Directos en el Centro: con la música a esta parte

Día a día, de sábado a sábado, de baile en baile y de cante en cante. Así van las plazas del Centro en la Feria de Málaga, con ambiente para hacer que las horas pasen en segundos y el calor no duela. Todos los días hay buen rollo en estos sitios, pero en la tarde del lunes cientos de personas saltaban sin parar en la plaza del Obispo: mitad a la sombra y mitad a pleno sol. «¿Y qué más da si son cosas de la edad?», se escuchaba cantar a la voz de Mr. Proper y a los que allí le acompañaban. Algunos incondicionales en primera fila y otros más atrás, como el madrileño Sergio Daza, que lleva viniendo más de 20 años a la Feria de Málaga y echaba de menos a la Free Soul Band: «Ellos nos gustan mucho, son los mejores, pero bueno, este grupo está muy bien, tiene música española», comentaba el feriante mientras se escuchaba a Mr. Proper cantar 'Princesas' de Pereza. Y es que este grupo de madrileños solía ir todos los años a la plaza de las Flores para disfrutar de los míticos músicos del Centro en la feria, que llevan más de 15 años poniendo los temas más conocidos de 'funk' y 'soul' y esta feria, por decisión de los hosteleros de la plaza, se han quedado sin tocar. Muchos los mencionaban: se echa en falta en las tardes del Centro a la Free Soul Band.

La música en directo sigue en la Feria de Málaga, aunque por menos tiempo del que a la mayoría le gustaría: «Vamos a hacer canciones que de aquí a las seis se nos acaba todo», comentaba el vocalista de Mr. Proper, Andrés Reina, a eso de las 16.30 horas en la plaza del Obispo. «Ohhhhh», les respondía el público con pena. Algunos ya conocían a Mr. Proper, como Iván: «Hemos estado en varios conciertos del grupo, la verdad es que están muy chulos», comentaba el malagueño, que estaba recién llegado de unas vacaciones en Cádiz. Otros como Silvia, que llegaba de Villanueva de la Concepción, había estado el fin de semana de feria también y no conocía a este grupo: «La verdad es que están de puta madre, la gente ambientadísima», confesaba junto a sus amigos.

Al llegar a la plaza de las Flores, la fiesta seguía muy arriba, pero a otro ritmo. Se escuchaba una de las canciones del verano, 'Quédate', de Quevedo y Bizarrap, generando un 'modo discoteca' en la plaza. Aunque pronto cambiaría a los aires cubanos de 'Sandunga y punto': maracas y timbales al ritmo de salsa, boleros y bachata. «Vamos a hacer brujería», avisaba la cantante Lizandra O'Farri antes de empezar con el concierto unos minutos pasadas las cinco de la tarde. Entraba en juego la última hora de música en directo del lunes. Y justo en el mejor momento, cuando los feriantes están en su máximo nivel de felicidad. Por qué será que los finales siempre son buenos... Aunque Lidia López no quería que llegase ese final: «Deberíamos tener más horas de música», decía a sus amigas desde una de las esquinas de la plaza de las Flores.

Saliendo de allí, un poco más abajo, también había jaleo. Y del bueno. Nunca mejor dicho. El coro del barrio La Virreina 'El Jaleo', ambientaba como nadie a los que por allí pasaban. Todos se asomaban a ver qué era lo que tanto ruido del bueno estaba haciendo: más de 30 personas bailando y cantando las canciones de siempre: «Soy una taza, una tetera, una cuchara, un cucharón», entonaban en la versión más flamenca de la canción. Pequeños, mayores, malagueños, españoles, extranjeros... Cualquiera se unía a la fiesta. Allí estaba Ana Bejar, que lleva más de 25 años en el coro: «Era una pipiola cuando llegue aquí, ya somos como una familia que nos vemos todo el año y en feria cada vez somos más», contaba la malagueña entre cante y cante. «Lo bonito es que aquí todo el mundo se une y celebra la feria», añadía una de sus compañeras del coro.

Cada vez quedaba menos para las seis de la tarde, cuando tenían que parar los músicos. Y ya se notaba el movimiento entre calle Larios, plaza de la Constitución y calles de alrededor. Había que buscar el siguiente lugar para seguir, pero todavía quedaba el último baile. Penúltimo para muchos, como el madrileño Bartolomé López, que no paraba de moverse desde la plaza de San Pedro de Alcántara. Allí estaba el grupo Radio 80, otros míticos de esta feria en el Centro. Sonaba 'Freed from Desire' y en esta plaza todas las manos se alzaban para celebrar la última canción de la tarde. Mientras, la extremeña Pilar Flores grababa al madrileño bailongo, su pareja: «Es que a todos los lados donde voy se acuerdan de mí porque bailo muchísimo. Hemos estado en todas las plazas, pero este grupo es el que más nos ha gustado», aseguraba Bartolomé López, que vivía su primera vez en la Feria de Málaga. «Aquí el que no baile es que está muerto», decía David, vocalista de Radio 80. Pues los feriantes estaban muy vivos, porque pocos eran los que no bailaban en la tarde del lunes.

«Vaya ambientazo tiene hoy la plaza, esto está brutal de gente», confesaba al terminar el concierto el batería del grupo, Antonio Aguilar. La gente se iba dispersando tras el éxtasis de los espectáculos en estas tres plazas del centro de Málaga, muchos insatisfechos porque tenían ganas de más. «Podrían ser más horas, este es el mejor momento de la tarde», confesaba Lourdes Artacho desde calle Carretería mientras se iba junto a su amigo Alejandro.

'La plaza de la Constitución ya estaba vacía y sin música también. Muchos barajaban trasladarse al Real de Cortijo de Torres para no quedarse con ganas de más. Hasta el sábado quedan todavía días con música en directo de la mano de grupos y artistas como Eugenio Cabello, Joker Rock Band, Black Market o Paquito Carmona, entre muchos más. Lo que pasa que a partir de las 18.00 horas, los feriantes insaciables se van a buscar la música a otra parte. Nunca es suficiente cuando se está pasando bien.

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