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ANABEL NIÑO
Sábado, 13 de agosto 2022, 22:14
Para la feria del reencuentro, el pregón cambiaba de aires. Atrás quedaba el sonido de las olas del mar y el olor a sal que durante más de una década ha acompañado a los diferentes protagonistas malagueños que desde el escenario clamaban a los cuatros ... vientos que la ciudad se volvía a colocar su traje de flamenca. Esta vez no ha sido La Malagueta sino el Cortijo de Torres quien ha arropado a la cantante María Peláe durante la lectura de su pregón, que ha estado marcado por los mensajes reivindicativos y un tono de humor cien por cien malaguita, y que rebosaba esa esencia tan característica que la cantante malagueña refleja en cada una de sus canciones.
Emocionada y dirigiéndose a un multitudinario público, María Peláe -ataviada con un vestido y mantón verde, además de una flor morada en su pelo en alusión a la bandera de la ciudad- comenzaba recordando cómo hace unos días, mientras recogía su casa vestida con su «bata de cola», recibió la llamada del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, para comunicarle que sería la pregonera de la Feria de Málaga 2022: «¡Qué honor más grande! Ni en mis mejores sueños me imaginaba esto. Así que gracias por caer en este saquito de nervios, espero estar a la altura y que sea de vuestro agrado». ¡Y de qué forma estuvo a la altura! Haciendo reír a los asistentes desde que cogió el micrófono, no quiso olvidarse de todos aquellos artistas que la han precedido, desde Antonio Banderas - a quien una «miniPeláe» acudió a ver en el año 2000- pasando por LaMari de Chambao, Dani Rovira o la propia Vanesa Martín.
«Estoy más blandita que el salchichón de Málaga y que un mollete antequerano». Con este símil tan malaguita, que ha arrancado las primeras risas del público, Peláe iniciaba un recorrido por sus orígenes, manifestando que si le hiciesen una prueba genética de antepasados, el primer gen que encontrarían en ella sería «un boquerón, y seguro que en vinagre o al limón». No quiso olvidarse de su familia, especialmente de sus abuelos y de sus padres, quienes le han llenado de Málaga y han colmado su sangre de un color verde y morado: «Mire por donde lo mire, Málaga, estás ahí. En mis ancestros, en mi historia y mis lunares. Y es que por mucho que esté siempre de aquí pa' allá, es lo que soy y de lo que no me puedo olvidar».
La cantante tampoco quiso olvidarse de que en Málaga y en su feria «todo el mundo es bienvenido», siempre y cuando vengas a «pasártelo bien y no a amargar la juerga». Con su descaro tan propio y sin desviarse ni una 'mijilla' del mensaje que quería mandar a los malagueños durante su intervención, Peláe aludió al respeto, al cariño y a las buenas maneras: «Si te crees un fiera, dueño de otros cuerpos y estás calado del patriarcado hasta la médula, hay un puñado de malagueñas que lo que quieren es gozar libremente de su feria, y no le vas a dar la noche o la vida porque tú quieras. Así que tú, sí tú, ya sabes dónde queda la puerta». Por un momento incluso parecía que su mensaje se perdía entre los aplausos de un público que no paró de reír y responder con '¡olés!' durante los cerca de 15 minutos que duró el pregón.
Ya habiéndose «envalentonado» con la reivindicación previa en pro de una feria segura y sin altercados de índole machistas o sexistas, también quiso recordar que tras dos años sin poder celebrar esta fiesta había que brindar por todo lo aguantado: «Aguantamos la crisis, la pandemia, la precariedad de la sanidad, la gasolina, la luz, las peleas política y ya no sé cuántas variantes. Aguantamos tanto que no sé cómo no tenemos psicólogos subvencionados por el Estado», pronunció de corrido, casi sin tomar aliento y en un tono más serio pero sin perder su esencia.
No quiso despedirse del público sin hacer un brindis por todo lo que su gente «ha aguantado», deseando que para la próxima semana de feria solo se aguante la copa del amigo que acaba de irse al baño, la sentadilla «hasta abajo» en la pista de baile o la misma petición musical de todos los años por parte de tu amigo: «Málaga, llena de vida y de desparpajo, me voy a la caseta donde solo van chicas o a buscar a mi tío Juan para abrazarnos. Ante ustedes, la mejor noche de mi vida que, fíjate qué ironía, se me ha pasado de un plumazo. ¡Feliz Feria de Málaga 2022!»
Tras los aplausos y todavía con las luces de la portada del real apagadas, Peláe hizo lo que mejor sabe -además de pregonar las fiestas de su tierra- cantar. Enfundándose en su guitarra, la malagueña comenzó a entonar los primeros acordes de una canción que había compuesto apenas unos días antes exclusivamente para este momento. «Ay, echarte de menos no es una novedad. Que a mí me huele a mares, a un beso y acostarse. A biznaga, a Puerto, a trabajo duro y apuros. Málaga entera se puso a bailar».
Y así fue. María Peláe pulsó el botón, el Cortijo de Torres se iluminó y Málaga comenzó un baile que se extenderá en las casetas del centro y del real durante la próxima semana.
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