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Josele González estaba destinado a ser alcalde de Mijas, una ciudad que antes era un pueblo y que ahora es el tercer municipio de la provincia. Después de una larguísima trayectoria en el partido y tras una legislatura movida como primer teniente de alcalde, González se hizo con el bastón en 2019 tras una carambola que no se decidió hasta el mismo día en el que se constituyó la Corporación.
Su gestión ha sido respaldada. Es el único candidato del PSOE de un municipio mayor de 25.000 habitantes que no solo ha ganado las elecciones, sino que además ha mejorado el resultado. Las razones serán varias, pero hay una que seguro que está presente: poner a su municipio por delante de las siglas, una forma de hacer política municipal que suele funcionar cuando se hace por creencia y no por imposición. Y si no que se lo digan a su compañera alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, la única ciudad de más de 20.000 habitantes en la que los socialistas gobernarán con mayoría absoluta.
La otra virtud de Josele González es haber devuelto la normalidad a un municipio políticamente esquizofrénico. Denuncias cruzadas, cambios de partido, ruptura de pactos, intentos de compra de un concejal e investigaciones judiciales son algunas de las circunstancias que hicieron que Mijas estuviera en la picota entre 2015 y 2019. Todo esto ha cambiado -de una u otra manera- gracias a un pacto estable con Ciudadanos y con su portavoz, José Carlos Martín. El resultado: un superávit altísimo (el mayor de toda la provincia) y una gestión -en general- que sus vecinos han valorado en las elecciones.
A pesar de todo ello, de su gestión positiva (en cuanto a los datos económicos) y de haber llevado al PSOE a ganar las elecciones en Mijas después de 18 años, la situación es agridulce. La matemática vuelve a ser endiablada en Mijas, un municipio que tendrá ahora entre sus concejales a tres personas que han sido alcaldes. Será, por tanto, Juan Carlos Maldonado el que decida quién gobierna, y ahí parece que el talante conciliador de Josele González es su gran baza. El es el socialista que resiste, aunque termine perdiendo el bastón de mando.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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