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Terral y mediodía en el real son dos ideas que no se complementan demasiado bien. A primera hora de la tarde es raro ver a mujeres vestidas de flamenca, y las que se deciden son unas auténticas valientes. «¡Qué calor! Esto es insoportable, pero hay ... que aprovechar porque es el día festivo, a ver si se anima conforme pasa la tarde», comentaban Rosa y sus amigas, de las pocas personas que decidieron enfundarse su vestido de faralaes a las 15.00 horas.
Aunque en las calles, sobre todo en la principal, había familias y grupos de amigos buscando el local con más fresquito, las peñas con precios populares y las casetas que también tienen sus restaurantes en el Centro estaban bastante llenas: «Hay lista de espera para sentarse a comer en muchos sitios, la verdad es que es bastante difícil almorzar en los mejores, pero para la próxima ya lo sabemos, tenemos que reservar», comentaba una mujer pasadas las 16.00 horas.
Sin embargo, las casetas enfocadas al baile iban poco a poco animándose, a pesar de que la resaca de dos días de baile se hacían notar.
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