El Festival de Málaga, en la casa del cine español

Se había quedado pequeño. La presentación anual del Festival de Málaga Cine Español en Madrid se venía celebrando los últimos años tradicionalmente en Fnac de Callao, pero el céntrico espacio se había quedado pequeño para este acto que convoca a directores, productores y a toda la prensa especializada de la capital. Y el nuevo escenario no podía ser más simbólico y representativo: la Academia de Cine, cuyo gran auditorio se llenó ayer de periodistas y cineastas para escuchar a los responsables de 14 de las 16 películas seleccionadas a la sección oficial y al director del certamen, Juan Antonio Vigar, que habló de un conjunto de películas en las que prima la «armonía» y el equilibrio. Así, frente al cine low cost y la mayoría de óperas primas de otras ediciones, este año brillan en el programa grandes producciones frente al cine independiente que da idea del momento actual que vive la industria nacional.

«El cine español cuenta con muy buenas películas y diferentes miradas autorales, por lo que el deseo del festival es que ese cine se encuentre con el público», aseguró Vigar, que ha destacado la dificultad de selección de películas ya que este año han contado con 133 largometrajes presentados. Entre los presentes no faltó el cineasta Kike Maíllo, que inaugurará el certamen el 22 de abril con Toro, una de las películas que ha figurado en todas las listas de títulos más esperados del año. Sin ir más lejos, mientras se celebraba en Madrid este acto de presentación del Festival de Málaga, en el teatro Cervantes se abrían las taquillas para la venta de entradas del certamen y las primeras que se han agotado han sido precisamente las de Toro.

Esta gran producción, que además cuenta con el valor añadido de que ha sido rodado en Málaga y la Costa del Sol, está protagonizado por Mario Casas que, a juicio del director, se ha «vaciado» en este thriller «trepidante» que narra la historia de un delincuente recién salido de la cárcel que vuelve a ser arrastrado al lado oscuro por su irremediable hermano, al que da vida Luis Tosar. «Es un honor abrir el festival para devolver a la ciudad el cariño que nos dio en el rodaje», dijo Maíllo.

En la presentación también se ha destacado la gran presencia de actores al frente de las producciones, como es el caso del malagueño Dani Rovira y de Carmen Maura en la comedia El futuro ya no es lo que era, de Maribel Verdú y Carmelo Gómez en el thriller de intriga La punta del Iceberg, de José Sacristán en la comedia negra Quatretondeta, de Belén Rueda y Eduard Fernández en La noche que mi madre mató a mi padre o de Ricardo Darín e Inma Cuesta en el filme sobre los vuelos de la muerte en Argentina Koblic.

«Todo empezó en Málaga»

Cintas respaldadas por productoras solventes y que incluso este año apuntan al ámbito internacional con Gernika, una cinta antibelicista del vasco Koldo Serra que ha sido producida por los malagueños José Alba y Carlos Clavijo. «Todo empezó en Málaga con una llamada de los productores, por lo que no hay mejor lugar para el estreno, coincidiendo además con el aniversario del bombardeo (26 de abril)», expresó el director, que ha destacó el papel María Valverde, con su primer papel protagonista en inglés, junto a los británicos Jack Davenport y James DArcy.

Los grandes nombres se mezclan así con producciones más pequeñas y arriesgadas, como es el caso de un viejo conocido del festival, Carles Torras (Open 24H y Trash), que presentará una cinta sin concesiones rodada en Nueva York, Callback, o el novel Marc Crehuet que ha llevado a la pantalla su propia obra de teatro, El rey tuerto. «No todo el riesgo está en la gente joven, sino que también hay veteranos con películas independientes e interesantes por las que hemos apostado», subrayó ayer el coordinador de la sección oficial, Fernando Méndez Leite.

Esa variedad de miradas también alcanza a las mujeres con la presencia de hasta cinco directoras que van desde la novel Alba González Molina, que mostró ayer su «sorpresa» por la selección con la «pequeña» película Julie, a Helena Taberna, que presentará fuera de concurso Acantilado sobre el mundo de las sectas, pasando por Isa Campo, que dirige al alimón con Isaki Lacuesta la esperada La próxima piel, Inés París, con la «comedia de intriga» La noche que mi madre mató a mi padre y Manuela Burló Moreno que, tras decepcionar el pasado año con Como sobrevivir a una despedida, reincide dispuesta a mostrar su perfil «más personal» en Rumbos. Entre ellas puede estar la Biznaga de Oro, lo que no sería novedad ya que en los últimos años Gracia Querejeta o Patricia Ferreira se ha llevado a casa el gran galardón de Málaga. El 22 de abril comienza el espectáculo.