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María Valverde debutó en el cine con solo 16 años en ‘La flaqueza del bolchevique’.
María Valverde: «Mi nariz me está ayudando en mi carrera»

María Valverde: «Mi nariz me está ayudando en mi carrera»

La actriz regresa al certamen con ‘Gernika’, donde da vida a la editora de una oficina de censura que se enamora de un periodista americano

Ester Requena

Miércoles, 27 de abril 2016, 00:13

A sus 29 años, María Valverde no para de enlazar un rodaje con otro. Y en cualquier idioma, como demostró ayer en el Festival de Málaga. En Gernika lo hace en español, inglés y euskera. Pero estos días rueda en francés en el país vecino. Por el momento nada de volver a Hollywood tras su participación en Exodus, de Ridley Scott. Prefiere quedarse a este lado del charco, aunque detalla que aún hay mucho complejo de inferioridad en el cine español.

Regresa a Málaga metiéndose nada menos que en la piel de una empleada de la oficina de censura del bando republicano enamorada de un corresponsal americano. Menudo papelón le ha tocado...

Sobre todo por la mujer que es y cómo se transforma a lo largo de la película. Ella conoce a un escritor que admira y ve en él un instrumento para poder hacerle ver lo que está realmente pasando en su país. La censura no es algo que ella quiere hacer.

Ahora que ha vivido tan de cerca la censura, aunque sea en el cine, ¿tiene una visión distinta sobre el tema de la libertad de prensa?

Me ha hecho tener mucho más respeto hacia el periodismo y valorar la importancia de la libertad de expresión.

Usted ha vivido bastante la presión de la prensa (debido en parte a la relación que tuvo durante cuatro años con Mario Casas). ¿Empatiza ahora más con los periodistas?

Es diferente. Creo que el periodismo es otro, como cuando presentas una película o un proyecto, haces promoción...

Tras ver la película, algunos espectadores han comentado que no parecía una película española, ¿tenemos mucho complejo en el cine español?

Tenemos mucho complejo; pero mucho. Y me da rabia, porque tenemos tan buenos profesionales y tanta calidad que a mí incluso hasta me ofende un poco el hecho de decir no parece española. Pues es que lo es. Es española, el equipo es español y la calidad de esta película es brillante.

Ha rodado hasta con Ridley Scott y en el mundillo dicen que todo lo que toca lo convierte en oro...

¡Ojalá! Pero no. Llevo 14 años en esto y he hecho películas que han sido un éxito, otras que han pasado desapercibidas, otras horribles... Pero siempre lo que se recuerda es lo bonito.

Y ya lleva una carrera bastante larga y prolífica...

Lo que me gusta de mi carrera es que tiene como una forma amorfa. Hago cosas grandes, cosas pequeñas, me voy moviendo...

«Tengo cara de antigua»

Ahora además se le acumulan los estrenos de películas de época, porque tiene en cartera Ali and Nino, La Carga y Gernika.

Supongo que es porque tengo cara de antigua (risas).

Hablando de cara, usted dice que no se ve guapa, pero sí alaba su nariz...

Es que lo de guapa es distinto. Mi nariz es que es mi personalidad y me encanta. Además, creo que mi nariz me está ayudando mucho en mi carrera. Y no tengo la cara de ningún sitio, lo que creo que eso también me ayuda a la hora de encarar personajes.

¿Y cómo lleva que la conozcan en Hollywood?

Tampoco creo que me conozcan. Más bien lo rocé, pero como una turista. A mí me gusta mucho Europa. Ahora estoy trabajando en Francia en un proyecto con el que estoy apasionada; creo que en esta parte del mundo se hacen cosas con mucha calidad.

¿Qué queda de María Valmarte, como la apodaban en el colegio por su vocación infantil de convertirse en astronauta?

¡Todo! Sigo en las nubes igual (risas). Sigue la misma esencia, con más experiencia y sintiéndome más inexperta.

Pero ya no quiere ser astronauta...

Ya no. Pero quiero ser ahora escultora, alfarera... (risas).

¿Y sigue siendo esa Campanilla que le llama su madre por lo inestable que era y lo rápido que se recupera de los malos momentos?

Sí. Esa Campanilla ha ido transformándose en diferentes seres, pero sí. Tengo esa manera de recomponerme y rehacerme.

Empezó en el cine con 16 años ganando un Goya, lo que le hizo perderse o renunciar a muchas cosas. Pero se mudó a Londres y ahora está recuperando el tiempo perdido. ¿Cómo va esa actualización?

Muy bien, sobre todo por haberme quitado lastres, por ser más libre, querer aprender más, tener hambre de conocimiento y querer ver el mundo.

¿Y eso era mejor hacerlo fuera?

Es importante salir y volver. Saber que siempre vas a volver te da mucha tranquilidad a la hora de irte.

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