«Venir a Málaga siempre es una alegría», comenta el malagueño Dani Rovira. Y más si lo hace con un estreno bajo el brazo: 'Playa ... de lobos', del director Javier Veiga. No sólo eso. «Vuelvo con una peli y el cariño de la gente, eso es genial». Y acompañado del argentino Guillermo Francella, coprotagonista de esta propuesta que participa fuera de concurso y que discurre entre el thriller psicológico y la comedia.
–La premisa, dos desconocidos y una desconcertante propuesta, recuerda a 'Extraños en un tren'. ¿Es un thriller 'hitchcockiano'?
–Eso habría que preguntarle más a Javier. Pero sí que es verdad que, cuando leímos el guion, uno de los referentes que había encima de la mesa era ese. Es una película que yo defino como inquietante. No sabes hasta cierto punto qué está pasando. Hay comedia, te ríes, pero luego no sabes si me tendría que haber reído. Nada en una atmósfera de cierta incomodidad que me parece muy interesante.
–Manu (personaje de Rovira) está todo el rato incomodísimo con Klaus (personaje de Francella).
–Sí, yo soy como un perrete, lo que siento lo digo, mi personaje es como muy espontáneo, muy de la emoción. Y claro, el personaje de Guillermo es como muy herético… de repente te suelta un discurso, de repente es simpático, de repente le cambia y eso Guillermo lo hace como nadie, es que da miedo. He tenido a Guillermo actuando aquí –se acerca la palma de la mano a la cara– y es un regalo que me llevo.
Mujeres
«Desearía ser dirigido por más mujeres, les discuto muy poco»
–Manu es un tipo que no se hace cargo nunca de nada, no quiere responsabilidades. ¿Es un reflejo de la época que vivimos?
–Sí, puede ser. Yo creo que en la vida de cada persona hay ciertas responsabilidades que no te queda otra que hacerte cargo. Pero sí, igual hacerte cargo de tantas cosas te convierte en una persona evitativa, de no querer compromiso. Este personaje es una persona sencilla, que lo que quiere es su chiringuito, sus titis, sus cervecitas, sus chistecitos con sus amigos, y él no quiere más. Y es lícito.
–En contraposición, Klaus parece el ejemplo de persona que lleva su manera de pensar al fanatismo, algo de nuevo muy actual.
–Esto es como todo, de repente coges una idea y cuando un tonto coge una linde, se acaba la linde y sigue el tonto. La linde no es lo importante, aquí lo preocupante es que hay muchos fanáticos. Pero sí, quizá el personaje de Guillermo también puede estar en esas, pero no se puede desvelar nada. Es que muchas veces hasta Guillermo y yo en lecturas de guion mirábamos a Javier y decíamos: ¿pero esto a dónde va? Se pueden sacar muchas lecturas de esta peli.
Sociedad
«Igual hacerte cargo de muchas cosas te hace no querer compromiso»
–Supongo que conocía a Javier Veiga de la época de 'El Club de la Comedia'. ¿Fue un aliciente para aceptar el proyecto?
–Sí, y puntualmente nos hemos encontrado en algún festival, en alguna cena de cómicos, pero no lo conocí profundamente hasta que se planteó este proyecto. También suma el hecho de que viene de la comedia, de la interpretación, de haber estudiado teatro… Y un guion que se diferenció un poco de todo lo que nos llegaba. Había muchos reclamos y un personaje que me parecía muy interesante, tan simplón en el buen sentido de la palabra, no tiene dobleces. A la hora de interpretar es muy sugerente, porque es como un cachorro, puede vivir siete emociones en una misma secuencia, y eso me ha resultado muy divertido hacerlo.
De cicerone
–Francella es la primera vez que visita Málaga, y además recibe el Premio Retrospectiva del festival. ¿Le hará de cicerone para que conozca la ciudad? ¿Qué le recomendaría?
–Yo le recomendaría un paseíto a Gibralfaro y ver un poco las vistas desde allí. Y bueno, a lo mejor es como muy turístico lo que le diría, pero para una vez que viene a Málaga hay ciertos sitios que no se puede perder, que se tome su vinito en el Pimpi o que vaya a El Tintero a experimentar lo que es comer en una especie de subasta rara… Si tuviéramos más tiempo me iría a los Montes con él, a una venta, a que se 'jartara' a migas.
Guillermo Francella
«Si tuviera tiempo, me lo llevaría a los Montes, a que se 'jartara' de migas»
–Este año, por primera vez, las directoras son mayoría en la Sección Oficial…
–No lo sabía, a mí me parece de puta madre. Quiero decir, ante una igualdad de oportunidades que la gente que tenga talento que sea la que dirija, independientemente de su género. Me parece muy interesante porque prácticamente llevamos toda la vida consumiendo cultura donde el 80% está creada por un hombre, ya sean los cómics, las pelis, la literatura, la música… Yo como hombre, como ávido lector y consumidor de cine, cuando veo algo que está dirigido o escrito por una mujer me provoca cosas diferentes, porque la visión de una mujer en según qué cosas no la hemos mamado, como consumidores de cultura. Yo desearía ser dirigido por más mujeres, porque cuando he sido dirigido por mujeres he sido muy feliz, les discuto muy poco.
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