Teresa Porras, concejala de Servicios Operativos y Fiestas

«Los empresarios están contentos con que la feria del Centro acabe a las seis de la tarde»

–Llega la feria y usted siempre está en el candelero. ¿Cómo lo lleva?

–Lo llevo muy bien. Estupendamente. Tengo asimilado todo lo que viene.

–¿Pesa la responsabilidad?

–El primer día de feria es el peor. Es cuando ves si realmente todo funciona. Lo importante es resolver lo antes posible cuando detectas que algo está fallando.

–¿Cuál es su rutina para la próxima semana?

–Aprovecho para estar con la gente. Intento divertirme dentro de lo que uno se puede divertir. Me gusta lo que hago. Creo que me costaría mucho trabajar en algo que no siento.

–En el Real Cortijo de Torres se ha levantado una ciudad flotante. ¿Qué números y cifras se esconden detrás de lo que se ve?

–Lo que montamos aquí equivale a una ciudad como Toledo. Son dos meses de trabajo en el que participan muchas empresas privadas y los servicios operativos del Ayuntamiento. Gracias a la feria come mucha gente.

–Hay malagueños que presumen de no pisar la feria o resaltan que se irán de la ciudad. ¿No es un motivo para pensar que se está fallando en algo?

–A mí me parece respetable. Entiendo que es porque la feria no les gusta. Cada uno puede hacer lo que quiera. Lo respeto.

–La portada en el Real y en el Centro son las mismas del año pasado. ¿No hace falta un recambio?

–Es verdad que son las mismas. El año que viene toca una nueva portada para la entrada del Camino de San Rafael.

–Si hablamos de modelo de feria, ¿está contenta?

–Yo creo que tenemos un modelo de feria muy conseguido. Hemos sido capaces de darle la vuelta a la feria del Centro. El propio Javier Frutos, el presidente de Mahos, coincide en que lo que había en la feria, el botellón, eso no gustaba a nadie.

–¿Por qué se vuelve a cortar la feria del Centro a las seis de la tarde?

–Porque hay que preparar la ciudad para que esté en condiciones para el día siguiente. Los servicios de limpieza y de seguridad son los que hay... Los propios empresarios del Centro aplauden que ahora puedan dar cenas sin problema.

–Da la impresión de que el Ayuntamiento quiere cargarse la feria del Centro por la vía del estrangulamiento horario.

–Eso no es verdad. En todas las plazas del Centro hay música en vivo. Pagamos para que haya flamenco todos los días. Si el Ayuntamiento querría cargarse la feria del Centro ya se la hubiera cargado. Sin embargo, la mantiene y apuesta por ella. Lo que no queremos es el desmadre y el botellón que había en el Centro.

–¿Merece la pena mantenerla con ese horario?

–Claro. El que tiene música autorizada en su local puede seguir. Ahora, en las plazas y en las calles se acaba la música a las seis. Los empresarios están contentos así. Si no, no pueden dar cenas.

–¿El cierre a las seis de la tarde se ha consensuado con los empresarios o es una decisión unilateral por parte del Ayuntamiento?

–Siempre ha sido consensuado. Hay unos que quieren más, otros que quieren menos… Pero hemos llegado a la conclusión de que no podemos ir más allá de las seis.

–¿No hay margen para una hora más? Cortar, por ejemplo, a las siete de la tarde…

–No lo hay. Si hago eso, entro a limpiar a las ocho. Tenemos dos ferias. El Centro tiene que estar bien porque hay mucho turismo y de eso vivimos. Los turistas se levantan temprano y quieren darse sus paseos y la ciudad tienen que estar en condiciones. No hay que olvidar que somos una ciudad de servicios.

–Con un Centro descafeinado, ¿no se pierde la esencia de la feria?

–Pero es que nosotros seguimos apostando por el Centro. Tenemos folclore, tenemos de todo... Y pagado por este ayuntamiento. Ese debate está superado.

–¿Cómo ve la evolución del Real desde la primera feria después de la pandemia hasta ahora?

–El Real ha tenido una gran evolución. Y ha cuajado porque la gente ha apostado por él. La propia restauración, las propias discotecas, la gente joven… todos.

–Por si aún existe confusión, ¿está prohibido cobrar para entrar en las casetas?

–Así es. No se puede cobrar en ninguna. Los ciudadanos tienen que denunciar si alguien les intenta cobrar por entrar. Tienen que avisar a la policía. Nosotros en eso vamos a ser implacables. Si alguien lo hace, tendrá su sanción correspondiente. Incluso, cierre de caseta.

–¿Qué opinión le merece el Kanka como pregonero?

–Me parece un tío muy hecho por sí mismo. Además, ha demostrado que tiene un corazón muy grande. Ahí está el concierto que dio con los niños de Los Asperones.

–¿Lo que no quiere ver?

–Lo que no quiero ver es que la gente no cuide los espacios, que se tiren las cosas al suelo. Tampoco quiero malos rollos. La feria está para pasarlo bien.

–¿Qué vestimenta recomienda?

–De día intento ponerme un traje de flamenca. De noche me gusta vestir mona y elegante. Llamo a la gente a que intente venir con traje de flamenco. Lo de ir sin camiseta es para la playa y porque vas a bañarte. A la feria no vengas descamisado ni con chanclas.

–¿No cree que le falta ambición a la programación musical del auditorio?

–El problema es que tenemos que hacer un concurso público. Nosotros marcamos las pautas, pero realmente es lo que el empresario ofrece después… El dinero que hay es el dinero que hay.

–Carlos Baute o Chenoa, por ejemplo, no son artistas del momento.

–Para los artistas del momento se necesitan cachés mucho más elevados. A lo mejor, lo que hay que hacer es abrir el debate sobre si hay que pagar las entradas. Vamos a traer al auditorio a los mejores, pero la gente se va a tener que pagar su entrada. Igual que lo hacen cuando van a Fuengirola o a Marbella. No me cierro a abrir ese debate, todo lo contrario.

–¿Podremos esperar alguna muletilla de usted que sirva para dar titulares?

–Eso nunca se sabe. Las muletillas se dan o no. Yo soy un verso suelto.

–Si pudiera invitar a una persona a la feria, ¿a quién elegiría?

–Invitaría a Antonio Banderas. Creo que aún no conoce el recinto ferial. Yo, al menos, no lo recuerdo.