-RSFP9TfBIBlU5tIiZVPcniK-758x531@Diario%20Sur.jpeg)
Secciones
Servicios
Destacamos
La agenda del día es tan intensa que el responsable de prensa que la acompaña va de entrevista en entrevista con un cronómetro en la mano. Todo está medido al segundo. Y a las 12.06 horas nos toca. Es un ritmo frenético, a su alrededor todo son prisas, pero Carmen Machi está muy tranquila. Y feliz. La actriz, rostro habitual del festival desde hace ya dos décadas, entra en su cuadro de honor con el Premio Málaga SUR que reconoce una trayectoria extensa y versátil.
-Tiene una larga lista de premios a un trabajo, pero últimamente empiezan a llegar los reconocimientos a toda una trayectoria, como este Premio Málaga SUR. Eso obliga a hacer balance.
-Te das cuenta de que has ido cumpliendo años, cosa que está muy bien. Cumplo años y cada vez me pasan cosas más interesantes. Por lo tanto, hay que ser muy optimista. Yo lo vivo así. Esto probablemente no hubiera ocurrido hace unos años, hay que celebrarlo. Esto es un regalo que me hace Málaga increíble. Llevo 20 años viniendo al festival, y tiene 28, con lo cual forma parte de mi trayectoria clarísimamente. Aquí he esperado películas que han sido para mí muy importantes y que me han aportado muchísima felicidad.
-¿El paso del tiempo no le da vértigo?
-No, me daría vértigo que no pasara el tiempo. Eso sería lo vertiginoso. Está muy bien porque, a medida que vas creciendo y vas madurando, es más interesante lo que te va pasando. Al menos, en mi caso, los personajes son más interesantes, me invitan a aprender cada vez más y sobre todo que la gente escribe cada vez cosas que molan más.
-Sin embargo, en el festival se celebra una mesa redonda que se titula 'Contra el Edadismo. Cumplir años no debería estar penalizado en el cine'.
-He tenido un poco de conflicto conmigo misma, alguna vez. Porque a lo mejor estaba haciendo una entrevista por algún estreno y me preguntaban qué pasaba con las mujeres de más de cuarenta, después de más de cincuenta y ahora sería de más de sesenta, que no trabajan. ¡Pero si me estás haciendo una entrevista sobre un personaje que acabo de hacer y tiene 55 años! Con eso quiero decir que sí hay gente que escribe para el mundo interior de una mujer madura, más de la que se cree. Y no siempre necesariamente mujeres, también hombres. No quita esto que lo haya y que cuando las compañeras lo están diciendo es porque así lo están sintiendo y lo están viviendo. Pero es que en mi caso sería verdaderamente una desagradecida porque me siguen llegando propuestas, por fortuna, que son bastante interesantes.
-¿Nunca se ha tenido que preocupar de que le faltara el trabajo?
–No, es verdad. Ten en cuenta que yo trabajo con los tres medios. Hago cine, televisión y también teatro. Entonces igual es por eso que nunca he sentido ese vértigo de que no suena el teléfono, como frase metafórica. Nunca, francamente, pero me imagino qué puede ser porque nosotros nos alimentamos mucho del trabajo. Aparte de que nos da para comprar el pan, también hay algo necesario en el artista que necesitas sacar fuera, porque si no te pudres un poco por dentro.
-Es una actriz muy querida, siempre le dicen cosas buenas. Y eso está muy bien, pero ¿cómo gestiona los halagos?
-Pues no es fácil. A mí me da muchísima vergüenza. Yo no llevo bien el halago, no sé qué hacer. Te lo digo en serio. Porque no haces las cosas con el fin de que te halaguen. Las muestras de cariño son otra cosa, te llegan cosas muy increíbles que te dice gente, pero estar quieto recibiendo el halago… yo soy tímida y no es fácil. Notas además cuando es sincero o cuando es compromiso. Y es muy difícil ponerte a la altura del halago sin resultar prepotente (ríe).
-¿Cómo ha sido el reencuentro con 'Aída'?
-¡Ah, bueno! Como si no hubiera pasado el tiempo. Es que es así. Nosotros no nos hemos dejado de ver nunca como actores y como amigos que somos. Y nos hemos ido cruzando mucho. A mí Paco León y Eduardo Casanova me han dirigido varias veces. Es una película muy especial. Es lo que la gente se espera, pero hay un regalo por encima que no se espera. Va a ser una muy buena película. Paco León es un tipo muy brillante, un tío muy listo. Y con una capacidad de contar muy seductora y muy infalible. Lo estamos gozando, pero está siendo duro ¿eh?
-¿Por qué?
-Rodar es muy duro. Por mucho que luego uno se ría cuando lo ve, es duro.
-Es un trabajo, claro.
-Y trabajamos muchas más horas de las que la gente piensa.
-Es que nosotros solo vemos las alfombras y los estrenos.
-¡A ver si te crees tú que una alfombra no es dura! Vivir un proceso creativo es fabuloso. Pero se te van poniendo piedrecitas por el camino porque hay un equipo de 100 personas. Esto es una cadena y tú eres un eslabón y todo tiene que encajar. Es más complicado de lo que pueda parecer, pero no se debe ver ese trabajo. Esto lo estamos hablando entre tú y yo, pero lo que realmente se tiene que ver luego es el trabajo hecho y que no parezca que hay esfuerzo. Ese es el éxito.
-¿Sufre cuando tiene que meterse en un personaje? Las expectativas y la autoexigencia son altas.
-No, no. No hay que sufrir trabajando. Mira, cuando hacíamos 'Ocho apellidos vascos' pasaban cosas durante el rodaje, que si llueve, que si esto se ha roto… mil cosas, y Emilio Martínez Lázaro decía 'aquí no hemos venido a sufrir'. Y esa frase la teníamos en el chat del equipo. Porque es así. Estaría bueno. Nosotros tenemos que estar dando gracias todos los días por poder vivir de esto que tanto nos gusta y quejarnos un poco. La queja es una cosa que yo detesto. La protesta me gusta mucho, pero la queja no la aguanto. Hay que saber moldear y gestionar esas cosas. Pero como actor no sufres, tienes que disfrutar. Eso no quiere decir que no tengas que ser muy riguroso.
-¿Y la dirección? ¿No se lo plantea?
-¿Qué dices?
-Lo tiene clarísimo.
-Pero clarísimo, vamos. No, no, nunca. Fuera, fuera. Eso que lo hagan otros que tienen esa capacidad dificilísima. Yo hago de personas que escriben otros y procuro darles vida. Y es una responsabilidad gigantesca cuando te dicen 'lo he escrito pensando en ti'. Necesitas hacer posible y hacer creíble un personaje. Ese es mi cometido en esta vida. Luego hay gente que tiene unas altísimas capacidades, como Paco León, para dirigir. Eso a mí me parece imposible. Eso es un curro increíble y yo soy muy vaga. Soy vaga y perezosa, muy perezosa. Pero me gusta mucho mi trabajo, y lo que pasa en mi trabajo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.