Cuando la empresa Toros del Mediterráneo dio a conocer los carteles del abono de la feria taurina de Málaga sorprendió la doble presencia de Manzanares en el ciclo ya que en los últimos años el diestro había tenido discretas actuaciones en La Malagueta así como en la presente temporada en otras plazas. Sin embargo, a tenor de lo sucedido en el ruedo en sus paseíllos hay que reconocer el acierto del empresario José Carlos Escribano. Y es que el torero alicantino ha firmado dos grandes actuaciones que le ponen en el primer puesto de la parrilla de salida cara a los premios de la feria taurina. Desde finales de julio, José María Manzanares ha recuperado la mejor versión de su toreo –que nos recuerda a aquellas grandes temporadas de 2009 y 2010– y ayer ratificó su gran momento brillando y firmando lo más destacado de la Corrida Picassiana, en la que cada año se le rinde homenaje al gran pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso.
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Un festejo en el que entró por la vía de la sustitución David de Miranda tras su triunfo del pasado lunes y en sustitución de Pablo Aguado, que sigue de baja tras la lesión sufrida el pasado sábado en Gijón. El joven diestro onubense volvió a estar a un buen nivel en el sexto de la tarde y perdió el trofeo por el fallo con la espada. Abrió cartel El Juli que un año más, y ya van unos cuantos, demasiados, ofreció su peor versión en el ruedo en La Malagueta, donde no corta una oreja desde hace años. Pero más allá de los trofeos, lo preocupante es la actitud con la que se ve al diestro madrileño en Málaga; y eso que ya no tiene excusas ni mirando al palco ni por los toros que lidia ya que la ganadería de Garcigrande-Domingo Hernández es de sus predilectas.
Tras su cumbre actuación del pasado sábado, había un enorme interés por volver a ver a Manzanares, que no defraudó. Unas verónicas templadas rematadas con una media con sabor fue el recibimiento capotero a 'Buenecito'. Fue este un toro que flojeó mucho en los primeros tercios, por lo que fue protestado por una parte del público, y sufrió un costalazo antes de banderillas. Pocas esperanzas había en la plaza cuando el alicantino cogió la muleta para iniciar la faena. Comenzó el diestro con suavidad y a media altura y dando confianza al toro, que fue rompiendo a bueno sacando el fondo de clase que tenía, rompió hacia adelante y ya no se volvió a caer. Ello permitió a un ispirado Manzanares componer los más bellos trazos de la tarde en una compacta y bella faena con tandas ligadas, templadas y de mano baja de gran empaque. Sobresalieron los templados pases de pecho. Mató de una buena estocada –sin temor a equivocarnos mucho puede que la mejor de la feria–.
Con el quinto, volvió a destacar con el capote en las buenas verónicas a pies juntos abrochadas con una media salerosa. Fue este 'Corbeta' un toro manso y con nobleza al que José María Manzanares hizo una faena de gran nivel basada fundamentalmente en la mano diestra ya que con la izquierda bajó. Hubo templanza, ligazón y belleza en los muletazos de buen trazo. En la parte final sobresalió un pase de pecho de pitón a rabo al ralentí en las cercanías de la puerta de chiqueros, la querencia del toro. Dejó un pinchazo sin soltar en la suerte de recibir antes de cobrar media estocada desprendida que no fue suficiente para matar al toro por lo que tuvo que hacer uso del descabello. Saludó una fuerte ovación y dejó en los aficionados ganas de volver a verlo.Lo más cercano es el próximo sábado en Antequera.
Orejas. Sólo José María Manzanares logró un trofeo, en su segundo toro.
Ganadería. Garcigrande (4º), Domingo Hernández (1º, 2º, 5º y 6º) y un sobrero de La Palmosilla (3º), correctamente presentados y de juego desigual, destacó el segundo por su clase en la muleta.
Los toros. 'Fiera'., 595 kilos, número 95, colorado, 12/14. 'Buenecito', 491 kilos, número 102, negro, 12/14. 'Resultón', 491 kilos, número 67, sardo, 12/14. 'Almirante', 534 kilos, número 110, colorado ojo de perdiz, 11/14. 'Corbeta', 577 kilos, número 126, negro, 11/14. 'Ladrón', 511 kilos, número 136, colorado, 12/14.
Incidencias. Las tablas estuvieron decoradas con pinturas del artista francés Loren Pallatier, a quien el presidente de la Diputación, Francisco Salado, entregó una biznaga en agradecimiento por su labor en la Picassiana. Al finalizar el paseíllo el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, entregó a Saúl Jiménez Fortes el Capote de Paseo como autor de la mejor faena de la feria taurina de la capital en 2018.
David de Miranda llegó a la feria taurina de Málaga como un gran desconocido para la mayoría del público y sale de ella con un hueco en el corazón de los malagueños tras dos dignas actuaciones en La Malagueta. El primero de su lote fue devuelto al dar muestras de flojedad y tras romperse las puntas de los dos pitonres y empezar a sangrar tras clavarlos en el albero; ¿demasiada barbería? Salió un sobrero de La Palmosilla al que instrumentó unas verónicas y una media de buen trazo. Hizo un quite por la espalda muy embarullado y brindó al público la faena. Un trasteo que el onubense inició con cuatro estatuarios por alto con las zapatillas muy asentadas y remató con un buen pase por bajo. Ahí quedó la faena porque De Miranda lo intentó pero a la segunda tanda 'Resultón' se rajó y buscó la tablas, donde ya fue imposible el lucimiento. Dejó dos pinchazos sin soltar, un sablazo y una estocada caída.
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En el sexto salió a recibirlo por delantales voluntariosos. David de Miranda inició la faena de muleta por alto y poco a poco fue metiendo en la canasta a 'Ladrón' logrando construir una faena presidida por el temple y el buen gusto, además de por el valor sereno que atesora este torero. Concluyó con unas ajustadas bernardinas, en la primera el toro estuvo a punto de cogerlo ,y estuvo mal con la espada. Dejó tres pinchazos y una estocada casi entera trasera. Los aceros le privaron de tocar oreja.
De la actuación del Juli, lo más destacado fue el recibimiento con el capote al primero de la tarde, un toro manso y muy flojo. En la muleta, el madrileño construyó un trasteo a media altura, en ocasiones haciendo más de enfermero que de matador de toros para evitar que el burel se cayera. Ello hizo que allí no hubiera ni lucimiento y mucho menos emoción. Mató de estocada casi entera trasera.
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En el cuarto, los banderilleros Álvaro Montes y Fernando Núñez dieron un mitin con los rehiletes poniéndolos de sobaquillo y con muchas precauciones ante un toro que no era, ni mucho menos, un barrabás. No se entiende que subalternos con tanto rodaje dieran ayer esa mala imagen. No le fue a la zaga su matador en la faena de muleta. El Juli lo intentó con precauciones a un toro parado y con poca opciones, aunque el madrileño tampoco hizo mucho más. Mató de estocada trasera y un descabello. Una máxima figura del toreo no puede estar así en Málaga.
Como lo cortés no quita lo valiente sí hay que poner en valor el gesto de El Juli de entregarle su montera a Fortes para que saludara una gran ovación del público cuando recibió el Capote de Paseo al terminar el paseíllo. Un gesto que le honra como persona y profesional.
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