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El millar de militantes en el salón del hotel daban botes, bailaban y coreaban su nombre.
La noche más desatada de Paco de la Torre: fiesta, bailes y Queen
Elecciones municipales 2023

La noche más desatada de Paco de la Torre: fiesta, bailes y Queen

El alcalde de Málaga, que no es muy dado a mostrarse eufórico, se vino arriba entre vítores, aplausos y música de primera

Martes, 30 de mayo 2023, 00:22

Sería mentira decir que Paco de la Torre no se ha visto en otra igual porque lo cierto es que se ha visto en muchas. Pero hacía 12 años (2011) que no se daba el gustazo de ganar por goleada, por mayoría absoluta, pero no de 16 (el punto de inflexión), sino de 17. Encima de «va sobrado», que decían la noche electoral algunos populares en el salón Tauromaquia, del hotel NH, donde el reelegido alcalde de Málaga cortó oreja y rabo. Literal.

La alegría y la pena son dos caras de una misma moneda. Mientras De la Torre vivía el éxtasis de su triunfo electoral, en la sede del PSOE estaban en modo funeral. Tan lejos, tan cerca. Precisamente, el candidato popular nombraba al socialista, al «señor Pérez Morales», él gusta de mencionarlo por sus dos apellidos, para contar que éste le había llamado para felicitarle. «Le he agradecido su gesto». Tocaba contarlo, al regidor le encanta la cortesía, el guante blanco en política. No es nada nuevo.

De la Torre y Pérez de Siles, en la cresta de la felicidad. Al lado, Carmona y Navarro. Salvador Salas

El lugar elegido para la noche electoral ya venía diciendo el fiestón que iban a montar. Si el PP elige un hotel para que vayan sus 845 apoderados e interventores por Málaga la cosa está clara. Meridiana. Tenían pensado ganar y darse un baño de multitudes. Como así fue.

Tal fue la alegría y el desenfreno, que cuando le tocaba salir al «gran protagonista de la noche», como lo presentaba la secretaria provincial del partido, Patricia Navarro, la sala de prensa en la que estaban los medios de comunicación se quedaba pequeña para el triunfo que querían escenificar, para la fiesta por todo lo alto. Así que, once y pico de la noche, corre que te corre, los técnicos y cámaras de televisión saltaban a montar los equipos en la sala principal y los plumillas se llevaban los ordenadores debajo del brazo en una suerte de carrera de obstáculos, entre la alegría sin parangón de los militantes, que esperaban al alcalde como agua de mayo.

Nada más entrar, los gritos de «Paco, Paco», que se convirtieron en «alcalde, alcalde» ya prometían. Por los altavoces, buena música, y la canción ochentera que sus asesores (que rondan estas edades) habían elegido para muchos momentos de esta campaña, ese Queen y su 'Don't stop me now': quedaba claro a De la Torre no lo iba a parar nadie. Era su gran noche, la de Raphael, pero sin misterios.

Carmona, Navarro, De la Torre y Pérez de Siles, en uno de los momentos de la fiesta. Salvador Salas

Así lo decían algunas encuestas, incluida la de GAD3 que publicó este periódico, y los tracking que hacen los politólogos del PP, a los que se les veía la mar de relajados la noche electoral. Hubo un momento, incluso, en el que parecía que podía haber subido la participación dos puntos (luego fue un espejismo) y los analistas decían que eso era la subida al concejal número 18. Estaban flipando. Aún así, el secretario provincial del partido y coordinador de campaña, Jota Carmona, se afanaba en decir que cada concejal más lo habían vivido como una fiesta. Es cierto que los gritos del 17 consolidado debieron de escucharse en la avenida de Andalucía. Era como esos goles de la de la selección española, que entran como un torbellino por el ojopatio.

El protagonista de la noche, Paco de la Torre, que no es dado a mostrar esa alegría desatada, se vino tan arriba al coger el micro que por momentos pareciese que se iba a abrir la camisa y debajo aparecería el disfraz de Súper-Paco. Le faltaba el traje del héroe del cómic español y le sobraba la corbata, por eso fue listo y esta vez ni la llevaba.

«Voy a poner en esta etapa toda mi energía, toda mi pasión», decía, añadiendo que iba a «gobernar aún mejor» si cabe. Gritos y aplausos. En esa le pedían que botara mientras los asistentes parecía que hicieran la ola del melillero, en Sacaba Beach.

Se acordó el regidor de los concejales que no iban en esta lista, Susana Carillo, Raúl López y Rosa Sánchez, y avanzó que iba a contar con ellos, «son personas muy válidas», le dio las gracias a Pepe del Río, que se jubila. Y en el subidón del discurso mencionó a todos los ediles que no han salido elegidos desde el 18 al 31, uno a uno. Dijo que su triunfo, el del PP, no era un esfuerzo egoísta, sino que pensaba en los municipios del entorno, en los «servicios a nuestra provincia», y que era por «nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestra comunidad y nuestra patria, España». «Alcalde, alcalde, alcalde», que se oía como si hubiese salido a actuar Jon Bon Jovi.

Esa noche, con su mujer Rosa al lado, pese a sus quejas para que no se presente más, sus hijos Manuel, Santi y Lucía, y algunos nietos, el octogenario alcalde se consagró como imbatible. De la Torre suele contar que le bastan cinco o seis horas de sueño. Esa madrugada seguro que le valieron menos. ¿Cómo puede dormir alguien con tanta emoción?

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