Análisis de los críticos de SUR de 'Malpaso' y 'Crónica de una tormenta'

Descubrir este rincón olvidado entre Haití y el país dominicano, tan diferente a la imagen de los resorts de la isla, tiene interés y funciona para enmarcar ese tono poético que personifica Cándido, el albino hijo de la luna, aunque el filme no tarda en derivar hacia la explotación infantil y la superchería que discurre por palizas, maltratos y maldades comunes. Se ven intenciones en esta película que, además, sabe darle el tiempo justo a la trama para no eternizarse y convertir en pesadez lo que se ve sin esfuerzo.

Menos entusiasmo despertó 'Crónica de una tormenta', ópera prima de la argentina Mariana Barassi, aunque ambientada en el mundo del periodismo en España. La ética profesional, el poder en una redacción, la revolución de Internet en la información, la corrupción de la política y la discriminación de género en un ámbito en el que los consejos editoriales siguen en manos de hombres son algunos de los temas que asoman en esta producción que no disimula su origen teatral con una puesta en escena en la que el director (Ernesto Alterio) y la subdirectora (Clara Lago) de un influyente medio mantinen un duelo cuando se ven atrapados en la oficina por una inesperado temporal.

Los rayos y centellas también comienzan a caer dentro del despacho cuando surgen las confesiones entre ambos. Pese a la reducción de los escenarios, Barassi rueda con pulcritud y estética esta historia, creíble en algunos retratos, peliculera la mayor parte del tiempo. Hay una defensa de la prensa de papel en esta era de las 'fake news', aunque tiene guasa que se localice la historia en Nochebuena, una de la tres fechas del año en la que no funcionan las rotativas.

El atractivo de verle las tripas al periodismo juega a favor del filme, pero el combate ético de los protagonistas y su credibilidad salta por los aires cuando una intriga falsa o, más bien, artificial acaba por convertir esta ficción en una peripecia, en un intento de sorprender con unos cuantos giros de guion. Los tópicos desdibujan los personajes en marionetas y el drama parece propio de una página de pasatiempos al recurrir a esa misma pirotecnia 'fake' que confunde el periodismo con el espectáculo y que, paradójicamente, tanto se critica en la película.

Braulio es negro «como la noche». Cándido, blanco «como la luna». Ambos son mellizos huérfanos que crecen en Malpaso, pueblo fronterizo entre República Dominicana y Haití donde aprenden a ganarse la vida en el mercado abandonados por la suerte y las administraciones tras la muerte de su abuelo. La historia parece por momentos un cuento cuyo tono poético, mimado en cada plano, contrasta con la crudeza del contenido, un drama social sin edulcorantes. Es cierto que Héctor Valdez, su director, prescinde del color para retratar los vaivenes de estos dos hermanos, criados entre pobreza, abocados a la delincuencia callejera: una vida en blanco y negro, precisamente los colores de sus protagonistas. Conscientes de que sólo se tienen el uno al otro, su lealtad resulta emocionante en varios puntos del metraje. En esta parte del mundo es Cándido, el albino, quien está en minoría, una soledad que provoca la discriminación de los demás y un instinto de protección en su mellizo, que enseguida ejerce el papel de padre ante la ausencia de tutores. Un convincente trabajo al frente de la dirección de actores, con Luis Bryan Mesa y Ariel Díaz en los personajes principales, y un guión que evita desbarrar por carreteras secundarias elevan el metraje de esta pequeña historia que sin embargo no termina de cuajar por la amputación que sufre la trama en los minutos finales.

La otra propuesta de la jornada en la sección oficial, por cierto deslumbrada por el estreno de 'Eso que tú me das', la última entrevista de Pau Donés, concedida a Jordi Évole apenas tres semanas antes de su muerte y proyectada por primera vez ayer en el festival, viene de la mano de la debutante Mariana Barassi. Producida por Gerardo Herrero, 'Crónica de una tormenta' enfrenta a Ernesto Alterio, más brillante en 'Un mundo normal', de Achero Mañas, también presentada esta semana, y Clara Lago en un duelo interpretativo que acaba ganando la segunda. El guión nunca escapa de su condición de adaptación teatral, lastrado no ya por la falta de escenarios y personajes, porque una película no necesita ser coral para ser buena, sino por la anchura de la brocha con la que está escrito y resuelto cada diálogo. Todo parece de plástico en esta historia de manipulaciones informativas y emocionales donde cuesta encontrar una sola gota de verdad. Ni siquiera su intento de servir como denuncia de la desigualdad de género que sufren las mujeres para acceder a altos cargos transpira verosimilitud, y no parecía tan complicado teniendo en cuenta que se trata de un problema presente en todos los consejos de administración de las grandes empresas. A veces basta fijarse en los detalles para calibrar el talento o las ganas que se inyectan en cualquier proyecto: aquí, en una película ambientada en la redacción de un periódico, ninguna noticia del tablón de la subdirectora tiene un formato real, y eso que se enfoca en primer plano. Una pena.

**** Excelente *** Buena ** Entretenida * Regular O Mala