Dani Pérez: «Los resultados son malos, hay que decir las cosas como son»

Pérez llegó pocos minutos antes de las ocho de la tarde y, tras un saludo a los medios de comunicación, se encerró en su despacho para seguir el recuento. En este breve intercambio, el rostro del candidato socialista ya parecía dibujado por unos augurios nada halagüeños para sus intereses. La encuesta a pie de calle de GAD3 vaticinó un horizonte negro para los socialistas. El recuento, finalmente, situó al PSOE en la capital en diez concejales, dos menos que en 2019, cuando Pérez se presentó por primera vez a alcalde. Tuvo que digerir el golpe y tardó en salir para realizar una valoración de los resultados que no solo apuntalan a Francisco de la Torre sino que tiñen de azul a toda la provincia, con vuelco incluido en municipios importantes como Benalmádena y otros, como Mijas, que aún puede cambiar de color.

Pasada la madrugada, se puso frente al atril, en una comparecencia muy amarga para él. Apenas un minuto duró la valoración, en la que Pérez no aceptó preguntas: «Los resultados son malos, hay que decir las cosas como son. En la ciudad no hemos alcanzado nuestro objetivo, que era gobernar», dijo.

Con una sonrisa de circunstancias, Pérez comunicó también que había llamado al ganador de las elecciones, Paco de la Torre, para «darle la enhorabuena por su mayoría absoluta». Unas felicitaciones que hizo extensible a la presidenta del PP de Málaga, Patricia Navarro. Más allá de estos formalismos, la comparecencia del candidato socialista no sirvió para concretar cuál va a ser su futuro a corto plazo en el Ayuntamiento. ¿Asume o no el rol como portavoz del PSOE en la oposición? ¿Por su cabeza ha pasado en algún momento dar un paso atrás? ¿Cómo queda su liderazgo al frente de la secretaría general del PSOE de Málaga tras unos resultados negativos en toda la provincia?

De entrada, esas respuestas deberían llegar esta tarde. Pérez informó que ya ha convocado a la ejecutiva provincial de su partido para hacer una valoración de lo ocurrido este 28 de mayo. Después, aseguró, comparecerá de nuevo ante los medios. 24 horas de tiempo más para que el líder de los socialistas malagueños trace por dónde debe ir ahora el camino.

No ofreció mucho más Pérez en esta primera valoración, en la que estuvo arropado por los integrantes de su candidatura y otros rostros conocidos del PSOE, como Miguel Ángel Heredia, exsecretario general del PSOE de Málaga, o Nacho López, diputado en el Congreso. «El PSOE es un partido de gobierno y ahí donde podamos y los resultados nos lo permitan lo vamos a hacer», señaló. De las plazas más cotizadas en la provincia, al margen de la capital, los socialistas podrían aspirar a gobernar de nuevo en Mijas. A la ya mencionada alcaldía perdida en Benalmádena, también hay que sumar Vélez-Málaga.

Antes de que lo hiciera Pérez, compareció para una primera valoración de la noche electoral el secretario de Organización del PSOE de Málaga, Cristóbal Fernández. Que su principal mensaje fuera para celebrar que «el PSOE ha sido el partido más votado en los pequeños municipios» resultó, a la postre, sintomático.

En un primer análisis desde fuera, los malos resultados en la capital también sirvieron para dar por fracasada la apuesta en firme que se hizo desde Ferraz. El PSOE había diseñado una campaña electoral con toda la artillería pesada para la capital. Al margen del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se pasó dos veces en la precampaña, desfilaron por la capital el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, además de varios ministros.

La última, Nadia Calviño, que estuvo este viernes en Málaga para cerrar la campaña junto al propio Pérez. «A partir del lunes vamos a estar gobernando en el Ayuntamiento», dijo entonces. La cruda realidad, vista desde un prisma socialista, es que de ese ansiado objetivo está ahora más lejos que hace cuatro años. Y puede también que más lejos que nunca.