Corros, palmas y cante en las calles sin olvidar la esencia de la barra de bar

Esa es sólo una de las escenas que queda retratada en el Centro Histórico cada año durante la feria. La otra, plaza de la Constitución a rebosar, que en este caso no ha sido así. «Incluso podemos movernos y andar sin mogollón de gente delante, eso otros años no pasaba», declaraba a SUR la malagueña Teresa González. Lo de las plazas es, además de las pandas de verdiales y flamencas, de lo poco que sobrevive. Aunque en la plaza San Pedro de Alcántara llevaban desde el lunes sin tener música en directo, algo que no se tenía previsto pero por intervenciones de la Policía Local ha sucedido, el ambiente estaba en los bares de alrededor. Porque... ¿A quién no le gusta tomarse algo fresquito y brindar con los amigos cuando de repente surge un cante improvisado? Eso le pasaba a los malagueños Javi Domínguez y Domingo Páez, que aprovecharon para coger fuerzas con unos montaditos y cerveza en mano. «Luego iremos al Real, pero no está nada mal venir aquí y seguir manteniendo la costumbre», detallaron los jóvenes.

Queda un día más. Mañana sábado ya no serán los penúltimos bailes del Centro, sino los últimos. Aunque, como muchos afirman, «nunca se dice la última, siempre la penúltima».