El mapa electoral en Málaga: ¿qué se juega cada municipio?

El pasado octubre, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón dictó un auto por el que procesó por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y narcotráfico al hijastro de la alcaldesa de Marbella, la popular Ángeles Muñoz, y dejó en suspenso, dada su enfermedad, la causa contra el marido de ésta, Lars Gunnar Broberg, que falleció el pasado marzo. Desde ese momento, el llamado 'caso Joakim' ha marcado la actualidad política de la segunda ciudad en importancia de la provincia con duros enfrentamientos entre el PP y la oposición, fundamentalmente el PSOE con su portavoz y candidato a la Alcaldía, José Bernal, al frente.

El juez ha desvinculado de la investigación al Ayuntamiento de Marbella, y por ende a la regidora, del uso irregular de fondos públicos. Pese a ello, los socialistas se aferraron a este caso para sembrar las dudas en torno a Muñoz con el objetivo de desgastar la imagen de la regidora, quien ha sido respaldada por su partido, el PP. El asunto saltó las fronteras municipales ya que el Senado, donde la alcaldesa ocupa un escaño, ha abierto una investigación para dilucidar la legalidad de su patrimonio, tras actualizar su declaración de bienes en la Cámara Alta después de que su hijastro y su marido fuesen procesados. Asimismo, se celebró un tenso pleno en el Ayuntamiento con un fuerte cruce de declaraciones entre Bernal y la bancada de los populares que ha tensionado la política marbellí.

Cara al 28 de mayo, la incógnita en Marbella es ver si este caso, alimentado política y mediáticamente, desgastará electoralmente a Muñoz, que actualmente gobierna con mayoría absoluta (14 concejales) frente a los diez ediles del PSOE, los dos de Opción Sampedreña y el único representante de Ciudadanos, la edil María García, quien ha sido expulsada de la formación naranja por su acercamiento al PP y la regidora. Un total de nueve partidos optan a alguno de los 27 escaños en juego en la ciudad.

En Mijas, la tercera ciudad en población de la provincia, se vislumbra a priori una batalla política muy abierta por la Alcaldía en las elecciones del 28 de mayo. Las espadas están en todo lo alto entre el PP y el PSOE. Los populares vencieron en las elecciones de 2019, pero la falta de acuerdo con Ciudadanos llevó a la Alcaldía a los socialistas. El PP vuelve a confiar en el exalcalde Ángel Nozal como cabeza de cartel pese a las diferencias que hubo al principio del mandato con la dirección provincial y al entender que es la mejor baza para recuperar este Ayuntamiento.

Hace cuatro años, el socialista José Antonio González se convirtió en alcalde en el último minuto gracias a los votos de los concejales naranjas. En este mandato, Josele, como es conocido popularmente, se ha asentado con fuerza en la Alcaldía a base de una gestión eficiente y una independencia de criterio que le ha llevado incluso a marcar distancias con su partido (cabe recordar que se enfrentó al Gobierno central cuando quiso meter la mano en el superávit de los ayuntamientos), lo que ha reforzado sus opciones.

Sin embargo, la clave que decantará la balanza sobre la gobernabilidad en Mijas va a depender de lo que ocurra con Ciudadanos. Los liberales cuentan actualmente con seis concejales en la corporación y habrá que ver qué ocurre en un contexto de desplome generalizado de sus siglas. Los más de 5.000 votos que recibieron en 2019 y adónde van a ir los mismos serán determinantes para dibujar el escenario político en Mijas, en cuyo Ayuntamiento tienen también actualmente un representante Podemos y otro Vox.

En el caso de Estepona, el PP parte de una situación de gran ventaja y fortaleza. José María García Urbano gobierna esta localidad con una holgada mayoría absoluta ya que tiene 21 de los 25 concejales de la corporación después de que hace cuatro años lograra el 70% de los votos, convirtiéndose en uno de los alcaldes más votados de España. El regidor encabeza por cuarta vez la lista de los populares con el aval de una gestión donde destacan hitos como un complejo sociocultural (incluye una biblioteca, un conservatorio y una sala expositiva, el Mirador del Carmen, inaugurado con una muestra con fondos de la colección Carmen Thyssen), un estadio de atletismo, un nuevo recinto ferial o la conversión de la antigua N-340 en un bulevar ajardinado.

El PSOE, que cuenta con cuatro concejales, intentará horadar lo que, a priori, parece una fortaleza inexpugnable de los populares. Su candidata a la Alcaldía es Emma Molina, quien este mandato ha tenido como adversario no sólo al PP sino a parte de su partido con enfrentamientos internos, que han hecho que esté citada a declarar tras la querella presentada por la derrotada en las primarias a la secretaría general del PSOE esteponero. Molina, que cuenta con el aval de la dirección provincial, pidió recientemente explicaciones a García Urbano tras abrir diligencias de investigación la Fiscalía de Marbella, tras una denuncia de los socialistas, por la venta de patrimonio municipal a bajo precio.

Vox y Con Andalucía-Estepona son los otros dos partidos que se presentan en Estepona con el objetivo de lograr representación en el Ayuntamiento.

Desde 1991 y salvo el intervalo de 1993 a 1995, Fuengirola ha estado gobernada por el PP, primero por Esperanza Oña y ahora con Ana Mula. En estas décadas, la Villa Blanca se ha convertido en un bastión y un granero de votos de los populares tanto a nivel local como provincial. En este contexto, el PSOE y los partidos de izquierdas tienen ante sí un complicado reto: desbancar al PP de una de sus alcaldías más señeras.

A día de hoy, Mula gobierna con una amplia mayoría absoluta ya que tiene quince de los veinticinco concejales que componen la corporación. El resto se lo reparten el PSOE, con seis, Ciudadanos, con dos, y Vox e IU con uno. Los populares confían en la gestión realizada y el amplio apoyo social con el que cuentan para mantener no sólo esa mayoría absoluta sino ampliarla.

Después de tres elecciones donde el candidato a la Alcaldía fue Javier García León, los socialistas apuestan en esta ocasión por una cara nueva, la farmacéutica y secretaria general local Carmen Segura, quien presenta una lista profundamente renovada con el objetivo de mejorar los resultados del PSOE.

Una de las claves en este municipio va a ser el futuro de Ciudadanos, que cuenta con dos concejales, entre ellos el candidato a la Alcaldía, Francisco Javier Toro, y hace cuatro años fue el tercer partido más votado en Fuengirola. Por su parte, Vox aspira a aumentar su representación, al igual que la confluencia Con Andalucía.

Cuando en 2015 llegó por primera vez a la Alcaldía merced a un acuerdo entre varios partidos, Víctor Navas llevó la estabilidad a Benalmádena, una ciudad que en los anteriores mandatos estuvo en el ojo del huracán con dos mociones de censura y una corporación muy fragmentada con la presencia de pequeños partidos, que jugaban un papel determinante. Cuatro años después, el socialista ganó las elecciones con once ediles y gobierna actualmente con el apoyo de los dos concejales de IU, que ahora se presenta en la confluencia Con Andalucía.

Aunque a priori pareciera que el candidato del PSOE a la reelección tiene opciones de repetir en el cargo, el escenario político en Benalmádena -una ciudad con una importante bolsa de votantes de centro-derecha- presenta una gran incógnita sobre qué puede suceder el próximo 28 de mayo. En primer lugar está el desgaste que Navas haya podido sufrir por su polémico proyecto de remodelación de la antigua nacional 340 y, en segundo lugar, por el hecho de que Ciudadanos, que logró tres ediles en 2019, no presente candidatura y sus concejales hayan sido absorbidos por el PP, que vuelve a confiar en Juan Antonio Lara como aspirante a la Alcaldía.

Vox, que tiene a día de hoy dos concejales, Por Mi Pueblo y Contigo Somos Democracia, son los otras formaciones que optan a lograr alguno de los 25 ediles en juego.

Desde el mismo momento de la celebración de las elecciones de 2019, el escenario político en Torremolinos ha sido convulso. El mandato ya comenzó agitado cuando Lucía Cuín fue expulsada de Vox tras acudir al Día del Orgullo y luego fue clave, junto a Avelina González (afín en ese momento al exregidor Pedro Fernández Montes) para que el socialista José Ortiz fuera reelegido alcalde. A ello siguió posteriormente el paso al grupo de los no adscritos de Nicolás de Miguel, que había sido candidato de Ciudadanos a la Alcaldía. Y culminó con la presentación de una moción de censura, en diciembre de 2021, que llevó a la Alcaldía a Margarita del Cid, tras recibir el apoyo de González, De Miguel , Ciudadanos y Vox, y tuvo el epílogo del distanciamiento de Ortiz con su partido.

Este convulso mandato es el que somete al veredicto de los ciudadanos en las elecciones del 28 de mayo en Torremolinos. Del Cid, que fue la más votada hace cuatro años, tiene ante sí el reto de lograr una mayoría amplia que le permita gobernar sin depender de los pactos con diferentes fuerzas en un Ayuntamiento muy fragmentado. El PSOE presenta nueva cabeza de cartel con Maribel Tocón con el también importante desafío de recuperar la Alcaldía. A la misma también aspira el exregidor Pedro Fernández Montes que vuelve a la primera línea con un nuevo partido, Unión del Pueblo de Torremolinos, con el objetivo de competir con su reconocida enemiga Margarita del Cid.

Vox, Ciudadanos -que tuvo que buscar un candidato después de que David Obadía renunciara a encabezar la lista tras haber sido nombrado-, Con Andalucía y otros dos partidos de corte localista compiten por lograr representación en el Consistorio.

Cara al 28-M en Vélez-Málaga, la cuarta ciudad en población de la provincia, hay partido. La capital de la Axarquía está gobernada actualmente por el socialista Antonio Moreno Ferrer con el apoyo del Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar (GIPMTM), mientras que en la oposición están el PP, que ganó los comicios en 2019, y la formación de corte andalucista Andalucía por Sí.

Hace cuatro años, el GIPMTM se decantó por entrar en el gobierno municipal con los socialistas por sus desavenencias con el candidato del PP, Francisco Delgado Bonilla. Ahora, los populares han presentado un nuevo aspirante a la Alcaldía, Jesús Lupiáñez, y eso abre el escenario a que haya un mejor entendimiento con la formación independiente a la hora de poder llegar a un acuerdo en el caso de que este partido vuelva a ser la clave de la gobernabilidad.

El PP aspira a mejorar sus resultados de 2019, al igual que el PSOE, mientras que la incógnita es si el GIPMTM repetirá los buenos datos cosechados hace cuatro años. Hasta un total de nueve partidos buscan obtener representación en uno de los principales ayuntamientos de la provincia.

Hace cuatro años, José Alberto Armijo se quedó a un concejal de la mayoría absoluta y gobernó Nerja gracias al apoyo en la investidura del concejal de Vox, aunque después pactó con Ciudadanos. Ahora, el candidato del PP a la reelección se encuentra con un escenario diferente al de 2019 ya que la formación naranja no se presenta y su única edil se ha integrado en las filas populares y Vox opta con un candidato paracaidista, que ha sido rechazado por el partido en la localidad. A ello se une que recientemente Armijo ha sido absuelto en el caso del vertedero del Río de la Miel.

Unas circunstancias que hacen que el viento sople a favor de José Alberto Armijo, quien tendrá enfrente a la socialista Patricia Gutiérrez, quien debuta como candidata a la Alcaldía tras vencer en el proceso de primarias al exregidor Gabriel Broncano. La aspirante tiene ante sí el reto de que el PSOE vuelva a una Alcaldía que ya ocupó el partido entre 2015 y 2019.

Rincón de la Victoria acude a estas elecciones municipales ya incluida en el club de las ciudades de más de 50.000 habitantes, al haber superado esta cifra, lo que se traduce en el aumento de sus concejales de 21 a 25. La cita del 28 de mayo servirá para ver si este sigue siendo o no un Ayuntamiento muy fragmentado ya que actualmente siete partidos tienen representación en la corporación municipal.

El alcalde, Francisco Salado, gobierna gracias al apoyo que recibió en la investidura del PP, Ciudadanos, Por Mi Pueblo -todos ellos forman parte de su equipo de gobierno- y de Vox. Una de las claves del 28-M en el municipio es si Salado, que preside también la Diputación, va a concentrar el voto de los naranjas (una formación en desplome) y qué va a pasar con Por Mi Pueblo, encabezado por el exregidor popular José María Gómez Muñoz.

Los socialistas vuelven a confiar en Antonio Sánchez como aspirante a conseguir el gobierno de este municipio.

La de Antequera es una de las alcaldías más codiciadas por los grandes partidos por el valor simbólico que tiene la Ciudad del Torcal como centro de Andalucía y su papel en la política municipalista y autonómica. Tradicional bastión del PSOE, esa hegemonía se rompió en 2011 cuando Manuel Barón (PP) accedió por primera vez al bastón de mando. Desde entonces, los populares han consolidado esa mayoría absoluta en esta ciudad.

En estas elecciones el reto de Barón es no sólo mantener la mayoría absoluta sino intentar incrementarla. Para ello, los populares confían en conseguir el concejal que actualmente tiene Ciudadanos, un partido que en esta ocasión no presenta candidatura. En ese espacio ideológico del centro-derecha, la competencia para el PP vendrá de la mano de Vox.

El PSOE, por su parte, confía de nuevo en Francisco José Calderón para intentar recuperar una Alcaldía perdida hace una docena de años y espera subir de los actuales siete concejales en la corporación e intentar sumar con la confluencia Con Andalucía, que tiene dos ediles, para desbancar a Barón.

Hay que remontarse a 1995 para recordar una mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Ronda. En esa ocasión, lo logró el PSOE con Juan Fraile. A partir de 1999, año en que ganó las elecciones locales el GIL, ningún partido ha logrado gobernar en solitario en la Ciudad de Tajo, donde los gobiernos municipales se han ido sucediendo en base a pactos, cambios de alianzas y mociones de censura. Ahora la batalla se presenta reñida.

El PP, el más votado hace cuatro, años gobierna con María de la Paz Fernández y cuenta en su equipo con el único edil de Ciudadanos -partido que no se presenta en esta ocasión- y con Carlos Mirasol, proveniente de Alianza Por Ronda y que ahora se presenta por un partido independiente. Los populares aspiran a lograr la mayoría absoluta y para ello confían en el balance de su gestión y en aprovecharse de un previsible desplome de APR, que logró hace cuatro años tres ediles y que aunque se presenta ya no está su líder y fundador, el exregidor Antonio Marín Lara, y de que los liberales no presentan candidatura.

Por su parte, el PSOE ha situado a Ronda como uno de los objetivos prioritarios en estas elecciones y para ello cuenta como candidato con Francisco Cañestro, quien vuelve a la primera línea política después de que la Fiscalía retirara su acusación por el 'caso Acinipo'. Su reto es subir de los actuales seis concejales que tiene en la corporación.

Las incógnitas pasan por ver si la andalucista Isabel Barriga mantiene su actual acta de concejal por el partido Ronda 100x100, al igual que su homólogo Mirasol, si Vox logra entrar en el Ayuntamiento, y si la confluencia Con Andalucía logra aumentar su actual representación.

De los 21 concejales de Cártama, el PSOE cuenta actualmente con 14. El alcalde, Jorge Gallardo, ha logrado consolidar a este municipio en expansión y crecimiento como un bastión socialista y aspira a la reelección sobre la base de una amplia mayoría absoluta.

El centro-derecha concurre con tres partidos, PP, Ciudadanos y Vox, a estas elecciones con el objetivo de asaltar este fortín socialista. A día de hoy sólo los populares y los liberales tienen representación con tres ediles cada uno.

En 2011, cuando el PP rompe la barrera de la expansión en el interior de la provincia, logró el gobierno de Coín. Desde entonces los populares están al frente de este Ayuntamiento y el reto del alcalde, Francisco Santos, es mantener la actual mayoría absoluta o incluso ampliarla Para ello confían en aglutinar los votos y el concejal que actualmente tiene Ciudadanos, que no presenta lista, aunque sí Vox.

El PSOE, por su parte, aspira a recuperar la vara de mando de la localidad y apuesta por Salvador Rojas como candidato por segunda vez con el objetivo de sumar más de seis concejales. Una de las incógnitas es si en este municipio de larga tradición andalucista si Andalucía por Sí mantiene su actual representante.

Las elecciones del 28 de mayo serán una nueva prueba para medir la gestión del popular Joaquín Villanova tras 27 años como alcalde de Alhaurín de la Torre. El veterano regidor goza actualmente de una cómoda mayoría absoluta con doce concejales, mientras que el PSOE cuenta con cinco y dos cada uno tienen Ciudadanos y Unidas Podemos.

Los socialistas intentan un nuevo asalto a este bastión del PP y lo hacen con David Márquez, quien debuta en el cargo con el reto de mejorar los resultados. La incertidumbre es qué va a ocurrir con los liberales de Ciudadanos, mientras que Vox intentará entrar en la corporación y Con Andalucía aspira a incrementar su actual representación.

En lo que va de siglo XXI, la izquierda sólo ha gobernado un mes en Alhaurín el Grande, fue apenas un mes, entre mayo y junio de 2019, cuando Teresa Sánchez (IU) cogió la vara de mando tras una moción de censura con más valor simbólico que efectivo. El resto del tiempo el gobierno ha estado en manos del PP o de Por Alhaurín (la marca en la que se refugiaron los populares locales durante un mandato por sus desavenencias con la dirección provincial).

La de Alhaurín el Grande es una Alcaldía que se le resiste a la izquierda. La actual alcaldesa, Antonia Ledesma, gobierna con mayoría absoluta, mientras que el resto de ediles se lo reparten el PSOE con cuatro, la misma cantidad que Alternativa Socialista Alhaurina (una escisión del PSOE que ahora concurre con el nombre de 100% Alhaurín) y dos Unidas Podemos. Los socialistas vuelven a encomendar a Luis Guerrero el reto de lograr el gobierno, al que también optan Con Andalucía y Vox.