La feria del real se vive entre grupos de música

Son un 'plus' imprescindible desde que abren las casetas en el real al mediodía: los grupos de música hacen corpóreas las composiciones de esos artistas que tenemos en bucle durante estos días de fiesta. Y, además, tocando de corazón y animando a un público poco exigente, pero que al estar ebrio nunca miente con sus emociones.

El primero en llegar al Cortijo de Torres cuando aún el aire caliente abofeteaba con fuerza fue Carlos Bravo, un arquitecto malagueño que al ponerse delante del micro es capaz de reanimar una fiesta perdida. Aunque hace años no se veía «ni capaz» de cantar en ambientes familiares ahora es un artista polivalente que los malagueños pueden ver en muchos locales más allá de la feria.

En esta ocasión, Bravo levantó la primera hora del real, esa en la que aún el ánimo está algo bajo para dejar la vergüenza a un lado: «Prometo ver la alegría, escarmentar de la experiencia, pero nunca, ¡nunca más perderme dos ferias!», cantaba con fuerza versionando el famoso 'No dudaría' de Antonio Flores. Los espontáneos de MamaJuana Lombok, espacio que hizo suyo en cuestión de minutos, fueron cómplices de ese chascarrillo que añadió improvisadamente. Lola y Mayte, bailando y abanicándose al mismo tiempo, reconocían no conocer al artista, pero le seguirían «en Instagram» para no perderle la pista. Tras la actuación, que duró aproximadamente una hora, Bravo no esperaba haberse convertido en la bomba que detonaría la fiesta en MamaJuana, pero otro reto conseguido: «Es original, y me ha encantado que mencionara los dos años que hemos estado sin feria, porque han sido muy largos», espetaban las amigas.

A la misma hora, Encarni Navarro ponía en pie como cada tarde en la caseta de El Pimpi, convirtiéndose en una de las artistas más demandadas por los locales durante esta feria: «Después de dos años de parón, y además complicados en mi vida, esta feria es como un aire fresco mental. Reencontrarme con mi gente, mi Málaga, es una satisfacción, imagínate», comentaba feliz la artista.

Además de repetir muchas tardes en El Pimpi, anoche se volvió a vestir de gala para animar el Auditorio Municipal junto a Antonio Carmona. Desde luego, esta mujer es todoterreno y omnipresente: «Estoy feliz porque me siento querida, han contado conmigo y saben que donde llamen a Encarnita para actuar se van a encontrar a la 'Reencarnación'», relataba jocosamente. Además, «Málaga está más bonita que nunca esta feria», afirmó con rotundidad para seguir prendiendo la mecha de esta ilusión sobre el escenario que extenderá hasta el sábado. Para aquellos que quieran conocer al huracán Navarro hoy la artista estará en La Canasta a media noche y mañana jueves en la Fábrica en el Soho a eso de las 13.00 horas.

La sorpresa con la que se encontraron las familias que apuraban sus cafés en la caseta de La Canasta fue que Celia Flores, la hija menor de Pepa Flores, se subió al escenario acompañada de una pequeña banda en acústico con quienes interpretó algunos temas flamencos. Los mayores de la caseta se levantaron rápidamente de sus sillas y bailaron frente al escenario para animarse junto a la artista: «Esta muchacha lo hace muy bien, tiene una voz muy dulce y es una maravilla cantando. No sabíamos que venía, estábamos tomándonos una napolitana y una horchata», comentó a carcajadas una mujer.

Antes, el malagueño Álvaro Olmedo calentó la caseta durante una hora y volvió cuando Flores ya se bajó del escenario. Este compositor lleva más de 22 años en la música y fue, incluso, ganador de un programa que SUR impulsó junto al Canal Costa del Sol, 'La cámara es tuya', hace ya algunos años. Desde luego, en un ambiente tan familiar como el que se vive cada tarde en La Canasta la música resulta un aliciente más para vivir una feria tranquila y moderada durante la hora del café. De hecho, hoy ofrecerán, además de la actuación de Encarni Navarro, el espectáculo de Peneque El Valiente para hacer partícipes de esta feria también a los más pequeños.

En la caseta La Maricastaña, espacio que se estrena este año en el real, el grupo local de versiones Ipop volvía a la carga con los mejores temas del pop-rock en español. Pepe Cotta, el cantante de esta banda que se formó hace casi una década, explicaba que elaboran el 'set list' minuciosamente para hacer feliz a un público que espera escuchar temas conocidos y bailarlos con amigos. Desde luego lo consiguieron, y conquistaron al ambiente tan variopinto que llenaba esta caseta, aceptando peticiones para hacer partícipe al público de la tarde de rock.

Uno de los socios de este espacio, Jesús Partal, relataba que han intentado escoger artistas locales para que animen la feria y, de esta forma, apoyar al talento que tiene Málaga, «que es mucho y muy grande»: «La feria es una oportunidad para ver a los nuestros y aquí hay muchos grupos buenos a los que hay que darles oportunidades. La feria es música en directo, es ambiente y es familia, no podemos perder eso», contaba con ímpetu. En su programación hasta el sábado, que actualizan en su Instagram @lamaricastanacaseta constantemente, estarán Las Niñas, Calle Botica, Hoffman y Rubén Fernández.

Otro de los artistas imprescindibles durante cualquier feria es el Zurdo, con gafas de sol y guitarra al cuello como seña de identidad inequívoca. En esta ocasión, su proyecto Señor Mirinda llenaba a las 18.00 horas la caseta Calle Larios y, más tarde, El Malaguita. Los amigos Juan y Alberto, de Segovia, no esperaban encontrarse en Málaga «tanta música en directo en las casetas», pues la idea que tenían antes de venir por primera vez al real era de «sevillanas y reguetón, y puede que por esta oferta» vuelvan otros años.

Lo cierto es que en la Feria de Málaga no es difícil encontrarse con algún grupo que haga a los más reticentes enamorarse del ambiente y descubrir su nueva banda favorita, porque en este ambiente la música se vive distinta: nos hace recordar por qué hemos echado tanto de menos la Feria de Málaga.

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