La catarsis de la violación deja sin aliento al miércoles de Festival de Málaga

'La furia' invadió la sala del Albéniz con su pase de sección oficial a concurso. El público se quedó sin aliento al ver la ópera prima de Gemma Blasco, que conmociona con el viaje emocional que sufre una mujer y todo su alrededor tras una violación. La interpretación de Ángela Cervantes como protagonista, básicamente impecable, recibió todos los halagos posibles en la rueda de prensa celebrada tras el pase. «Esto huele a Biznaga», se dirigieron a la actriz en varias ocasiones. «Quería hacer que el espectador estuviese presente en la agresión pero siendo a la vez respetuosos con las víctimas que pudieran ver la película y los mismos actores», subrayó la directora de 'La furia'.

La película habla de la condición humana, del dolor, la rabia, la venganza, la intimidad… Todo desde una mirada de la realidad que -por desgracia- está en el día a día: «Lamentablemente no tuvimos que ir muy lejos de nuestro contexto para documentarnos del tema. Pero hay que decir que en realidad no mostramos todo el proceso porque no legamos a la sanación; no es una historia de superación, sino que pretende desgranar la oscuridad de un trauma, mostrar una mirada más cruda, visceral y de entraña en la temática de la violencia sexual con los personajes llegando a la catarsis emocional», detalla Gemma Blasco.

Esa catarsis a la que llega Ángela Cervantes, que un día antes estuvo presentando 'Lo que queda de ti', la ha llevado a mostrar su capacidad de conmocionar: «Poder interpretar a un personaje así es un regalo», destacó la actriz, que es la protagonista de esta película desde que Gemma Blasco escribió el guión, tal y como confesó la directora: «Ángela y yo somos amigas desde el instituto y hemos estado trabajando siempre cerca. Yo escribí esta película pensando en ella y sabiendo que podía llegar a todos los puntos que pedía el personaje», confesó Blasco.

De la catarsis de la violación a la catarsis personal de una treintañera perdida en 'Todo lo que no sé'. La película de Ana Lambarri Tella protagonizada por Susana Abaitua muestra cómo una mujer no encuentra su sitio ni en la vida personal ni el la laboral. Es una joven que acaba de perder todo a nivel laboral; que convive con la enfermedad de su padre, en pleno tratamiento de cáncer; que no tiene claras sus emociones y que llega al límite de la salud mental. «Lo importante del personaje es que no se entiende y que incluso puede llegar a caer mal; con la protagonista estamos perturbando al público», confesó la directora.

La actriz Susana Abaitua estuvo en la rueda de prensa en conexión 'on line' y aseguró que para prepararse el personaje ha hecho un trabajo muy meticuloso. «Hablé con mi psicóloga para que me ayudara a entender lo que había en cada momento y tener claro los ataques de ansiedad e ira que tiene. Me generaba placer poder investigar y entender el personaje». La directora incidió en que tenía cierto interés en mostrar 'el egoísmo femenino': «Hay comportamientos asociados a lo masculino que hace la protagonista y que causan malestar simplemente porque los hace una mujer».

La tercera película del miércoles, la dominicana 'Sugar Island' de Johanné Gómez, que expone cómo un embarazo no deseado impulsa a una adolescente hacia la adultez. «Es una película incómoda porque trata temas que son difíciles de hablar en República Dominicana», señaló la directora. La actriz protagonista, Yelidá Díaz, reflexionó en la rueda de prensa sobre esta situación de las jóvenes dominicanas en la realidad: «Siento que mi personaje es un resumen de las mujeres dominicanas que están en esa edad… Siempre nos desarrollamos mucho antes y escuchamos comentarios como 'mira, te veo más grandecita'», apuntó la intérprete, que cumple con esta su primera vez en un largometraje.

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