Sumar reivindica un uso industrial del puerto de Málaga y no convertirlo en una «terraza de verano»

«La funcionalidad del puerto se está reduciendo cada vez más al sector turístico», indicó y exigió que se «recupere el uso productivo de esta infraestructura para generar empleo de calidad». A esa conclusión se llegó, en parte, tras una larga reunión con la sección sindical de CCOO del puerto de Málaga.

Valero señaló que los últimos años habrían evidenciado que el uso hostelero tenga cada vez más peso. Algo que achacó a las políticas que defiende el PP a nivel nacional y que se materializan en la capital a través del Ayuntamiento. «Nos parece un error querer convertir el puerto exclusivamente en una terraza de verano. Ahí está su propuesta del rascacielos que tanto malestar está generando entre la ciudadano», indicó.

Entre las prioridades, dijo Valero, tiene que estar el intento de recuperar los astilleros del puerto. «Eso ayudaría a fomentar el uso logístico del puerto», explicó el número uno de Sumar. Para aumentar ese uso logístico, Valero señaló que «se requieren inversiones para mejorar las instalaciones de almacenaje». Entre otros puntos, puso sobre la mesa el soterramiento del tren que conecte el puerto de Málaga con el puerto seco en Bobadilla.

Valero también abogó por mejorar las condiciones laborales de los empelados públicos que trabajan en el puerto de Málaga. «Se ha visto como desde 1990 se ha ido reduciendo la plantilla de una manera escandalosa cuando tienen que asumir las mismas tareas, las mismas funciones que hace 30 años», lamentó el también coordinador general de IU en Andalucía. En número, Valero aseguró que se ha pasado de 280 trabajadores a 120 en la actualidad.

Además, Valero pidió también una mejora para la Policía Portuaria. «Abogamos por dar garantía y seguridad jurídica a la Policía Portuaria. Cada vez está asumiendo funciones que no eran las que tenían antes de que este puerto estuviese abierto», finalizó.

Por último, consideró fundamental acabar con las externalizaciones. «No puede ser que lo que tiene que prestar el sector público se intente convertir en un negocio dotado de esas actividades a empresas privadas que ganan esas concesiones», explicó. Por ello, concluyó, «hay que apostar por el empleo de calidad».