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Francisco Jiménez y CRistina pinto
Málaga
Lunes, 15 de agosto 2022, 00:41
Largas colas para coger el bus, esperas de hasta hora y media para encontrar un taxi, los VTC desbordados, los trenes del Cercanías a rebosar y atascos para los que se atreven a moverse en coche hasta los alrededores del real. Ni los refuerzos de ... autobuses de una EMT que tiene a sus 300 vehículos en la calle, ni la posibilidad de que los 1.432 taxis de la capital puedan estar operativos, ni todo el despliegue de VTC de la provincia que acuden estos días a la capital ni las 5.985 plazas de estacionamiento habilitadas en el entorno de Cortijo de Torres han podido con las ganas de Feria de Málaga.
Si a esa asistencia masiva se unen los problemas derivados por los cortes y desvíos de tráfico en los alrededores, provocando atascos que también entorpecían el paso del transporte público, la conclusión en este arranque de las fiesta es que está siendo un rotundo éxito de afluencia y de ambiente tanto de malagueños como de visitantes en el Centro y en el real de Cortijo de Torres, pero con una movilidad colapsada.
El reencuentro con la feria tras el largo paréntesis obligado por la pandemia ha animado a malagueños y visitantes a salir, aunque a la hora de volver a casa el panorama se complica. La resaca de la fiesta está viniendo acompañada en este primer fin de semana de colas y aglomeraciones para coger el autobús o un taxi ya sea para continuar el jolgorio del Centro en el recinto ferial o para irse a descansar.
Para hacerse una idea, la EMT tuvo que juntar la tarde-noche del sábado en la Alameda Principal hasta tres vehículos articulados en la línea F que une el Centro con el real las 24 horas del día para poder dar respuesta al aluvión de viajeros. Y ni por esas se evitaron las esperas. La alternativa de coger un taxi tampoco aliviaba, ya que las colas de la parada de la plaza de la Marina llegaba hasta la esquina con Molina Lario.
Algunos se lo tomaban con filosofía y, como el destino era el real, amenizaban la espera incluso con un improvisado botellón o cenando para reponer fuerzas. Unas colas que también se registraban en el resto de paradas ubicadas en la Alameda Principal para quienes volvían a casa, aunque con peor ánimo.
Y aún más en el real. Ya en la madrugada del domingo, o más bien la mañana, la EMT se vio obligada a mantener operativas hasta las 7.30 horas las 17 líneas especiales que conectan Cortijo de Torres y los barrios cuando lo inicialmente previsto era que la última salida se realizara a las 6.00. Pero en las horas punta no hubo manera de dar respuesta. «Estuvimos casi una hora esperando para coger el autobús, y luego íbamos como sardinas en lata. Y aunque el chófer iba recordando la obligación de llevar mascarilla, muchos se la quitaban», relata Javier Gómez, un usuario habitual de los autobuses urbanos que también se queja de que para ir a la feria no sirvan los abonos y haya que pagar 2 euros por trayecto. «Es una barbaridad», remarca.
El panorama para quienes elegían el taxi fue similar, con el agravante de que a partir de las 3.00 horas se suprime la parada ubicada en la portada norte, frente a la Jefatura de la DGT. «Llegamos a la portada secundaria a las 2.30 y la cola era enorme. Como nos dijeron que a las 3.00 cortaban el acceso, nos fuimos a la portada principal, y allí nos encontramos una cola kilométrica y sin nadie que la controlara. Tardamos hora y media en conseguir taxi», se queja Antonia Arjona, que acudió el sábado al real con su familia.
JOSÉ DEL RÍO. CONCEJAL DE MOVILIDAD EN mÁLAGA
Frente al malestar de los viajeros, la respuesta municipal. «Poco más podemos hacer. Tenemos toda la flota (300 autobuses) y a todos los conductores de la EMT, pero no hay flota de buses ni de taxis suficiente para dar respuesta a toda la demanda de los primeros días, que está siendo exagerada. Estamos haciendo todos los esfuerzos máximos para desplazar al mayor número de personas a la feria y luego retornarlas, pero la afluencia está siendo impresionante y es imposible evitar que en las horas punta haya dificultades para moverse», reconoce el concejal de Movilidad, José del Río. En este sentido, desde la propia EMT admiten que no se recuerda una noche tan fuerte como la del sábado al domingo. A modo de referencia, las oficinas y puntos de información turística de la ciudad están registrando un incremento del 25% respecto a la última feria en 2019.
En el taxi también tratan de explicar la situación. «La primera jornada fue muy dura porque la afluencia de personas fue brutal, pero también por los rodeos que tenemos que dar para entrar y salir del real y el hecho de que a partir de las tres de la madrugada todos tengamos que ir por el Camino de San Rafael junto a los autobuses, los semáforos y los peatones cruzando constantemente. En el tiempo que perdíamos en tres viajes podríamos hacer hasta cinco», comentan fuentes del sector. Además, también reclaman más seguridad en las paradas, ya que la vigilancia privada que pone el Ayuntamiento se activa a partir de las 00.30 horas. Hasta entonces, son los propios taxistas los que tratan de poner orden.
Faltan autobuses, faltan taxis y también faltan VTC, con el añadido de que estos últimos, al tener tarifas dinámicas, suelen subir los precios cuando aumenta la demanda. «La 'app' nos pedía 46 euros mientras el taxi salía por 11, pero como no había taxis estuvimos esperando casi una hora y media hasta que finalmente conseguimos un VTC por 20 euros», expone Elena Castillejo, que marcó su fin de fiesta a las 4.30 horas.
«Está siendo inasumible. Toda la flota de VTC de la provincia de Málaga no es capaz de asumir la altísima demanda que estamos teniendo estos días», asegura el presidente de la patronal VTC-Andalucía, Pablo García, quien también lamenta que los problemas de señalización de la parada que estos vehículos tienen en la calle La Bohème, al norte del recinto ferial. Según afirma, a la 1.30 de la madrugada del domingo todavía no habían sido retiradas las bolsas de plástico que tapaban las señales que prohíben aparcar, por lo que los estacionamientos estaban ocupados por particulares y los conductores tenían que recoger y dejar a los viajeros en la calzada. En este sentido, cabe recordar que los VTC sólo pueden funcionar bajo precontratación y que tienen prohibido captar clientes en la calle y parar fuera de los puntos habilitados. Esta incidencia ya fue corregida el domingo.
Pese a los atascos, las colas, las aglomeraciones y las esperas, se imponen las ganas de celebrar con amigos y familiares. De ahí que Carlos Márquez, sin ocultar su malestar por los problemas de madrugada para coger un taxi con su familia, se quede con lo positivo: «La Feria de Málaga es la leche».
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