Toni Valero confía en que el domingo se movilicen los indecisos: «Votar es el superpoder de la gente»

Cada voto cuenta en unas elecciones que están marcadas por unas encuestas que dan la victoria al PP, pero que pueden dejar un tablero abierto a diferentes pactos para formar el futuro Ejecutivo. Valero apeló a los indecisos entre el bloque de izquierdas. Aquellos que no han comulgado con la manera en la que se ha fraguado Sumar. «Pido que quienes todavía no saben si van a votar o no que se conviertan en protagonistas».

En este sentido, como es lógico, la demanda del voto fue para Yolanda Díaz. «Romped el guion que nos quieren imponer. Por lo tanto, el próximo 23 de julio votad masivamente por Yolanda Díaz, que es valiente y dice la verdad». De entrada, Sumar parte en la provincia de Málaga con el objetivo de revalidar el diputado obtenido en las últimas elecciones de 2019, que entonces fue para Alberto Garzón. Valero, que se mostró «muy ilusionado con la campaña» habla, incluso, de aspirar al segundo diputado. A prior, una quimera.

«Hemos podido expresar qué proyecto de país queremos, hemos podido encarnar perfectamente las esperanzas de un nuevo país y lo hemos hecho con propuestas frente al ruido, la mentira y los bulos», dijo el también coordinador regional de IU. En su caso, será la primera vez que ocupe un cargo institucional.

Entre las propuestas que lleva Sumar para la próxima legislatura, Valero volvió a resaltar las que considera de mayor calado: reducción de la jornada laboral, facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes y blindaje de los servicios públicos, además de una ampliación de los servicios que ofrece la Seguridad Social.

En el análisis final, Valero aseguró que el domingo no son solo unas elecciones. Sería también una cita para decidir entre dos modelos distintos de país. El de uno que impulsa retrocesos en derechos sociales, que identificó con el PP y Vox, y otro que trataría de seguir ampliando los aprobados en esta legislatura. «Hemos hecho una campaña que ha evidenciado que hay dos modelos. El de Feijóo-Abascal es el de retroceso», aseguró.