». Fruto de la experiencia, trata de «no luchar contra las barreras que existen y, como sé que no puedo ir con una película como ésta por los despachos, me lo ahorro y la hago con buenos actores y en poco tiempo para levantarla», ha relatado el director que espera que le salgan distribuidores en el certamen. «Me encanta venir al Festival de Málaga donde todavía hay una cierta fuerza e inocencia que no es tan snob como para pensar que si lo ganas ya puedes entrar en el Louvre sin pagar», ha apostillado.