Hay dos frases que Elías Bendodo Benasayag (Málaga, 1974) suele repetir: una es más de carácter interno y dirigida a sus colaboradores –«lo único imposible es aquello que no se intenta»– y la otra, reiterada en público, es: «disfruto más del camino que de la ... meta». Ambas resumen el carácter de un político al que le gustan los retos y que en los últimos años ha sido protagonista de algunos como consolidar al PP como partido hegemónico en la provincia o que haya gobernado la Junta de Andalucía con mayoría absoluta. Avales que le abrieron la puerta de la dirección nacional del partido desde donde se ha embarcado en el proyecto de llevar el barco capitaneado por Alberto Núñez Feijóo a La Moncloa.
Es, por el momento, la última escala de una trayectoria política que, en la primera línea, comenzó ahora hace 23 años cuando a finales de julio de 2000 tomó posesión como concejal del Ayuntamiento de Málaga en sustitución de José María Martín Carpena, asesinado unos días antes por ETA. Su entrada en la política se produjo unos años antes, cuando se afilió a las Nuevas Generaciones, donde llegó a ser secretario general y presidente provincial.
Curtido en la política local, donde ocupó diferentes responsabilidades en el equipo de gobierno del alcalde, Francisco de la Torre tras ser incluido en la lista encabezada por Celia Villalobos, en 2007 fue nombrado secretario general del PP de Málaga y un año después, elegido presidente del partido en la provincia, un cargo donde permaneció hasta octubre de 2022 cuando dio el relevo a Patricia Navarro tras haber sido nombrado coordinador general del PP nacional en el congreso extraordinario de Sevilla que aupó a Alberto Núñez Feijóo al liderazgo de los populares. Un salto a la política nacional que ahora se completa con su debut como diputado en el Congreso.
Aliado de Juanma Moreno
En 2011 este hijo de una familia sefardí muy arraigada en Málaga y padre de dos hijos (Mario y Jacobo), fue elegido presidente de la Diputación con mayoría absoluta, desde donde impulsó proyectos de envergadura como el Caminito del Rey, que se convirtió en emblema de su mandato. Estrecho colaborador de Juanma Moreno desde que ambos militaban en Nuevas Generaciones, cuando éste fue elegido presidente de la Junta de Andalucía se lo llevó a su equipo como consejero de Presidencia y portavoz, donde dio muestras de su habilidad con la prensa y en las negociaciones con los otros partidos.
Elías Bendodo, a quien le gusta evadirse haciendo rutas con su Harley Davidson y practicando deporte así como disfrutar con su amigos de toda la vida de un buen plato de huevos fritos con patatas y ajos, es un político de raza, con grandes dotes para la negociación, con fama de buen gestor y pragmático. Quienes le conocen inciden en destacar que posee un don natural para el liderazgo, que es listo e inteligente, que le gusta aprender continuamente de sus equipos «e incluso de otros partidos» y «como los buenos organizadores en el fútbol tiene una gran visión estratégica del juego político». A ello se une su visión pragmática de la política y que no soporta la deslealtad.
A lo largo de su trayectoria política, Bendodo siempre ha estado en el poder y en la gestión, exceptuando el último año, donde desde su posición como número tres de la dirección nacional le ha tocado probar el sabor de la oposición. Ahora, si Feijóo logra la presidencia del Gobierno, hay quienes apuntan que su siguiente reto podría estar en un ministerio.
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