Santiago Abascal (Vox), Yolanda Díaz (Sumar) y Pedro Sánchez (PSOE), segundos antes de dar inicio el debate a tres. Efe

Piruetas finales

La recta final ·

Visto lo ocurrido en la recta final de la campaña, diríase que la jugada le ha salido un poco mejor a Yolanda Díaz que a Santiago Abascal

Lorenzo Silva

Sábado, 22 de julio 2023, 00:40

En esta campaña, preñada de incertidumbres, contábamos con un par de certezas. Había un flanco por el que Vox no podía crecer, salvo a costa de la abstención: el derecho. Y en cuanto a Sumar, en un lado tenía poco potencial de mejora, salvo que ... de nuevo lograse movilizar a quien no pensaba ir a votar: el que le queda a la izquierda. De lo anterior se deduce que a unos y otros les interesaba ganar votos al extremo opuesto, es decir, a Sumar a su diestra y a Vox a su zurda. Visto lo ocurrido en la recta final de la campaña, diríase que la jugada le ha salido un poco mejor a Yolanda Díaz, con su perfil institucional y su aire de solvencia, que a Santiago Abascal, cuyo mesurado tono de voz no tapa sus excesos y que da imagen de no estudiarse mucho las cosas.

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Tal vez por eso, y porque no es bueno para los intereses del bloque conservador que la tercera fuerza acabe siendo Sumar, y no la que podría servirle de escabel para alcanzar La Moncloa, desde el PP se han aplicado tras el debate a devaluar el perfil de la vicepresidenta, con ese chiste dudosamente inspirado acerca de su relación con el maquillaje. Si una de las debilidades que en estas elecciones aquejan a la izquierda es la desafección de cierto feminismo tras los experimentos del ministerio dirigido por Irene Montero, no parece que esa tosca gracieta -a la que se suma alguna otra, como la protagonizada a dúo con Vox contra la ministra Morant en el debate valenciano- sea la estrategia más acertada para erosionar al bloque progresista. Tal vez más de una abstencionista se plantee ahora acabar votando.

Tampoco sopla a favor de Feijóo el pacto con EH Bildu para repartirse las presidencias de las comisiones del ayuntamiento de Vitoria, o haber acabado reconociendo a regañadientes que no ignoraba la afición de su antiguo conocido Marcial Dorado a mermarle a la hacienda pública los rendimientos derivados del impuesto sobre las labores del tabaco. Así las cosas, no es baladí la ayuda final que le han dado al líder popular Esquerra y EH Bildu, al declarar en estéreo que será condición 'sine qua non' de su apoyo a la candidatura de Sánchez el doble referéndum de autodeterminación. Cabe preguntarse si los independentistas no apuestan ya, sin tapujos, que contra Feijóo les va a ir mejor.

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