Taberna retrata el mundo de las sectas en 'Acantilado', una película nada "tranquilizadora"

Dice Helena Taberna que las historias cerradas "nos tranquilizan", pero advierte de que 'Acantilado' no es nada "tranquilizadora". La directora presenta fuera de concurso en el Festival de Málaga su película "más oscura" en la que a través del 'thriller' se adentra en el mundo de las sectas. Asegura que ha rodado con "libertad absoluta", haciendo la película que realmente quería hacer. Pero si los aplausos del pase de prensa significan algo, lo cierto es que esta mañana (por primera vez en esta edición) no los hubo. Tengan en cuenta, no obstante, que era lunes a las nueve de la mañana.

Juana Acosta, Goya Toledo, Ana Gracia, Ingrid García Jonsson, Daniel Grao y Jon Kortajarena lideran el reparto de esta adaptación libre de la novela 'El contenido del silencio'. Y ese no decir, no contar, está muy presente en la película, con espacios abiertos para que los rellene el espectador. "Soy consciente de que está la televisión, hay muchos diálogos y mucha explicación en vena. Pero quise hacer cine, eliminar el contar con diálogo las cosas que pasaban. Ir a un riesgo, como a un acantilado", explica. Acosta, García Jonsson y Grao felicitaron a la directora por ese componente de "misterio", por lo "hermético" y lo que "esconde" la cinta.

Con esa narrativa fragmentada, Taberna se adentra en el mundo de las sectas en una película rodada en parte en Gran Canaria, unas islas en las que está "el mayor número de sectas de toda Europa". 'Acantilado' comienza con un suicidio colectivo para ir de atrás hacia adelante, y viceversa, para entender cómo se ha llegado a ese punto. El hilo conductor es una investigación policial que lidera el personaje de Goya Toledo y la búsqueda de su hermana desaparecida que emprende Danie Grao en la ficción. Una chica, interpretada por García Jonsson que es captada por 'La Comunidad', y que la actriz admite que no le resultó complicado darle vida. En el fondo "todos tenemos ese punto de dejarnos llevar por algo hasta el final sin plantearnos si nos hace bien o mal", señala.

El formato 'thriller' le permitía a Taberna que fuera de "fácil lectura" desde el principio; pero mantiene que quien quiera profundizar en el argumento encontrará más matices. Por el camino aparecen referencias a la "falta de memoria de este país", se refleja la manipulación que algunos ejercen sobre personas en momentos de debilidad y se aborda la falta de libertad.

Una libertad que ella en esta película ha tenido más que nunca. "No sé si porque tenía la sensación de que era la última", admite ante la compleja situación del cine, donde parece que solo sobrevivirá el "cine de guerrilla o las grandes producciones". "Y yo estoy en medio", añade la directora de 'Yoyes', que también estrenó en Málaga hace 16 años.