La feria del Centro de Málaga mantiene su esencia

«Labios de fresa, sabor de amor...», se escuchaba cantar desde calle Ollerías. Es el eco de una de las bandas que resuenan cada día en la feria del Centro. Y ese es el camino que sigue la mayoría de los que acuden a este recinto ferial de la ciudad que sigue manteniendo su esencia a pesar de los años: por calle Larios, panda de verdiales y charangas van dando la nota y acaparando la atención; en las plazas, músicos se dejan la piel para darlo todo a un público que siempre está entregado. Grandes corros de malagueños se mezclan con los turistas que no dejan de sacar el móvil para inmortalizar el momento: «Esto es algo maravilloso», comenta Laura Gómez, que llega de Valladolid, mientras pasea por calle Larios.

En la plaza de la Constitución, uno de los míticos de cada feria en la caseta San Miguel: el malagueño Carlos Bravo dejándose la piel mientras cientos de personas se entregan a él saltando y cantando los temas. Y sudando, claro, aunque eso no importa si se está disfrutando. Familias, grupos de amigos, turistas nacionales y extranjeros van a una en esta fiesta llena de buen ambiente en el Centro de la capital. «Hace muchos años que no venía a la feria del Centro, pero siempre que lo hacía venía a las plazas, por eso esta vez no he querido perdérmelo y he venido con mis amigos aquí», explicó la fuengiroleña Patricia Cuéllar desde la plaza de San Pedro de Alcántara, uno de los escenarios de música en directo junto con la del Obispo, Constitución y Las Flores. «Nosotros hemos venido muchos años cuando estaba la Free Soul Band, el ambiente es buenísmo», añade uno de sus amigos, José Galdeano.

La plaza de San Pedro de Alcántara es uno de los puntos fuertes de la música en directo. Es una de las claves de cada día para los que llegan a disfrutarla, aunque también para los comerciantes de la zona, que venden mucho más. Eso le pasaba a los comercios como 'La Quintonería' o 'Bodegas Tranca', que reparten mucha más bebida de lo normal estos días; además de tener un gran reclamo en las terrazas. O sino que lo digan también a los bares de la plaza del Obispo, otro de los puntos fuertes de la feria del Centro.

También la de Las Flores, donde estaba un grupo de almerienses dispuestos a darlo todo mientras estaban en una de las terrazas de la plaza: «Mira que mañana tengo que trabajar a las ocho de la mañana... Pero hemos venido tantas veces a la feria que es que no podemos renunciar a esto», confesaba Elena Belenguel, que estaba con toda su familia celebrando la Feria de Málaga.

En familia, grupos de amigos, turistas nacionales y extranjeros, todos mezclados a una en la fiesta del Centro de Málaga. El grupo «medio granaíno, medio malagueño» de la familia Cuevas Fernández lo había dado todo durante la tarde y estaban esperando su turno para tomar algo y retomar fuerzas: «Hace años que venimos al Centro y nos encanta este ambiente», confesaba la familia. Aunque uno de ellos, especialmente interesado en toda la tradición malagueña: «Yo vivo los verdiales casi más que los malagueños, hace un rato me he echado una foto con Pepe Sardina, uno de los grandes. Me duele que muchos de aquí no valoren las tradiciones de Málaga, hay que apreciar lo bueno que tenemos», valoraba el granadino Diego Muñoz, que es uno de los que no fallan cada año a la feria del Centro.

Aunque no sólo son las plazas las que están entregadas a la música en directo. El escenario de calle Larios mantiene vivo el folclore popular, uno de los más reclamados por los que no lo conocen. Y también por algunos fieles como el mencionado anteriormente Diego Muñoz, que llega cada Feria de Málaga esperando escuchar la tradición más popular de la capital. Eso mismo valora Lolo Rosero, que vive en pleno Centro de Málaga y desde bien joven ha vivido esta fiesta: «Hace muchos años que salgo en las calles de alrededores de Larios. Esto ahora es otra cosa, sigue habiendo mucho folclore, pero son muchos los que vienen de fuera y no saben de lo que va esta feria. Aunque sigo valorando mucho lo que sigue siendo la feria del Centro, me encanta», declaró a SUR.

Son muchos los que siguen defendiendo el recinto ferial del Centro, a pesar de que el Real sea una de las alternativas más reclamadas por los amantes de la feria. «Me encanta la feria del Centro, es la auténtica. Salir al Real es como salir de discoteca, aquí vas por la calle y la gente se une a lo que sea», defendió Carlos Martínez mientras disfrutaba de este recinto ferial del Centro Histórico. Junto a él, otros vivían la primera vez en la Feria de Málaga, como Julia Ueber, que llegó con la antequerana Mavi León: «Vengo mucho a la ciudad, pero nunca había estado en la feria y me ha encantado», afirmó.

Si bien el 'tardeo' en el Real se ha convertido en uno de los grandes reclamos de la Feria de Málaga, el Centro sigue manteniendo su esencia con la tradición que le caracteriza. Gente cantando en la calle y charangas como la de 'Los Mihitas', que desde las tres de la tarde llegaron de Churriana a la ciudad para poner en marcha a todo aquel que pasaba por donde estuviesen. «Somos 16 y venimos para animar a todo el mundo que quiera unirse a nosotros», comentó con SUR uno de los miembros del grupo, Pablo Fernández.

La Feria de Málaga del Centro sigue siendo toda una tradición y mantiene su esencia con verdiales, música en directo y una fusión de público dispuesto a disfrutar siempre.

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