Arantxa Echevarría, los retos después del Goya: «El público necesita nuevas historias, si no se queda viendo Netflix»

El cine nacional, e internacional, gira la cabeza para Málaga estos días. No es para menos, el Festival de Cine de la ciudad acapara muchas miradas y de manera casi involuntaria, en algunos casos, florece entre sus visitantes los eternos debates sobre la industria y su futuro. En ese aspecto, Atresmedia Cine, con motivo de la celebración de sus 25 años de vida, aterrizó en el nuevo espacio próximo a La Malagueta, la Villa del Mar, para poner en tela de juicio el panorama cinematográfico de cara a los próximos años. Una cita que contó con varias voces autorizadas como la directora de la película ganadora del Goya, 'La infiltrada', Arantxa Echevarría quien encaró la evolución de las nuevas narrativas: «El público necesita nuevas historias, sino se queda viendo en su casa Netflix».

Además de Echevarría, la mesa redonda fue un punto de encuentro que contó con directores experimentados y con gran trayectoria dentro de la industria como David Trueba, Icíar Bollaín o Marcel Barrena con nuevas promesas que se encuentran inmersos en innovadores proyectos como Estel Díaz. Todo ello hilado con el Director General de Atresmedia Cine, Jaime Ortiz de Artitaño, quien se encargó de moderar el acto.

El futuro del cine y la evolución de las historias marcó el inicio de la charla que introdujo Jaime Ortiz de Artitaño con algunos datos. Por ejemplo el descenso de espectadores en la sala de cine que se encuentra un 30% por debajo con respecto a los de 2019, previo a la pandemia. Además, el año pasado de las 10 películas más taquilleras, nueve fueron franquicias americanas como 'Del revés 2' o 'Deadpool 3', solo una española, también perteneciente a una franquicia: 'Padre no hay más que uno 4'.

Ante este panorama, Marcel Barrena abordó el tema de los Oscars de este último año como una posible puerta para nuevas narrativas. Para él, el triunfo de 'Anora' es la victoria de cine independiente, pero también de la diversidad dentro de las películas que estuvieron dentro del concurso. «Me sorprendió mucho porque había cosas completamente diferentes», relataba. Estel Díaz siguió en la misma línea y celebró el reconocimiento de lo diferente, que además lo recalcó como una de las claves a seguir de cara a los próximos años debido a que puede ser que el público esté cansado de tener «siempre lo mismo».

La diversificación es otro de los conceptos que se introdujeron en la conversación y que en este caso puso en valor Icíar Bollaín sobre todo en Hollywood. «En los últimos cinco años se ha abierto la puerta a gente de Asia, de África, de Europa…Además este año he tenido la oportunidad de ver muchas de las películas y se ha notado mucho este aspecto. Por el contrario, David Trueba argumentó que este tipo de premios se inclinan demasiado a un solo valor, como puede ser, por ejemplo, el de la popularidad o la taquilla.

El cine español y su difusión hacia los públicos que se han perdido en el pasado, sobre todo al joven, fue otro de los temas relevantes. En este caso la directora de 'La infiltrada' habló de su experiencia personal en el que contó una anécdota que refleja muy bien cómo funciona el boca a boca en este país: «Estaba en el ascensor del centro comercial e iba al cine para a una charla de 'La infiltrada' y una señora me dice: ¿vas al cine? vete a ver 'La infiltrada'», contaba entre risas.

«En el cine medimos mucho los resultados globales y creo que tenemos que ser más científicos», relató Trueba, quien también quiso incidir en la idea que lo único a lo que tiene que responder una película es «a su expectativa» y evitar compararse con otra. Además habló de tres películas que este año le han sorprendido a nivel de taquilla y que ha atraído al público joven: el documental de Topuria, el de Bad Gyal y el de Yeray Cortés que «tocan personajes y elementos que están en una sociedad más joven y que les resultan atractivos».

Por último, la relación entre las plataformas y el cine puso el punto final a una charla llena de opiniones y debates. «La gente joven le gusta el cine, porque lo ven de muchas maneras: el móvil, aplicaciones, plataformas... He visto a mis propios hijos y mis sobrinas ir en masa con sus colegas a ver películas de directores que están sentados aquí», concluyó Bollaín, demostrando que las audiencias están ahí y solo hay que buscar fórmulas para volver a atraerlas a este arte.

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