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No fue una alfombra roja, sino más bien naranja. Lleva instalada en el Teatro Real desde hace décadas y anoche sirvió para que los actores y directores seleccionados en el 28 Festival de Málaga pisaran fuerte en la primera puesta en escena de esta edición. «Aquí, aquí», reclamaban los fotógrafos la atención para las instantáneas, mientras los micrófonos recopilaban respuestas sobre cine, el certamen o lo que se terciara. Un paseíllo plagado de nuevos nombres, pero en el causaron furor las 'abuelas' y un «profeta en su tierra», Dani Rovira, que vuelve con película.
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El primero en llegar fue Daniel Guzmán, que para eso será el que inaugure las proyecciones el próximo 14 de marzo con 'La deuda'. Y vino acompañado de su actriz estelar, Rosario García, con su andador y una sonrisa encantadora que conquistó a todo el mundo. Ella da vida a la abuela de su película, que «cada vez que sale, la película sube y cuando lo hago yo, la película baja», apuntaba con guasa el propio director ganador ya de una Biznaga de Oro, mientras Charo le replicaba: «Qué cara tienes».
Complicidad no le faltó a la pareja, algo a lo que también apela el cine de Gracia Querejeta, doble ganadora también en Málaga, que con su nueva película, 'La buena suerte', ejerce de veterana más que nunca. Sobre todo tras ver la mayoría de directoras noveles de la sección oficial de esta edición. «Me siento como la abuela de todas», confesaba. Por la alfombra pasearon entre otros María Valverde, Manolo Solo, Ana Rujas, Belén Cuesta y Raúl Tejón, que confesó que, además de rodar 'Machos Alfa 2' en Málaga, su familia tiene casa en Torremolinos, por lo que se siente como en casa.
Numerosos actores malagueños también pasearon por la alfombra, como Stéphanie Magnin (que viene con tres películas), Elena Martínez, Emilio Palacios, Noemí Ruiz, Miguel Ángel Martín y Carlos Scholz, que además vino acompañado del director de la comedia 'Vírgenes', el fuengiroleño Álvaro Díaz Lorenzo, que ha retratado la Costa del Sol en su nueva película. El último en hacer el paseíllo fue otro producto local, Dani Rovira, que tras buscar la palabra confesó que se siente un «profeta en su tierra» y que está encantado de volver al festival. Con una comedia negra y de intriga que empieza con risas, pero «acabas con el culo prieto». Avisados estamos.
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