'Toro' inaugura el Festival de Málaga con el gancho de Mario Casas y un toque sureño

Por un lado, cuenta con una de esas estrellas del cine español que arrasan por donde van. Por otro, tiene un toque "sureño" en la ambientación y constantes referencias visuales a Málaga. Con esos dos ingredientes, 'Toro' tenía garantizado -casi de antemano- el aplauso del pase de prensa lleno hasta la bandera de periodistas, público y un buen número de adolescentes fieles a su ídolo, Mario Casas. Pero hay mucho más detrás de la película de Kike Maíllo que también merecía el aplauso: una imagen de una España "rancia" marcada por la corrupción, una historia de amor y lealtad entre hermanos y una acción bien resuelta en la construcción de personajes (con un gran Luis Tosar) y en las siempre complicadas escenas de violencia y persecución.

'Toro' vuelve de la mano de la 19 edición del Festival de Málaga (en la sesión inaugural y fuera de concurso) a uno de los emplazamientos clave de su rodaje. Más de uno en el pase de prensa indentificó la terraza de tal o cual amigo en una escena, reconoció ese hotel o pudo ver de otra manera lugares tan característicos de la ciudad como el cauce del Guadalmedina o el paseo marítimo, las localizaciones de la gran persecución de la película.

Kike Maíllo reconoció que la mayor dificultad no está en rodar una escena de acción en medio de una ciudad. Lo que al director le preocupaba era "encontrar espacios para que los personajes se puedan parar y encontrarse a sí mismo, ahondar en qué sucedía con ellos y en dónde estaban en ese punto". Como añadió Mario Casas, lo interesante es poder hacer una película de acción y un thriller "con personajes". Pero, admitió, se lo ha pasado "muy bien por el centro de Málaga haciendo el cabra con el coche".

El actor, cansado ya de que le vinculen con la imagen del 'sex symbol' ("Hay veces que se quiere situar a un actor en un sitio porque interesa o funciona"), reconoció que lleva años intentando hacer cosas "distintas", como este filme. "Es complicado", dijo ante un público con periodistas y fans casi a partes iguales. A estos últimos les preguntó si les había gustado el filme. "Sí", respondieron. "¿Ves? Al público que yo tengo también le gusta el thriller", se felicitó.

El sur "tiñe de alguna manera toda la película", reconoció el director. Y no solo por el deje andaluz de algunos personajes o por los escenarios, la imaginería religiosa, las marchas procesionales y hasta la Semana Santa salpican el filme. "No es una película naturalista ni ahonda en el drama social, juega a coger simbolos cercanos. Podría haber sido el fútbol, pero en este caso es la religión. La presencia constante de los símbolos religiosos en nuestra vida cotidiana, y en Málaga, es obvia", argumentó el director. Eso sí, "no es anticlerical", aclaró.

En 'Toro', tres generaciones sobreviven con el trapicheo a distinta escala y solo la más joven trata de romper con ese círculo vicioso. "Es el reverso de la moneda de un país que nos resulta familiar, pero Kike retrata desde un lugar que está un escalón por encima de la realidad", explicó Luis Tosar. Retrata una "España rancia y moribundo que avanza en un sentido, que es el del enriquecimiento fácil, el de las corruptelas, algo que siempre vemos en los informativos pero que aquí se presenta de otra manera, sin tipos enchaquetados", añade el actor.